miércoles, 15 de junio de 2022

TOTUMITOS, LUGAR ENCANTADOR Y MÁGICO



¡Posiblemente, no conocen, pero es un lugar pintoresco y atractivo!

Totumitos es un lugar escondido que se encuentra ubicado aproximadamente a ocho kilómetros de la parroquia Limones en el cantón Zapotillo. Limita con el Perú y está junto a la reserva del bosque seco.  Tiene características muy propias por su entorno natural y paisajístico, convirtiéndolo en un lugar muy apropiado para hacer turismo ecológico y comunitario.

 Habitan en este lugar catorce familias cuya actividad principal es crianza de cabras y en la época de inverno siembran maíz y otros productos de temporal.

Don Eliecer Álvarez, dice que le contó su abuelo, que en la antigüedad aquí vivían los


Huacos, supuestamente una cultura antigua a quienes ellos la denominaban gentiles. Cuando niño encontré en una peña seis hachas de bronce, que lamentablemente después de un tiempo mi padre las vendió.

La vida es muy dura aquí, dijo. Hasta el año 2007 no teníamos agua. Así vivieron nuestros padres y abuelos por décadas. Para proveernos del líquido acudíamos a un pozo que estaba bien distante en una quebrada seca y desde ahí la transportábamos al hombro o en burros en unos recipientes de plástico o en tanques.

A partir del 2007, gracias al Alcalde de Zapotillo el Ab. Ramiro Valdivieso quien realizó un convenio con otra institución nos instalaron una bomba pequeña para succionar el agua desde la profundidad de una quebrada y llenar el tanque grande para luego distribuirle al barrio a través de mangueras. Ellos pusieron los técnicos y la bomba, en tanto que nosotros colaboramos con la mano de obra no calificada.

Ahora, yo me desempeño como operador de la bomba y son los mismos usurarios quienes me pagan la cantidad de cincuenta dólares mensuales para bombear mínimo tres veces al día para que no falte el agua en los domicilios.

Han pasado quince años y el tiempo de vida útil de la bomba se está agotando, cuando deje de funcionar, no sé qué pasará.

Por eso, queremos que las autoridades parroquiales y cantonales pongan la mirada en nosotros, para no regresar al tiempo de antes: acarrear el agua en burros.

  

Nota.- Nuestro agradecimiento imperecedero a la señora Marcia Esther Tankamash y esposo, quienes generosamente nos alojaron en su casa para disfrutar de este hermoso rincón escondido en la línea de frontera con el Perú.

 

 

IGLESIA DE MADERA, PATRIMONIO CULTURAL DE “SAN ANDRÉS”

  Leyendas y tradiciones andinas / Loja – Ecuador

 



A orillas del río Isimanchi, la floreciente parroquia San Andrés perteneciente a la provincia de Zamora Chinchipe, nació como recinto del cantón Chinchipe, el 30 de noviembre de 1961.

Este mágico pueblo, conserva en un costado del parque central, protegidos y resguardados por un techo de zinc, dos inmensos troncos de árboles que son el testimonio mudo de que en algún momento en este lugar existió una montaña virgen con diversidad de árboles centenarios que posteriormente sirvieron de sustento para sus habitantes en la explotación maderera. 

Al preguntarle a don José Miguel Jiménez Abad, uno de los pobladores más antiguos de la localidad, la razón de porqué están esos trocos ahí, él nos dice: “¡esos troncos son de unos árboles bien grandes que estuvieron ahí cuando llegamos y toda su madera nos alcanzó para construir la iglesia !, ¡son de romerillo!”

Una vez que comenzamos a poblar este sitio, sentimos la necesidad espiritual de tener un lugar de oración, porque somos católicos; entonces junto a Leovigildo Gahona, Juan Delgado y toda la comunidad tumbamos los árboles y aserramos con la sierra de aire entre dos, para lo cual armamos un banco grande y el uno de arriba y el otro de abajo deslizábamos la sierra en los tucos.

De esos dos árboles sacamos toda la madera para la construcción de la iglesia antigua: vigas, listones y tabla.  Creo que nos salieron cerca de cuatrocientas tablas.

