domingo, 16 de octubre de 2016

NAÚN BRIONES EN PAMPA LARGA

Por: Eduardo Pucha S.
 

 
El río Catamayo-Chira sirve de límite entre Ecuador y Perú.   Es ahí, a orillas de este río que se levanta majestuoso Zapotillo.  

En este lugar lo encontramos a don Raúl Flores Villalta, quien a sus ochenta y un años de edad, con una lucidez  y vitalidad extraordinaria, cuenta muchos episodios ocurridos en su pueblo natal.  Entre las muchas historias que recuerda, dice:

Cuando yo era joven, Robertino Moncayo ya era una persona adulta y entonces siempre contaba lo que le sucedió en Pampa Larga al otro lado del río, en el Perú. 

Decía que él con  sus amigos fueron  invitados a una fiesta en este lugar.   Ahí habían chicas bien simpáticas de no perderlas.   Durante el día festejaron y cuando en la noche se terminó el licor Robertino fue a comprar en la tienda más cercana.

Cuando llegó, bromeando al tendero, en voz alta le dice: “manos arriba… esto es un asalto”. Cuando dijo esto, vio entre las sombras que alguien corrió a los matorrales y el tendero le dice, oye Robertino no seas tan loco, es Naún Briones el que estaba comprando municiones, y tú con esa broma le preocupaste creyendo que era la patrulla la que lo buscaba, por eso corrió; pero, no te preocupes, es  mi amigo, siempre viene a comprarme, ya le llamo a que regrese. 

¡Naún, Naún!, le  grita.   Ven, es una broma que te hizo un amigo ecuatoriano, no pasa nada.  Nadie te busca. 

Entonces Naún regresó. ¿Quién me hizo esa broma?  ¡Yo señor!, le responde asustado Robertino. Naún con revólver en mano, dice: mira, no tengo ni una bala, las terminé en la Ceiba.  Muéstrale las que te iba a comprar para cargarlas en mi revolver le dice al tendero.   Gracias a eso te salvaste.

Entonces Robertino más muerto que vivo se olvidó de comprar el licor y regresó corriendo a contar a sus amigos  lo que le pasó por chistoso.

A medio año se le perdieron al papá de Robertino unas mulas que las tenía en Pampa Larga,

Como antes del 41 era normal que los zapotillanos arrendaran terrenos en Pampa Larga para labores agrícolas.   ¡No había frontera real!,  por lo que ecuatorianos y peruanos cruzábamos libremente el río sin problema.   Nadie molestaba.   El trato era igual.

Entonces, fue en busca de la mula que le robaron a su padre.  La mula era fina.  Llegó a Macará, pasó a Sabiango y cuando le cogió la noche pidió posada en la primera casita que encontró para al siguiente día continuar la búsqueda. 

La sorpresa fue inesperada.   Cuando entra a la habitación lo encuentra a Naún conversando con sus compañeros .   Roberto no dijo nada, Naún apenas lo vio le dice: ¡oye sarco, tú eres el que me asustaste en Pampa Larga!, si le dice Robertino, ¡perdóneme la broma don Naún!, es que yo no sabía que estaba ahí.  Olvida eso, le contesta. 

Bueno y qué andas haciendo por aquí.   Aún temeroso le contesta, vengo en busca de una mula que le robaron a mi padre.   No te arriesgues en ir solo más allá le dice Naún.   Estamos controlando el paso de los forasteros, te puede ir mal.  Voy a proporcionarte dos hombres  que te acompañen a buscar la mula. 

Aunque la mula no la encontró, Robertino regresó tan agradecido de la generosidad de Naún.
 
Loja, 16 de octubre de 2016

 

 

domingo, 24 de julio de 2016

EL DÍA QUE EN ZAPOTILLO LLORARON A FIDEL CASTRO

Leyendas y tradiciones
Eduardo Pucha S.

