viernes, 10 de febrero de 2023

ASÍ NACIÓ LA CIUDAD DE EL PANGUI

ASÍ NACIÓ LA CIUDAD DE EL PANGUI

 Leyendas y tradiciones andinas / Loja - Ecuador


Con motivo de cumplirse 42 años de la cantonización de El Pangui en la provincia de Zamora Chinchipe, me permito compartir el relato contado por el profesor Heriberto Morocho, y que se publicó en el libro de leyendas y tradiciones: Huellas, el año 2006.

 

R E L A T O

Pangui en idioma shuar quiere decir Boa.   Actualmente es una floreciente ciudad, capital del cantón de su mismo nombre, que pertenece a la provincia de Zamora Chinchipe.   Tiene una población aproximada de 5.000 habitantes, edificios modernos, dos escuelas y un centro de educación media, entre otros servicios públicos.   Sus calles centrales y su avenida principal, lucen adoquinadas en contraste con un moderno palacio Municipal en construcción.

Heriberto Morocho, es un maestro jubilado que ha vivido en este lugar desde su juventud; indicando con su mano derecha dice: no existía nada cuando llegué por primera vez aquí.   Toda esta parte era montaña.   Vine a trabajar en la escuela fisco misional Fray Jodoco Ricke, el 30 de enero de de 1967.  La escuela estaba ubicada en la desembocadura del río Quimi con el Zamora, limitando con la provincia de Morona Santiago; era una escuela fundada por la misión Salesiana; pero Monseñor Jorge Mosquera con el fin de ganar territorio a Zamora, le compró a los salesianos el plantel.   La escuela era unitaria y en ésta se educaban 20 nativos shuar; aquí recibían todo: ropa, útiles escolares y la alimentación.  Había internado para ellos, ingresaban a la escuela el día domingo y regresaban el día viernes a sus casas. 

En esta escuela estuve 15 meses, y en abril de 1968, fui trasladado a la escuela Tumbes Marañón, construida a la orilla del río Zamora.  Aquí trabajé con el profesor Eduardo Mariño.   También había internado para los alumnos shuar y los pocos colonos que residían en esta zona. 

 Navegando el río Zamora

Para llegar hasta el sector de El Pangui, teníamos que hacerlo navegando por el río.   Salíamos en carro desde la ciudad de Zamora hasta el actual puente de La Saquea, de ahí cruzábamos una pasarela, para luego tomar camionetas pequeñas hasta Yanzatza; de aquí caminábamos a pie hasta el sector de Muchime, cerca de la parroquia Los Encuentros y desde este lugar continuábamos en una canoa navegando hasta el caserío El Quimi.

El recorrido por el río nos duraba de 7 a 8 horas, desde luego dependiendo del tiempo y el caudal del río (en la actualidad desde este sitio se hace una hora en carro).   En mi primer viaje, el que me condujo en la canoa desde Muchime hasta el Quimi, fue el motorista Pancho Caamaño. 

 


Solamente vivía katip

Desde la escuela Tumbes Marañón para llegar hasta lo que hoy es la ciudad de El Pangui, estaba distante; era difícil, porque no había camino, y cuando queríamos, lo hacíamos construyendo picas. En este lugar recuerdo que vivía solamente un nativo shuar llamado Katip, él tenía su cabañita en el lugar en donde ahora es el dispensario médico. Hasta 1968 no había una sola casa en el Pangui. 

El Pangui comienza a poblarse

En 1969, el Ing. Iván Riofrío puso en este extenso valle las primeras estacas señalando el paso de la carretera que unía a la ciudad de Zamora con el sector Chuchumbleza, límite con Morona Santiago; es desde esta fecha cuando comienza el Pangui a poblarse.      La señora Rosario Macanuela, esposa del tractorista José Tandazo, fue la única que vivía en este sitio en esa época.   Después de ella vinieron los colonos: Antonio Morales que vivía por la Recta, y en la parte alta, la familia Armijos y Hernán Quezada.

Se trazan las primeras calles

El trazado de las calles se realizó en 1971 con la participación de los nativos shuar y los colonos.   En
ese año ya habíamos algunos.  Pero de las experiencias que conocíamos de otros lugares, dudábamos que la población crezca, porque en el Pincho se entregaron lotes y no la poblaron; en Pachicutza, igual, tampoco se pobló.  Viendo eso la gente tenía desconfianza, sin embargo se hizo la entrega de lotes.

Cada lote medía 15 metros de frente por 30 de fondo, y el colono o nativo que ya vivía aquí, pagaba el valor de cien sucres; en tanto que las personas que llegaban de otros lugares e interesaba comprar un lote, debían pagar ciento cincuenta.

Así nació la ciudad de El Pangui y las personas que construyeron sus primeras casas fueron don: Hernán Quezada, Aurelio Armijos, Jesús Armijos, entre otros y los nativos shuar: Pancho, Fernando y Jorge Caamaño.

La población aumentó y el pueblo creció cuando la carretera unió las provincias de Zamora Chinchipe con Morona Santiago hasta Gualaquiza , esto es en los años 1972, 1973 más o menos.  

La mayor parte de la gente que vive aquí es lojana y unos pocos de la provincia del Azuay.

Tomado del libro de leyendas y tradiciones: Huellas, página 94.