La iglesia tiene doce metros de frente por quince de fondo y una vez terminada en 1977 la utilizamos por algunos años para realizar el culto religioso.  De acuerdo al avance y necesidades de la población, construimos una nueva iglesia, por eso en la actualidad tenemos dos; pero a la antigua la mantenemos y la cuidamos como heredad y patrimonio cultural de San Andrés.

El P. Abad, no recuerdo su nombre, pero él fue quien celebró la primera misa aquí, luego vino el P. Vicente de la Cruz y después un polaco de nombre Francisco.

¡No tenemos párroco!  Por eso aquí hay misa solamente en las fiestas o cuando vienen los sacerdotes de Zumba cada mes.

Las fiestas más sonadas que realizamos aquí son: las de Santa Marianita de Jesús y la de San Andrés.

La señora Sonia Calva concuerda con don José Miguel y dice: esos troncos que ve en el


parque son de romerillo, de ahí habían sacado toda la madera y la tabla para construir la iglesia.  A los troncos los conservamos ahí porque son el recuerdo de nuestros ancestros.

Yo nací aquí y a la iglesia ya la vi desde que tenía cinco años de edad; así como también los recuerdo a los sacerdotes que veían: el P. Tomás Costa y el P. Jaime Flores.

Como en ese tiempo no había carretera, para las fiestas, la gente venía en acémilas o caminando desde Zumba, La Palma, La Diversión, Los Rubíes, San José y otros lugares. Todos venían más por la misita y la programación que don Peñita, más conocido como Miguel Guayita, que en calidad de síndico organizaba los actos religiosos y el bazar, así como también las veladas literarias y el baile, desde luego sin descuidar la bulla de los juegos pirotécnicos, cohetes, la vaca loca y el brindis del canelazo.

NOTA.- Conozco otra iglesia de similar característica en el sector de Loyola perteneciente al cantón Palanda y seguramente habrán muchas más en la provincia de Zamora Chinchipe, que hoy se constituyen en joyas patrimoniales.

 

Loja, 9 de marzo de 2022.

 

LA BELLA DE PARÍS, EN OÑA

 

Leyendas y tradiciones andinas



Oña es un pintoresco lugar en la provincia del Azuay. Su origen data desde el tiempo de los Cañaris y los Incas.

 El 3 de mayo de 1539, Esteban Morales y Cabrera funda la Villa de San Felipe de Oña, considerado como uno de los asentamientos humanos más antiguos del Azuay.

 Si recorremos sus calles, a la periferia de la ciudad nos encontramos con el barrio San Francisco, lugar agradable y mágico perteneciente a Oña de la época colonial que imaginariamente nos transporta al pasado; aquí, parece que se ha detenido el tiempo.   Llama la atención sus casitas de construcción vernácula: paredes de adobe, corredores y balcones con pasamanos, techos de teja y vigas de madera que han resistido muchísimos años y aún se mantienen en pie a lo largo de la angosta calle diseñada así, en esa época.

 En este conjunto arquitectónico, dice don Jorge Quezada, habitante de este lugar:  entre otras, encontramos “La bella de Paris”, casa antigua que fue construida aproximadamente en 1900 por don Agustín Carrión oriundo de este lugar y luego adquirida por don Segundo Merisalde.  En el año 2002 pasó a pertenecer al Ilustre Municipio, y hoy se constituye en casa museo, patrimonio cultural de Oña.  Al edificio le pusieron este nombre, porque en ese entonces la gente que tenía dinero, la clase pudiente de este lugar viajaba siempre a París y venían maravillados de la belleza de construcciones que observaban ahí; aunque se cree que el dueño de esta casa nunca fue allá, solamente con lo que le contaban, él ideó el diseño y la adecuación de la casa para ponerle este nombre. Tiene más de cien años y en su interior guarda originales pinturas. Los entendidos en bellas artes dicen que encuentran detalles similares a los cuadros y pinturas que hay en la iglesia de Susudel.

 Por esta y otras razones, Oña fue declarada Patrimonio Cultural del Estado, el 28 de marzo de 2013.

 

N.B.- He llegado por dos ocasiones en este lugar; pero lamentablemente no he podido maravillarme del museo y las pinturas que hay en el interior de la casa “La bella de Paris”, porque la he encontrado cerrada.