 En Zapotillo, ciudad fronteriza entre Ecuador y Perú, a 220 Km. desde la ciudad de Loja, el día 28 de mayo de 2016 corrió la bola que esa madrugada había  fallecido Fidel Castro.   Así le comunicó Gonzalo Flores a su hermano Raúl, mientras conversábamos con él.  “Hermano, te dejo, me voy porque esta madrugada se ha muerto Fidel Castro, ¿qué no sabías?, le dijo.
Nos sorprendió la noticia porque ese día no habíamos leído la prensa ni escuchado radio alguna.   Estábamos totalmente desinformados.
Terminada la conversación caminamos por una callecita angosta que conserva aún su primer diseño urbanístico y mientras recorríamos ese tramo, nos dábamos cuenta que la novedad aumentaba en casas y portales.   ¡Todos comentaban la muerte de Fidel!  
Donde llegábamos, se escuchaba el mismo comentario: “¡se ha muerto Fidel Castro!”  
Los centros comerciales, las tiendas de abarrotes habían cerrado sus puertas; los vendedores ambulantes igual no realizaban actividad alguna.   ¡Todos consternados por la muerte de Fidel!
Las calles solitarias y silenciosas le daban un acento de tristeza conmovedora a quienes lo conocieron y a quienes no. 
Esta circunstancia hizo que nos encamináramos al puente internacional de Lalamor, veinticinco kilómetros más allá de Zapotillo y en este lugar encontramos igual, soledad y tristeza.  Cruzamos el puente hasta la localidad de Alamor en territorio peruano y nuestra sorpresa fue mayor,  no había nada, nada, solamente ciudadanos peruanos cruzando el puente internacional a territorio ecuatoriano para asistir a los funerales de Fidel Castro.
Comentan que Fidel ha fallecido en Loja y que, en la madrugada, en caravana sus compañeros del volante lo trasladaron desde la gasolinera de Zapotillo hasta Miraflores.
Cerca al río de Lalamor, en la línea de frontera, vive don Iván Maldonado quien lamenta la muerte de su amigo, dice: Fidel fue una persona muy servicial; cuando se le pedía un favor, siempre se lo daba, era bien conocido aquí en el Ecuador y al otro lado del río en el Perú.  Fue amigo de todos, por eso lo extrañaremos mucho en todo Zapotillo.
Siempre hemos estado en su casa, hemos saludado y recibido favores.   Entonces,  por qué no estar allá en sus funerales.   Yo más tarde quiera o no tengo que irme, porque esa es la costumbre.
Aquí en la zona hay una creencia, que al muerto  hay que acompañarlo y despedirlo comiendo en su casa y si fue bien amigo, mucho más, tiene que acompañar al velorio y al entierro, luego regresar a la casa del difunto a la cena: tres platos de comida por lo menos, seco de chivo, seco de res y sopa; esto se hace no porque la comida es gratuita, sino porque la amistad fue grande y el aprecio se lo demuestra así.
Recuerdo, que cuando murió mi padre, luego de que lo llevamos al cementerio algunas personas se quedaron en la casa cocinando, entonces mi hermana sorprendida dice, ¡ya pues, hasta cuando!, es que es así la costumbre hermana, le digo.   Les llamó la atención a la familia que no vivía aquí, a que desde tan lejos vengan a participar de la comida gastando mucho más en pasajes, como por ejemplo Juanito Ramirez, la Michita, Bolívar Rogel.   Es que así es la costumbre y tradición de este pueblo.   Tú tienes que venir a comer, aunque tengas que fletar una camioneta que vale cincuenta dólares, o sea no es que voy a comer porque hay comida gratis, no, yo voy a comer porque los aprecio.
Lalamor y Miraflores en el Ecuador y Alamor en el Perú, son pueblitos  pequeños cercanos pero bien relacionados entre sí, para nosotros no hay fronteras; o sea,  yo paso al otro lado y la gente  me saluda con  consideración y estima, igual ellos vienen acá y tienen el mismo trato.   Entre Lalamor y Miraflores habrán unas trescientas personas y en Alamor sitio peruano hay mucho más, creo unas quinientas; entonces al velorio vendrá no solo gente de estos barrios, sino de otros como: Tronco Quemado, Máncora, Guásimo, Briones, Achotes, Pampa Blanca, Valle Hermoso, y desde el mismo centro de Zapotillo.  
Fidel, fue menor que mí, debió haber estado por unos 62 años, ¡algo así!, termina manifestando muy nostálgico don Iván Maldonado.
Declina la tarde y nosotros llenos de tristeza regresamos a Loja; pero espiritualmente presentes en los funerales de don Fidel Castro.
Loja, 24 de julio de 2016

domingo, 24 de abril de 2016

LA BANDA DE MÚSICOS MÁS ANTIGUA DEL PAÍS ESTÁ EN CHUQUIRIBAMBA





Por Eduardo Pucha S.

