miércoles, 15 de junio de 2022

IGLESIA DE MADERA, PATRIMONIO CULTURAL DE “SAN ANDRÉS”

  Leyendas y tradiciones andinas / Loja – Ecuador

 



A orillas del río Isimanchi, la floreciente parroquia San Andrés perteneciente a la provincia de Zamora Chinchipe, nació como recinto del cantón Chinchipe, el 30 de noviembre de 1961.

Este mágico pueblo, conserva en un costado del parque central, protegidos y resguardados por un techo de zinc, dos inmensos troncos de árboles que son el testimonio mudo de que en algún momento en este lugar existió una montaña virgen con diversidad de árboles centenarios que posteriormente sirvieron de sustento para sus habitantes en la explotación maderera. 

Al preguntarle a don José Miguel Jiménez Abad, uno de los pobladores más antiguos de la localidad, la razón de porqué están esos trocos ahí, él nos dice: “¡esos troncos son de unos árboles bien grandes que estuvieron ahí cuando llegamos y toda su madera nos alcanzó para construir la iglesia !, ¡son de romerillo!”

Una vez que comenzamos a poblar este sitio, sentimos la necesidad espiritual de tener un lugar de oración, porque somos católicos; entonces junto a Leovigildo Gahona, Juan Delgado y toda la comunidad tumbamos los árboles y aserramos con la sierra de aire entre dos, para lo cual armamos un banco grande y el uno de arriba y el otro de abajo deslizábamos la sierra en los tucos.

De esos dos árboles sacamos toda la madera para la construcción de la iglesia antigua: vigas, listones y tabla.  Creo que nos salieron cerca de cuatrocientas tablas.

La iglesia tiene doce metros de frente por quince de fondo y una vez terminada en 1977 la utilizamos por algunos años para realizar el culto religioso.  De acuerdo al avance y necesidades de la población, construimos una nueva iglesia, por eso en la actualidad tenemos dos; pero a la antigua la mantenemos y la cuidamos como heredad y patrimonio cultural de San Andrés.

El P. Abad, no recuerdo su nombre, pero él fue quien celebró la primera misa aquí, luego vino el P. Vicente de la Cruz y después un polaco de nombre Francisco.

¡No tenemos párroco!  Por eso aquí hay misa solamente en las fiestas o cuando vienen los sacerdotes de Zumba cada mes.

Las fiestas más sonadas que realizamos aquí son: las de Santa Marianita de Jesús y la de San Andrés.

La señora Sonia Calva concuerda con don José Miguel y dice: esos troncos que ve en el


parque son de romerillo, de ahí habían sacado toda la madera y la tabla para construir la iglesia.  A los troncos los conservamos ahí porque son el recuerdo de nuestros ancestros.

Yo nací aquí y a la iglesia ya la vi desde que tenía cinco años de edad; así como también los recuerdo a los sacerdotes que veían: el P. Tomás Costa y el P. Jaime Flores.

Como en ese tiempo no había carretera, para las fiestas, la gente venía en acémilas o caminando desde Zumba, La Palma, La Diversión, Los Rubíes, San José y otros lugares. Todos venían más por la misita y la programación que don Peñita, más conocido como Miguel Guayita, que en calidad de síndico organizaba los actos religiosos y el bazar, así como también las veladas literarias y el baile, desde luego sin descuidar la bulla de los juegos pirotécnicos, cohetes, la vaca loca y el brindis del canelazo.

NOTA.- Conozco otra iglesia de similar característica en el sector de Loyola perteneciente al cantón Palanda y seguramente habrán muchas más en la provincia de Zamora Chinchipe, que hoy se constituyen en joyas patrimoniales.

 

Loja, 9 de marzo de 2022.

 

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