miércoles, 21 de abril de 2021

AÑORANDO LA FIESTA DEL 30 DE ABRIL EN CHUQUIRIBAMBA

 Leyendas y tradiciones andinas / Loja - Ecuador

Por la pandemia del COVID-19, es el segundo año que no podremos presenciar la fiesta del 30 de abril en Chuquiribamba.  Extrañaremos ver en sus angostas calles la multitudinaria procesión de San Vicente Ferrer; así como en la pampa de Cocheturo disfrutar del masivo espectáculo popular de las ESCARAMUZAS, distracción folclórica que aún se mantiene en la provincia de Loja, y que, gracias a la tradición y la fe religiosa de este pueblo, se han popularizado desde el siglo anterior.

 He aquí, un relato sobre el ORIGEN DE LAS ESCARAMUZAS


No se conoce con precisión desde cuándo se realizan las escaramuzas en Chuquiribamba, pero de lo que se tiene datos concretos es que, en 1924, el cura párroco Dr. Carlos Eguiguren R, mandó a tallar la imagen de San Vicente Ferrer, y para la celebración de la fiesta lo nombró como su síndico al señor Abelardo Puchaicela quien ocupó esta función hasta su muerte.

Junto a la devoción de San Vicente Ferrer en la celebración anual de sus fiestas, se popularizaron “las escaramuzas” o “carrera de caballos”; folclórica y tradicional distracción popular que se conserva hasta la actualidad, y que cada vez va tomando características muy originales.   Se dice que esta distracción popular la realizaban en la parroquia de Malacatos hace unos 50 años; en la actual parroquia de Chantaco hace unos 25; y en Gualaceo perteneciente a la provincia del Azuay hace unos 9; pero en todos estos lugares con características diferentes.

Para la realización del espectáculo de las escaramuzas, el síndico de la fiesta de San Vicente Ferrer


, nombra un “alcalde” (dignidad honorífica muy solicitada), el mismo que se encarga de la organización del evento que se realiza el último domingo del mes de abril de cada año; éste nombra a los “guías principales” y éstos con algunas semanas de anticipación comienzan a repasar el espectáculo con coreografías costumbristas e históricas, para escenificar en público en la pampa de Cocheturo.   En el día de la presentación se suman más jinetes (hombres y mujeres) de las parroquias aledañas, con sus respectivos caballos bien ataviados para participar.  Esta es una “promesa de fe y devoción” que algunos lo hacen por un determinado número de años, en tanto que otros por toda la vida.

El día de las “escaramuzas”, desde la iglesia matriz del pueblo, cientos de feligreses en procesión conducen a la venerada imagen de San Vicente Ferrer hasta la tradicional pampa de Cocheturo.   Encabezan la procesión las bandas de músicos del lugar entonando ritmos alegres, y tras la procesión se enfilan centenares de jinetes con sus respectivos caballos para participar en las esperadas “escaramuzas”.


El evento dura de noventa a ciento veinte minutos, y mientras se desarrolla el espectáculo, los organizadores en cada esquina de las calles del pueblo reparten “aguado de leche” a todo el público, los músicos alegran a la gente entonando temas nacionales, y los pirotécnicos revientan cohetes y lanzan globos al espacio, mientras que por otro lado los disfrazados de negras y payasitos entretienen a los niños y adultos.   Unos 15 minutos antes de finalizar el espectáculo, todos los jinetes mientras corren en sus caballos, sacan de sus alforjas: naranjas, limones dulces, mandarinas y manzanas, en cantidades considerables para lanzar al público.   Ese momento se convierte en una lluvia de frutas y la gente se aglomera para coger por lo menos una.

 ALCALDES DE ESCARAMUZAS

Desde 1924 hasta la presente fecha se han desempeñado los siguientes “alcaldes de escaramuzas”: Luis Bautista, Rosa Agüinsaca, Aniceto Guachanamá, Martín Buri y David Tambo; y como “guías principales”: Víctor Pucha, Segundo Tene Valle, José Guachanamá, Pío Puchaicela, Manuel Puchaicela, Lauro Guachanamá, David Tambo, entre otros.

 COMENTRIO:

 “¡Estoy muy contenta observando este maravilloso espectáculo que aquí llaman las escaramuzas!   ¡Es hermosísimo!   Esto no he visto en otros lugares.   Pienso que es único.   Veo también gente que está repartiendo leche en vasos grandes a todas las personas que están en la fiesta.   Qué maravilloso conservar la tradición y las costumbres del lugar”  -manifestó- una de las turistas que visitaba Chuquiribamba en las fiestas del 30 de abril.


Tomado del libro de leyendas y tradiciones: CÁNTARO DE ETERNIDAD, Tomo 1, Segunda edición, enero 2007 / página 28.

 Autor del libro: Eduardo Pucha Sivisaca.

martes, 6 de abril de 2021

LA MASACRE DEL 6 DE ABRIL EN CHUQUIRIBAMBA HACE 75 AÑOS

 

Leyendas y tradiciones andinas / Loja – Ecuador


UN DÍA COMO HOY

 El 6 de abril de 1946, en la plaza de Chuquiribamba fueron masacrados: Julia Medina, Manuel Reinoso, Víctor Pucha y Raúl Sinche, héroes anónimos que entregaron su vida para abolir posteriormente la conscripción vial en Chuquiribamba y otros pueblos de la provincia de Loja.

 

RELATO:

Esto sucedió hace sesenta años (2006), dijo Mama Ignacia.  Fue el seis de abril de 1946. 