Año de publicación: 2006

Autor: Eduardo Pucha Sivisaca

CHUQUIRIBAMBA, SEMILLERO DE MÚSICOS

 


 La riqueza cultural tangible e intangible que posee Chuquiribamba, Patrimonio Cultural del Ecuador, es variada.   En estas líneas por ahora esbozaremos una que le ha dado connotación local y nacional.   Hablar de Chuquiribamba es referirse al semillero de músicos en la provincia de Loja.   Andrea DKV, una ecuatoriana residente en España, a través de su blogger dice: “Vivo en Valencia, cuna de músicos españoles.   Me lleno de alegría conocer que Chuquiribamba en la provincia de Loja sea el semillero musical nuestro”.

 En este pueblo, los músicos natos afloran en forma espontánea, prueba de ello es que en la actualidad muchos de ellos integran grupos musicales, orquestas sinfónicas y bandas populares en diferentes partes del país y fuera de él.

 Esta afición viene por ancestro.   En 1677, época colonial, ya se registra el nombre del indígena Juan Buri como maestro de capilla y posterior a él muchos más, como: Feliciano Pucha (1800), Gregorio Pucha (1833), Reinaldo Sinche (1880), Emilio Jaramillo Escudero (1896), Juan Tene, entre otros. 


 Sin duda, estos maestros de capilla fueron los suscitadores directos para la formación de las bandas de pueblo en Chuquiribamba, como la "Dios y Patria" y la "Ecuador", las más antiguas. La "Dios y Patria" fundada en 1891 y la "Ecuador" en 1930, y que sin ayuda alguna sus integrantes la conservan hasta hoy. ¡con certeza son las bandas de pueblo más antiguas del Ecuador!

 Actualmente, Chuquiribamba registra un considerable número de músicos profesionales, empíricos y populares, los segundos sin formación académica pero que dominan la lectura de partituras musicales que muy bien pueden interpretar sus melodías en cualquier escenario que se les presente.

  Vladimir Alexander Buri Flores, estudiante de la UNL, en su tesis de grado titulada: “Sistematización  de las composiciones de los músicos empíricos y populares de la parroquia Chuquiribamba, cantón y provincia de Loja y su incidencia en el desarrollo cultural”, trabajo investigativo que realizó en el año 2012, previo a la obtención del título de licenciado en Ciencias de la Educación, mención Educación Musical, refiere a nueve músicos populares chuquiribambenses que han creado sus canciones en ritmo de sanjuanito, pasacalle y pasillo.

 Uno de los objetivos que plantea en su tesis de grado es: dar a conocer y difundir entre la población local, nacional e internacional, el potencial creativo de estos talentosos artistas populares.

 Los músicos con sus respectivas creaciones a los que cita son: Luis Tene Valle(1931), con el sanjuanito


Agua compadre; Manuel Ignacio Agüinsaca (1935), La Guagua Aparishca, sanjuanito; Enrique Curipoma (1936), Ensueño, sanjuanito; Juvenal Sinche (1943), Pueblo querido, pasacalle; Rigoberto Valle (1949), Contigo siempre, pasillo; Milton Jumbo Salinas (1966), Patricia, pasacalle; José Agüinsaca Morocho (1970), Risueña, pasacalle; Ángel Medina (1983), Tierra añorada, pasillo; José Alfredo Cuenca(1991), Fiesta colibrí, pasacalle.   Además, en la tesis de grado incluye el nombre del connotado artista: César Guaya Orozco, quien dejó para la posteridad más de cien composiciones populares de distinto ritmo, incluido el pasacalle “Chuquiribamba”; así como más de cien himnos, canciones y rondas escolares.

 Interesante la investigación que plantea Vladimir Buri, porque abre el camino para que otros investigadores escudriñen la riqueza musical de los artistas anónimos que si los hay y surgen cada día más en estos pueblos con vocación musical.

 Qué bueno sería, que el Gobierno Parroquial de Chuquiribamba en coordinación con la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Loja, las instituciones educativas y culturales del sector, difundan este material inédito de nuestros artistas, mediante la organización de festivales y presentaciones en vivo con la participación de sus autores en la parroquia y fuera de ella; así como, plasmar una antología musical en un CD para divulgar nuestro patrimonio cultural intangible.

 

 NOTA.-  

Merece nombrar a otros músicos y compositores que han dado lustre y renombre a Chuquiribamba, y que no constan en la tesis de grado del estudiante Vladimir Alexander Buri Flores.  Algunos de ellos viven aún y otros vivieron en el siglo anterior, como:

Emilio Jaramillo Escudero, creador del Himno a Chuquiribamba en 1936 y más de once canciones entre música sacra, pasillos. valses y sanjuanitos.

 Wilman Jaramillo Escudero, creador del pasacalle Recordando a Chuquiribamba escrito en 1991 y cerca de diez canciones entre pasillos, sanjuanitos e himnos.

 Luis Cuenca Gutiérrez, con cerca de un centenar de composiciones entre: marchas, himnos, pasillos, valses, tonadas, albazos y mambos.

 Alberto Pucha Sivisaca, cerca de treinta composiciones, entre: pasillos, valses, pasacalles y canciones escolares.

 José Aníbal Pucha Sivisapa, con más de 15 creaciones, entre baladas, pasillos, pasacalles, albazos, tonadas, valses e himnos.

 Freddy Pucha Huaca, con más de treinta obras en los géneros de sanjuanitos, pasacalles, albazos, rondas e himnos.