Leyendas y tradiciones andinas Loja / Ecuador
La laguna de Chinchilla está ubicada en la parte más alta de la parroquia Celén, perteneciente al cantón Saraguro, dice don Ángel Armijos Tituana, octogenario, vecino de este lugar. Es un sitio maravilloso, visitado permanentemente por gente de este y otros lados. Se calcula que tiene unas 12 hectáreas de superficie, con pequeñas islas que le dan un atractivo especial.
Esta historia contó mi papá, y él dijo que le contó el suyo, como si se tratara de un hecho real –continúa don Ángel. Una vez, los pobladores de Selva Alegre para amenizar sus fiestas contrataron a la banda de músicos de Guanazán; éstos con la finalidad de cumplir el compromiso, echaron sus instrumentos al hombro y emprendieron la caminata porque para llegar a este pueblo había un largo tramo que recorrer por el camino de herradura a pie. Para abreviar el viaje escogieron el recorrido más corto y lógicamente tenían que pasar por la orilla de la laguna y cuando estaban muy cerca, les encontró una señora atractiva, guapa y joven, quien les pide que se quedaran tocando en este lugar para la fiesta de la Virgen del Carmen y que del pago no se preocupen si es que se ponían de acuerdo.
Como la oferta fue halagadora, no les pareció mal. Aceptaron. Entonces ella los condujo hasta una iglesia en donde estaba la virgencita, y en ese momento se dan cuenta que estaban en una ciudad hermosa y grande. Turbados de la emoción no saben qué hacer. Recorren algunas calles y observan que la algarabía de la fiesta es grande. Como pólvora se había regado la noticia de la presencia de la “Banda de Guanazán”.
Tocaron el albazo, el medio día y la misa de fiesta. Muy preocupados por llegar a cumplir el compromiso en Selva Alegre, deciden continuar su viaje, a lo que la señora que les contrató les dice: no se inquieten, porque la presencia de ustedes aquí, también la ven allá, igual que aquí, ustedes están tocando en la fiesta de Selva Alegre; así como la gente baila aquí, lo hacen allá. ¡La presencia de ustedes es simultánea!
Se pasaron tres días enfiestados. Una vez terminada, reciben su pago de acuerdo a lo convenido, y además les gratifica en sus alforjas unas mazorcas grandes de maíz blanco y otras de maíz amarillo. Luego les dice que para regresar a su tierra, lo hagan por el mismo camino por donde vinieron; pero sin regresar la mirada hacia atrás; compromiso que debían cumplir, y si lo hacen, ella los amenazó con hechizarlos.
Pero como no falta un desobediente y curioso, dos músicos hicieron caso omiso y regresaron la mirada hacia atrás, y entonces la laguna se enfureció y el agua se desbordó y en grandes cantidades, les siguió hasta alcanzarlos y llevarlos en su corriente.
Como los demás sí cumplieron las instrucciones dadas por la señora, no les pasó nada. Pronto llegaron a Guanazán contentos con su buena paga y maravillados que en sus alforjas, en vez de mazorcas de maíz, encontraron mazorcas de oro y plata. De los dos compañeros que se los llevó la crecentada, no supieron más.
Como la oferta fue halagadora, no les pareció mal. Aceptaron. Entonces ella los condujo hasta una iglesia en donde estaba la virgencita, y en ese momento se dan cuenta que estaban en una ciudad hermosa y grande. Turbados de la emoción no saben qué hacer. Recorren algunas calles y observan que la algarabía de la fiesta es grande. Como pólvora se había regado la noticia de la presencia de la “Banda de Guanazán”.
Tocaron el albazo, el medio día y la misa de fiesta. Muy preocupados por llegar a cumplir el compromiso en Selva Alegre, deciden continuar su viaje, a lo que la señora que les contrató les dice: no se inquieten, porque la presencia de ustedes aquí, también la ven allá, igual que aquí, ustedes están tocando en la fiesta de Selva Alegre; así como la gente baila aquí, lo hacen allá. ¡La presencia de ustedes es simultánea!
Se pasaron tres días enfiestados. Una vez terminada, reciben su pago de acuerdo a lo convenido, y además les gratifica en sus alforjas unas mazorcas grandes de maíz blanco y otras de maíz amarillo. Luego les dice que para regresar a su tierra, lo hagan por el mismo camino por donde vinieron; pero sin regresar la mirada hacia atrás; compromiso que debían cumplir, y si lo hacen, ella los amenazó con hechizarlos.
Pero como no falta un desobediente y curioso, dos músicos hicieron caso omiso y regresaron la mirada hacia atrás, y entonces la laguna se enfureció y el agua se desbordó y en grandes cantidades, les siguió hasta alcanzarlos y llevarlos en su corriente.
Como los demás sí cumplieron las instrucciones dadas por la señora, no les pasó nada. Pronto llegaron a Guanazán contentos con su buena paga y maravillados que en sus alforjas, en vez de mazorcas de maíz, encontraron mazorcas de oro y plata. De los dos compañeros que se los llevó la crecentada, no supieron más.
Leyenda publicada en la Revista del Gobierno Descentralizado del Cantón Saraguro / Año 8 / Nro 8 /marzo de 2012
interesante y poco didfundido
ResponderEliminarwow
ResponderEliminarRevise bien la ubicación antes de publicar esta información, la laguna no se encuentra ubicada en la parroquia Manu, esta ubicada en la parroquia Celén
ResponderEliminarGracias la información.
EliminarSi pertenece a la parroquia Manu solo q celen quiere hacerce dueño de lo no le pertenece
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