Leyendas
y tradiciones
El 28 de junio de 2017, vísperas de la fiesta
de San Pedro, Patrono de Saraguro, Lolita Cañar y Lucho Jaramillo me comentaron
que están invitados a la casa de don Modesto Ordóñez, el mayordomo principal. Fui con ellos.
Caminamos
algunas cuadras, luego ascendimos un tramo pequeño hasta llegar a la casa de un
lugar con amplia vista a la ciudad, ahí estaba congregada mucha gente y los
anfitriones bastante ocupados, en unos platos grandes repartían comida a todos
los que llegaban. Manifestaban los presentes, que desde las tres de la tarde ya
habían servido a decenas de invitados.
Eran las cinco, y en un corredor de la casa no descansaba de tocar una “banda
de pueblo” que a la vez provocaba y hacía bailar a los asistentes, para
luego encaminarse en desfile hasta la iglesia matriz llevando los castillos
y las vacas locas para quemar en la noche, en honor a su Santo
Patrono.
La
fiesta es novedosa, dice el octogenario Olmedo Jaramillo, mucho mejor que la
del Diez de marzo. ¡La recuerdo así, desde
mi niñez! Comienza con el rezo de la
novena en la casa del mayordomo y los priostes. Es muy bonita especialmente
cuando pasan por la calle los disfrazados con las bandas de músicos que golpeando el bombo y los platillos despiertan
la curiosidad del pueblo. En este año
han venido dos bandas, una de Cuenca y otra de Chuquiribamba. ¡Son muy
buenas! Desde Tungurahua también ha
venido la Diablada de Píllaro, que es un grupo de personajes populares disfrazados
con atuendos rojos y máscaras grandes sobresaliendo dientes y cuernos de
animales para sumarse a nuestro folclor. ¡Va a estar lindo! Son más de treinta integrantes y han venido con
músicos propios.
Un hijo
de don Modesto, dice: la fiesta la celebramos por tradición, es una devoción
grande que tiene la familia y esto viene desde mis bisabuelos, hoy está
cumpliendo este compromiso mi papá. Damos gracias a Dios por tenernos con vida
y salud.
Dura
de cinco a seis días, por lo que resulta un poco onerosa ya que hay que
sufragar gastos en comida, castillos, disfraces, banda de músicos y otros; pero
es gratificante servir a Dios y recibir milagros.
Por
ejemplo, el día de hoy junto con los integrantes del Club San Pedro de Saraguro
salimos de nuestra casa con las vacas locas, los disfraces y castillos, hay uno
de diez pisos que lo llevan los devotos hasta la iglesia matriz y van por las
calles de la ciudad con los músicos adelante para quemarlo en la noche. Esto hacemos por el cariño que le tenemos al
Santo.
Mañana
es la misa de fiesta, el templo y la plaza se llena. La devoción es tan grande, que los feligreses
que desean ser mayordomos solicitan al señor cura párroco con mucha anticipación. Conocemos que ya están nombrados los principales
y secundarios hasta el año 2022.
San
Pedrito es milagroso, por lo que no le fallamos.
Loja, 26 de junio de 2020 / edup.