Leyendas y tradiciones andinas / Loja – Ecuador
La parroquia Chuquiribamba, Patrimonio Cultural del Ecuador está ubicada al noroccidente de la ciudad de Loja, a una distancia de 45 Km.
Para
llegar a este lugar puede hacerlo por la vía: Villonaco – Taquil – Chantaco -
Chuquiribamba o la vía: Catamayo – Chantaco - Chuquiribamba.
RELATO:
Imposible, decían… pero lograron.
Manuel, paisano y compañero maestro que en su
juventud trabajó en una escuelita de la frontera, decía: cuando a la gente de
Celica, Pózul y Pindal les contaba esta hazaña de los Chuquiribambas, no
creían; manifestaban que era imposible que llegue un carro donde no hay
carretera. Yo les afirmaba que sí, porque cuando niño, presencié
este acontecimiento. Vi que llegó el camión en partes desde
Catamayo, la carrocería primero y luego el chasis del vehículo conducido por un
señor de unos cincuenta años de edad que lo llamaban
Carlitos. Cuando llegó a Chuquiribamba lo estacionó frente al
convento y la gente emocionada aplaudía y daba vivas, en tanto que la “banda de
pueblo” integrada por: Miguel Isaías Sinche, Roberto Granda, Teófilo Granda,
Víctor Granda, Apolinario Sinche, José María Pucha y otros, alegraban el
ambiente dándole un matiz de fiesta. Esto fue, en los primeros años
de la década de los años cincuenta del siglo anterior.
Corrobora a este acontecimiento, mi padre, quien fresco de recuerdos decía, cuando la gente de Chuquiribamba se proponía a hacer algo, lo hacía, no había nada que les venza. Es por eso que, antes de que terminen la construcción de la carretera, trajeron un camión.
Recuerdo, en 1951 llegó a Chuquiribamba el curita
Alfredo Narváez y él voluntariamente nos ofreció poner su camión al servicio
del pueblo, pero a condición de que lo vayamos a traer desde Catamayo.
Aunque parecía imposible,
unidos todos los pobladores del centro y los barrios junto a las autoridades de
ese entonces y sus líderes entre ellos: Luis Cuenca Dávila, Clementino
Fernández, Zoilo Carpio, Emilio Galarza, Virgilio Cobos, Emilio Jaramillo,
Deifilio Sinche, Modesto Ortega, Amador Peñarreta, Abelardo Puchaicela, Isaias
Sinche, Pompilio Sinche, Balvino Caraguay, Modesto Pauta, Nazario Saca, Arcenio
Pauta, Eliseo Tene y más, fijamos la fecha para irlo a traer al
carro. El día previsto, salimos de Chuquiribamba a la madrugada y en
las primeras horas de la mañana ya estuvimos listos en Catamayo.
Luis Cuenca Dávila de
Chuquiribamba y Eliseo Tene de Pordel dieron una res cada uno para que las
mujeres en el camino preparen el “caldo” para los mingados y Balvino Caraguay
de Chantaco, llevó cuatro yuntas de toros para arrastrarlo al
carro. Con betas y largos maderos atamos el chasis a las
yuntas y todos uniendo fuerzas halábamos y empujábamos el vehículo.
Como en procesión muy
contentos pasamos Trapichillo, luego de unas horas, y con más dificultad
comenzamos a subir la cuesta agreste de El Atillo, mientras otros mingados
caminaban adelante con palas, picos y barretas abriendo
trocha. Por momentos parecía que bamboleaba y se desplomaba al
barranco, en tanto que las gentes de lado a lado empujábamos y sosteníamos el
vehículo y don Carlos en su asiento de chofer maniobraba el volante y en donde
podía encendía el motor para minorar el esfuerzo que hacíamos.
Cuando pasamos por Chantaco, Carmelo y otros
barrios, los pobladores emocionados gritaban: “¡El carro llega, el carro
llega!”, ya en Chuquiribamba, la multitud en un solo coro gritaba “llegó el
carro”, “llegó el carro”…Fue un día de alegría y fiesta.
"El
pueblo me lo contó
y yo al
pueblo se lo cuento
y pues la
historia no invento
responda
el pueblo y no yo"
Cordobés
Maure
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