jueves, 4 de noviembre de 2021

CARLITOS, CHOFER DEL CARRO DEL DIABLO

 


De la literatura popular se han recogido hermosas y curiosas leyendas sobre “el carro del diablo”; en esta ocasión vamos a conocer al chofer.

Don Jorge Narváez Jaramillo, lleno de sinceridad y sano orgullo, dice: Carlitos, el chofer al que usted menciona en el relato anterior: (“Sin carretera aún… llegó el primer camión a Chuquiribamba en la década del cincuenta”), es mi padre.



Carlos Domingo Narváez se llamó; y, por esta increíble hazaña realizada hace 70 años, los amigos de Chuquiribamba le apodaron como el “chofer del carro del Diablo”, aunque verdaderamente, el carro no era propiedad del Diablo, sino de su tío, el cura José Alfredo Narváez.

¡Claro!, por qué no podía el imaginario popular crear este personaje, cuando por estos lugares en ese entonces a los vehículos los conocían solamente por referencias y revistas.  

Mi padre, fue muy audaz y un excelente profesional del volante –continúa-, a sus veinte y dos años de edad, sorprendió a la población, llevando el vehículo de su tío, desde el valle de Catamayo a Chuquiribamba, solamente abriendo huella por una trocha que hacían los mingados en el empinado peñasco de El Atillo y la leve planicie del Sauce a la altura de Chichaca.

Él nos contaba, que por algunas veces las vetas atadas a las yuntas que arrastraban al vehículo y las que sostenía la gente se arrancaban, y entonces, pensaba que hasta ahí llegó y ahí terminó todo. El carro por algunas ocasiones se deslizaba al barranco, pero milagrosamente se quedaba atrancado en algún tronco o chope de monte.  

Cuando todos se reanimaban del susto, con más ñeque continuaban la jornada.

Yo le decía, pero papá, porque no se lanzaba del carro y lo dejaba que ruede solo, entonces él me contestaba, no podía, porque: “el deber de un chofer en ese tiempo, era vencer o morir en su carro”, corroboraba mi madre diciendo, Carlos era un hombre muy audaz y muy valiente que desafiaba sin temor a todos los peligros que encontraba en su camino.

Cuando contaba esta historia, sonriendo y orgulloso presumía, que después de esta hazaña, todas las chicas de Chuquiribamba querían salir con él, pero fue mi madre, Florinda Jaramillo Escudero la única escogida, con quien contrajo matrimonio el 15 de agosto de 1953.  Con ella tuvo 3 hijos: Yolanda del Carmen, Jorge Alfredo y Julio César.

VIDA

Carlos Domingo Narváez, nació en Sozoranga el 4 de agosto de 1929. Es hijo de Teodora Narváez. 

Se gradúa como chofer profesional en 1947.

A más de chofer, fue músico y cantor de Iglesia al servicio de su tío, el Padre José Alfredo Narváez, en Malacatos, Chuquiribamba, Cangonamá y Celica.

En 1969 con la finalidad de educar a sus hijos se traslada a vivir en la ciudad de Loja. Trabajó de chofer en la Cooperativa Loja, en el Banco Ecuatoriano de la Vivienda y se jubila en el Ministerio de Obras Públicas el año 2008

Falleció en la ciudad de Loja, el 1ro de enero de 2020, a los 90 años de edad.

Chuquiribamba, parroquia rural del cantón Loja, hoy declarada Patrimonio Cultural del Ecuador, se honra con la hazaña realizada por Carlitos.

Dedicamos estas líneas, para perennizar el nombre de don Carlos Domingo Narváez, personaje muy importante en la historia y tradición chuquiribambense.

Loja, 19 de agosto de 2021

Lic. Eduardo Pucha S.

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