jueves, 3 de septiembre de 2020

FALLECIÓ LA HNA. LAURA PUCHA IZQUIERDO A LOS 99 AÑOS DE EDAD

 

PAZ EN SU TUMBA

 

El 3 de septiembre de 2020 en la ciudad de Loja falleció la Hna. Laurita. Curioso es reseñar, que la conocí cuando yo pasaba los cincuenta años de edad y ella más de ochenta. Mi padre contaba que tenía tres sobrinas religiosas (María Laura, María Alejandrina y María Rosario)|, pero nunca me las hizo conocer. Al averiguar por ellas, en mi búsqueda, a la Hna. Laura la ubiqué en el “Asilo de Ancianos Daniel Álvarez Sánchez”. Me presenté y me quedé sorprendido por su bondad, ternura y don de religiosa; dentro del convento, dijo ella conocer a todos sus familiares cercanos y lejanos y que diariamente dedicaba sus oraciones por todos. Era la primera vez que llegaba a visitarla y ella no dudó en decirme bienvenido primo.

De ahí en adelante, frecuentaba mis visitas, y luego de muchas conversaciones y recuerdos, hace más de quince años, escribí estas remembranzas que las transcribo, para conocimiento de familiares cercanos y lejanos y de manera especial para la comunidad del barrio Carmelo, de la parroquia Chuquiribamba, cantón Loja, provincia de Loja.

LA HNA. LAURA, SIRVE A DIOS Y LOS NECESITADOS

  Muchos se preguntarán ¿Quién es la Hna Laura? Pocos o casi na­die la conoce. Ella es una mujer modesta y amable que toda su vida la ha entregado al apostolado religioso y al cuidado de los ancianos y niños en los asilos de la ciudad de Loja y el país.

Tiene 85 años de edad, y ha permanecido toda su vida en la Comunidad de las Hnas. Dominicanas.

 Nos cuenta que durante este largo tiempo ha pasado en las comunidades religiosas de Quito, Cuenca, Catacocha y la mayor parte en la ciudad de Loja. 

Ahora la encontra­mos en el Asilo de Ancianos Daniel Álvarez Sánchez junto a un dis­tinguido grupo de religiosas dominicanas, aún entregada con amor y ternura al cuidado de los ancianos que por una u otra razón han llegado a esta casa asistencial, como la morada en donde sus últimos días encuentran comprensión, amor y cariño.

La Hna. Laura, con esa amabilidad y sencillez que le caracteriza, manifiesta cuidar con paciencia y amor a los ancianos que viven en el asilo.

 Con una lucidez increíble, recuerda con lujo de detalles el viaje que hizo por los caminos de herradura hace más de 65 años desde Chuquiribamba hasta Cuenca, para ingresar a la Comunidad de las Dominicanas.   Allí hice mi noviciado  -dice-,  duró 2 años, luego la profesión de votos temporales 3 años, y finalmente la profesión de votos perpetuos que du­ran hasta la muerte.

 Lo más hermoso que nos puede ocurrir, es prepararse para servir a Dios

Fuimos 35 novicias que ingresamos al convento de Cuenca.   De Loja estuvimos tres: la Madre Magdalena Tello León, ahora es superiora en el Convento Sta. Catalina de Quito; la Madre Cecilia García que actualmente se encuentra en Catamayo, y yo.   Igual hicimos con ella: el noviciado, los votos temporales y la toma de hábitos. Todas aún continuamos vivas.

Recuerda que el Asilo de Ancianos Daniel Álvarez Sánchez, en la década de los años 40, funcionaba en la esquina de la calle Sucre y Azuay, posteriormente se pasó a la calle Bolívar y Catacocha, en donde actualmente funciona el colegio Pío Jaramillo Alvarado, y ahora nos encontramos en Jipiro.

A más de la oración, entre las aficiones de la Hna. Laura cuentan la música y el volante. Dice haber aprendido las notas musicales de un músico colombiano llamado Alfonso Delgado, esto en 1948 aproximadamente. Con él aprendí a ejecutar el melodio y con esta habilidad por muchos años he acompañado a tocar en las iglesias: canciones religiosas, bendiciones, pases de niño, al Santísimo, a la Virgen y muchas otras más.

La Hna. María Laura Pucha Izquierdo, na­ció en la parroquia Chuquiribamba, en el barrio Carmelo, el 23 de septiembre de 1921. Sus padres fueron: Ángel María Pucha Palazo y Zoila Aurora Izquierdo


Loja, 3 de septiembre de 2020

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