La banda de músicos “Dios y Patria”, de la parroquia lojana Chuquiribamba, es la más antigua del Ecuador y de allí que está ya sobre los diversos escenarios 125 años.
Chuquiribamba, el 13 de mayo de 2013, fue declarado Patrimonio Cultural del Estado, en razón de haber conservado por siglos sus bienes culturales tangibles e intangibles, de entre ellos la banda de música.
Las “bandas de pueblo” en nuestro país,  tienen su origen luego de su paso por las principales ciudades del Ecuador de la banda Militar independentista del Batallón Numancia en 1819, quienes  desde Popayán (Colombia) se dirigían a Lima (Perú). 
La agrupación, luego de Quito y Cuenca pasó por Loja y en su corta  estadía deleitó a la población con sus ritmos marciales y populares ejecutando una variedad de instrumentos de viento y percusión, muchos de ellos desconocidos aún en esa época.
A raíz de este acontecimiento se forman las bandas de músicos, primeramente en los cuarteles y luego espontáneamente en los diferentes pueblos de la región andina, bajo la denominación de “bandas de pueblo”.
Chuquiribamba, entonces, no es ajeno a este suceso y el músico José María Pucha en 1891 funda y dirige por tres décadas la Banda “Dios y Patria”, que está vigente hasta la actualidad y que deleita a propios y extraños con sus canciones.
En este sentido, la banda de pueblo más antigua del Ecuador está en la parroquia Chuquiribamba.
El director actual, Virgilio Sinche, dice que en 1954 los directivos de la banda “Dios y Patria” contrataron un músico de la ciudad de Loja de apellido Bustamante para que vaya a la parroquia y enseñe a los habitantes a ejecutar los instrumentos.  Allí estuve yo cuando tenía 14 años.  Recuerdo que don Segundo Bautista le dijo a mi papá, te presto este clarinete para que aprenda el muchacho, si logra te lo vendo (ríe porque dice que el clarinete era bien viejo).   ¡La verdad que si aprendí!, por lo que mi papá me  lo compró y me integré a la banda.
Luego del maestro José María Pucha, se han sucedido algunos directores, entre ellos: Emilio Jaramillo Escudero, Manuel Sinche, Reginaldo Tene, Luis Cuenca Gutiérrez y Luis Tene Sinche, después de él me quedé hasta la fecha.   Cumplo más de treinta años dirigiendo y cerca de los sesenta tocando mi clarinete y saxofón.
A sus 76 años de edad, los recuerda con nostalgia a: Teofilo  Granda, Lauro Aguinsaca, Angel Aguinsaca, Edilberto Gutiérrez, Segundo Curipoma, Manuel Puchaicela, quienes ya fallecieron; ahora son nuevos sus integrantes, de los antiguos solamente quedamos mis hermanos: Florentino, Raúl y yo.
La banda nos ha dado muchas satisfacciones, hemos recorrido algunos pueblos de la provincia de Loja, el Oro y Azuay  amenizando las fiestas religiosas y populares.
Nos complace tener una “banda de pueblo” que pese a sus vicisitudes ha resistido al tiempo.   Su tradición musical la han transmitido de padres a hijos, de generación en generación.  Esta riqueza cultural intangible que Chuquiribamba la conserva, no quisiéramos lamentar su extinción; por lo que sugerimos a nuestras autoridades proteger, preservar, valorar y fortalecer nuestra herencia cultural.

La Hora, 23 de abril de 2016.  Pág. A7.

