San Antonio de Cumbe es una pintoresca parroquia rural perteneciente al cantón
Saraguro, provincia de Loja, que tomando la vía panamericana llegamos a la
población de Paquishapa y desviándonos por una angosta carretera lastrada
recorremos diez minutos y llegamos a este sitio.
Fue elevada a la categoría de parroquia el 2 de julio de 1944 nos dicen
sus moradores. Goza de dos pisos
climáticos: frío y tropical. En el frío
están los barrios Gueledel, Quillín, Piñán y Rodeo; en tanto que al tropical
pertenecen: Zapotepamba, Chayazapa, Chamical y Alverjasloma. Su mayor fuente de ingreso es la agricultura
y la ganadería.
Aquí, cada año en el mes de septiembre llegan miles de devotos desde
diferentes lugares del país e incluso del exterior atraídos por la fiesta de “San
Antonio” más conocido como “San Antonio de Cumbe”. Los milagros y prodigios de esta portentosa
imagen han hecho que su devoción traspase los linderos patrios. Se calcula que llega un aproximado de diez
mil personas.
Don Cristóbal Piedra, apenado dice, aquí vivimos pocos, la mayoría de
gente ha emigrado; pero para las fiestas de septiembre regresan casi
todos.
La fiesta se la celebra en honor a nuestro patrón San Antonio; y
refiriéndonos al santo, Roger Salinas, teniente político del lugar dice: mi
abuelito se llamó Juvenal Salinas, él nos contaba que a San Antonio lo
encontraron en una cueva de Llacuchachi, esto es cerca de un caserío llamado
Alverjasloma. Dicen que se habían
perdido algunas cabezas de ganado, y el vaquero de la hacienda Chayazapa,
temeroso de que el patrón lo castigue poniéndolo en el cepo, buscaba
incansablemente el ganado. Durante tres
días anduvo por todos los rincones de la hacienda. Buscó y buscó sin ningún resultado positivo
y cuando ya se daba por vencido, le encontró un desconocido montado en una
acémila y le interroga: ¿qué andas haciendo? El vaquero se asusta, porque en un
lugar tan lejano, imposible que alguien esté por ahí; pero el señor le insiste:
¡tú andas buscando el ganado perdido, verdad!, no sufras, camina a la parte
alta, allá en la planada están. El
vaquero incrédulo fue al lugar y efectivamente ahí estuvo el ganado. Contento echó lazo a los animales y cuando
emprende el regreso observa al frente en la grieta de un peñasco asentada la efigie
de San Antonio. Emocionado se acerca,
lo toma entre sus manos con mucha delicadeza y regresa contento a su casa en
Mishquiaco, cerca de Cumbe y le arregla un altar para venerarlo; mas ocurre que
San Antonio a los pocos días se regresa a las peñas de Llacuchachi. Dicen que era visible el rastro por donde
regresaba. En la tierra húmeda del
camino estaba intacto la huella de los diminutos piececitos del santo. Llegaban a las peñas de Llacuchachi y, ahí
estaba.
Los moradores conociendo que el Santo no se enseñaba en este lugar construyeron una capilla de bareque con techo de paja cerca de la iglesia actual; pero sucede que tampoco se enseñó ahí, porque seguía regresándose a Llacuchachi. Por último, decidieron construir otra iglesia, en donde está la actual. Desde ahí no ha intentado regresarse. Ahora, muchos se preguntarán ¿cuándo ocurrió esto?, dicen que estas referencias se pierden en la historia; pero la fe religiosa nace con San Antonio y es por eso que le hemos convertido en nuestro Patrono –dice-.
Todos los años le hacemos la fiesta con la ayuda de sus devotos y ellos
voluntariamente se hacen anotar como priostes.
Es la fe y devoción viva posesionada en sus corazones. Dicen que San Antonio es el Patrón de los
enamorados; pero nosotros al de Cumbe lo conocemos como el Patrón de los migrantes.
Por los milagros recibidos hay un sinnúmero de amuletos de oro y plata
que sus devotos le han dejado en agradecimiento y hoy reposan en un cofre
especial que guardan cuidadosamente los síndicos.
Se realiza tres días de fiesta, con la presentación de actos religiosos,
culturales y deportivos. Los priostes
para este año son: Yonder Salinas, Amable Pineda y el Ing. Jairo Montaño,
alcalde del Cantón Saraguro.
Al
finalizar la conversación, le pregunto a don Salinas, ¿Qué dimensión tiene el
Santo?, él me responde, San Antonio es tan grande en milagros y tan pequeño en
estatura, creo que mide 35 centímetros.
Magnífica su reseña sobre San Antonio de Cumbe,concuerda con la tradición de nuestros viejos ancestros. Le cuento que en la novena de San Antonio de Padua escrita por el Rvdo. Padre Víctor Manuel Yanangómez, se encuentra un relato muy parecido; lo que le da más credibilidad a su reseña,Don Eduardo. Le felicito y le envito que nos siga acompañando con su pluma en todo lo relacionado con nuestra humilde parroquia con su grande y milagroso Patrón san Antuquito. Atte. Dr. Gonzalo Salinas Armijos,un cumbeño residente en Ambato.
ResponderEliminarque buena leyenda de mi lindo San Antonio de Cumbe
ResponderEliminar12 de Marzo del 2014
ResponderEliminarMis padres como buenos cumbeños, me contaban la reseña histórica de San ANTONIO . Es muy bonito darse cuenta que en la actualidad tengan la oportunidad de conocer la su historia . Y ver el crecimiento de mi parroquia
ATTE. Zoymar
VIVA CUMBE
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