Recuerdo que el domingo, después de “misa de doce”, cuando el Teniente Político llegaba montado en su caballo, para desde el pretil de la iglesia en Chuquiribamba, leer el “bando” y ordenar a la gente de los barrios para que se vayan a trabajar en la construcción de las carreteras, menos pensado, doña Inocencia Valle, de un golpe lo tumbó del caballo y en ese instante se armó el alboroto.    Toda la gente que estaba en el parque, se amontonó y luego se dividieron en grupos, unos a favor y otros en contra.   En primera instancia se terciaron a golpes, luego con la bulla de gritos y disparos se dispersaron.   Mientras eso sucedía aquí, otros intentaron tomarse el destacamento de policía y dos jóvenes recién salidos del cuartel corrieron a las inmediaciones de Chantaco para cortar la línea telegráfica.

Fue un día muy triste, porque en esa pelea, entre la gente de los barrios con los mestizos que vivían en el pueblo, los policías nos disparaban al cuerpo y sin compasión.    Después, solamente se escuchaban gritos de dolor de los heridos, y el lamento de las familias de los fallecidos.   ¡Murieron cuatro!

Después, los cadáveres, tendidos en la calle pasaron tres días, y nadie podía tocarlos hasta que lleguen las autoridades de Loja, para hacer el levantamiento y enterrarlos.

Durante esos días, reinaba el silencio y la soledad en el pequeño parque y las estrechas calles del pueblo.   Nadie salía, todos veían desde las ventanas, temerosos a que se repita un nuevo incidente.

 El motivo de este suceso fue el abuso de autoridad. Trataban de someternos. 

Nos prohibían caminar después del medio día por las calles del pueblo.   Éramos humillados, maltratados y encarcelados por cosas simples.   A nuestros maridos y también a nuestros hijos los enviaban a trabajar constantemente en las carreteras sin ninguna remuneración, y tenían que trasladarse por algunos días con su propia herramienta y comida.  

Una tarde, Polibio Pucha Gutiérrez se quedó en el pueblo, entonces lo habían encarcelado.   Al siguiente día, lo encontramos en el calabozo agonizando.   Después nos contó, que los policías le golpearon y luego a la media noche le hicieron bañar en las heladas aguas de la quebrada de Cocheturo.

Esta fue la gota que derramó el vaso y el enfrentamiento de la gente de los barrios: Pordel, Chantaco, Carmelo, Tesalia y otros, se dio ese domingo.


Francisco Pucha, indica la huella del balazo que le propinaron en la ceja, –sonriendo dice- “cuando no le llega la hora, ni con bala se muere”.   A mí no me pasó nada, pero desde el ciprés en donde estaba escondido, vi como la mataron a Julia Medina, esto fue en la cancha, frente a la escuela.    Quiso defenderla Emilio Guachanamá, pero los policías lo hicieron correr.    La fachada de la iglesia quedó agujereada de tanto disparo.    Más abajito el policía Córdoba, “tan, tan, tan” le echó tres balazos a Manuel Reinoso, quiso hablar, pero se desplomó.   Otro policía desde la esquina de la iglesia, a Víctor Pucha Gutiérrez lo hirió en el estómago, lo cogimos y corrimos llevándolo a esconderlo en la casa de Javier Sinche, vino el Padre Aurelio Abarca a confesarlo; pero el policía Riascos, un negro altote, creyéndolo culpable, en la cama le propinó un tiro en la cabeza y murió de inmediato.   En ese mismo lugar también lo mataron a Raúl Sinche.

A la Clotilde Pucha de un balazo le volaron los dedos de la mano derecha; a Teodoso Loarte le dispararon en las piernas, y a otros los hirieron gravemente.   Después supimos que treinta y dos heridos se convalecían.

Esto fue una gran novedad, por eso, temerosos de que se sumen los barrios de los pueblos vecinos, pidieron refuerzo policial a Loja.   Más de treinta policías vinieron.

Después, a todos los cabecillas nos buscaban para matar.   Los policías bajaban por Tierra Blanca a Pordel, disfrazados con sombreros y ponchos, registrando casa por casa.    Mi mujer y yo, nos escondimos en Chilpa, cerca del cerro Santo Domingo; la Inocencia Valle, debajo de una chorrera de agua que estaba frente a su casa; Polibio Pucha con la María cerca de Santa Bárbara, en la casa de don Abel Medina; Agustín Pucha con la Ignacia, en la loma de Cubilán, Lauro Pucha con la Juana, abajo en la chorrera de Torata y José Vicente Sivisaca, en Calucay.  

Desde ahí se abolió la conscripción vial o trabajo obligatorio en las carreteras sin remuneración, aquí y en otros pueblos de la provincia –concluyó-

 

Tomado del libro de leyendas y tradiciones: HUELLAS, página 36 / mayo 2006.

Autor del libro: Eduardo Pucha Sivisaca.

 

N.B.- 

LEY DE LA CONSCRIPCIÓN VIAL:

Esta ley fue dictada a favor de las Municipalidades del país, el 15 de julio de 1944 por el Dr. José María Velasco Ibarra, Presidente Constitucional de la República con el “objeto de construir, mejorar y conservar los caminos que no hubieran sido declarados de carácter nacional y que estén ubicados dentro de las respectivas jurisdicciones cantonales”.

Con esta ley se obligaba a todos los ciudadanos ecuatorianos varones comprendidos entre los 21 y 50 años de edad a trabajar durante cuatro días al año en obras públicas.

A nuestros papás, cuando niños, siempre les escuchábamos recordar este episodio como: LA HUELGA DEL 6 DE ABRIL.