viernes, 8 de enero de 2016

LA MUERTE DE NAÚN BRIONES

81 AÑOS DE LA MUERTE DEL BANDOLERO MÁS BUSCADO EN EL SUR DEL ECUADOR


 
Por: Eduardo Pucha Sivisaca


El 13 de enero del presente año se conmemora el octogésimo primer aniversario de la muerte del bandolero social más buscado por la justicia lojana en la década de los años treinta del siglo anterior.
Este hecho sucedió allá en Sozoranga el 13 de enero de 1935 en La Quebrada de Piedra Liza cuando recién cumplía 33 años de edad.
Don José Miguel Ayala dice que ese día a las cinco de la mañana escucharon disparos y un gran tiroteo entre Naún y los carabineros comandados por el mayor Deifilio Morocho en la Quebrada de Piedra Liza.  Mi hermano y yo aún muchachos, apenas  amaneció corrimos a verlo y cuando llegamos  al corredor de la casa del Cabildo, por entre la gente nos metimos al fondo y vimos tres cadáveres tendidos en el suelo y la gente decía que el uno era Naún Briones, el otro su primo y el tercero un señor de Sozoranga de apellido Pardo.
Corrobora con este dato la placa recordatoria colocada actualmente en el lugar del escondite en donde murió el bandolero. La placa en referencia dice:
“En este lugar fueron acribillados con bala y dinamita por 42 miembros de las fuerzas del orden, al mando del Mayor Deifilio Morocho los bandoleros románticos: Naún Briones, Víctor Pardo y Rindolfo Espinosa. Bandoleros justicieros que quitaban los bienes a los ricos para repartir a los pobres.   Hecho suscitado el día domingo 13 de enero de 1935 a las 7 a.m.
Recuerdo de: Suboficial 1ro. “Pepe Clímaco Fenicio Celi y familia.
Sto Dgo de los Cdos, 20 de diciembre de 2000”.
Efectivamente, a las siete de la mañana de aquel fatídico día dejó de existir quien en vida fue Naún Briones junto a sus dos compañeros de infortunio.
Don José Alfredo Narváez un nonagenario que aún vive en Sozoranga, dice que en la peña se refugiaron Víctor Pardo, Rindolfo Espinosa y Naún Briones, la tropa los acorraló en la quebrada y ellos les hicieron resistencia y lucharon hasta el final sin tener por dónde correr. 
Deifilio Morocho no pudo capturarlo vivo a Naún, por lo que ordenó dinamitar la peña.   Allí murieron: Víctor Pardo y Rindolfo Espinosa; pero a Naún, no, él mismo se suicidó, eso se constató cuando en 1988 sacamos sus restos del cementerio antiguo para colocarlo en el actual, en el cráneo aún estaba visible el hueco del disparo que él mismo se propinó en la sien derecha. Prefirió suicidarse antes que entregarse a la policía.
Cumplió su sentencia.   Cuando conversaba a sus amigos les decía: “A mí, no me han de coger vivo; si logran, lo harán de muerto.   Cuando se me acaban las balas,  ¡por si acaso!, hago  quedar dos”.
Después que don Abraham Muñoz le hizo la autopsia, la señora Dolores Jaramillo, esposa de Naún, retiró el cadáver para velarlo en su casa y al siguiente día darle cristiana sepultura.
¿Quién fue Naún Briones? ¡Naún Briones fue ladrón!   Un bandolero prófugo de la justicia.   Perseguido por los gamonales y terratenientes de esa época; pero muy querido especialmente por la gente pobre del medio rural del cordón fronterizo entre Ecuador y Perú.
Los adinerados y hacendados de ese entonces lo consideraban como un peligroso criminal; en tanto que el pueblo lo consagraba como héroe popular, héroe de los pobres.
Naún, no fue un bandolero cualquiera, no fue un bandolero común; fue un bandolero que se suma a la lista de la legión de los bandoleros sociales más conocidos y famosos como: Robín Hood, de Inglaterra; Pancho Villa, de México; Mate Cocido de Argentina; Joaquín Murrieta de Chile; Froilán Alama, de Perú, entre otros; porque estos hombres si bien es cierto, actuaron al margen de la ley robando y extorsionando a los ricos; nunca se beneficiaron personalmente, sino que el producto de sus fechorías lo compartían con la gente pobre y menesterosa de la época.
Los testimonios sobran de lo que afirmamos.   La señora Celia Rosa Chamba refiriéndose a Naún Briones, dice: “de él, unos hablan en bien, otros hablan en mal.   Unos dicen que era ladrón; en cambio otros afirman que él robaba a los ricos para regalar a los pobres.   ¡Eso creo más!   Recuerdo, en Cangonamá había una señora llamada Melchora Guevara que cuando murió Naún, lloraba desconsolada diciendo que él fue más que un familiar, le reglaba dinero y le daba ropita”
En el barrio El Naranjo cerca de Cangonamá, don Hortensio Balcázar dice: “A la gente pobre le regalaba plata.   ¡Cómo no le van a recordar!   La verdad, él ha sido bien caritativo, pero murió pobre.   ¿Vea usted, ahora, quien roba para dar a los que no tienen?”
¿En la actualidad, hay bandoleros?  ¡Bandoleros sociales, no!; pero bandoleros comunes, sí; han habido, hay y habrán.   
Hay bandoleros que roban en la calle a los transeúntes y se los conoce como: estruchantes, lanzas, cuenteros, estafadores y enganchadores; en tanto que otros entran a robar en los domicilios y se los  conoce como tumba puertas.   Y unos terceros que en calidad de funcionarios públicos roban en las instituciones sin dejar huella se los conoce como ladrones de cuello blanco o corruptos, con la diferencia, que los primeros roban a los ciudadanos incautos y los segundos roban al Estado. 
Pero, este no es el caso de Naún Briones, a diferencia de los bandoleros comunes él no ha muerto, su figura crece cada día más.   Es un bandolero social lojano que la gente pobre lo añora y lo reclama.
Por eso en coplas bien sentidas le decimos:

Sesenta carabineros
a Naún lo emboscaron
con Deifilio a la cabeza
la peña dinamitaron.

Dijeron que lo mataron
pero eso no sucedió
los pobres aseguraron
que él mismo se suicidó.

Murió el amigo del pueblo
cerca de la Piedra Liza
la gente angustiada llora
el cielo truena y graniza.

En los cantones lojanos
sin  miedo camina aún
tranquilo, valiente, ufano,
el bandolero Naún.
 
Loja, 8 de enero de 2016