jueves, 22 de marzo de 2012

CHUQUIRIBAMBA ¿QUÉ SABEMOS DE ESTE PUEBLO?


Texto tomado del libro: CHUQUIRIBAMBA, SEMILLERO DE MÚSICOS Y ARTISTAS Autor: Eduardo Pucha Sivisaca

Al noroeste de la ciudad de Loja, en las faldas del nudo de Sansigre y muy cerca del cerro Santa Bárbara, a una altura de 2.725 m. sobre el nivel del mar, se levanta el legendario y próspero pueblo de Chuquiribamba. Está unida por una carretera de tercer orden desde su cabecera provincial, a una distancia aproximada de 45 Km. Tiene una extensión de 198 Km2 y su temperatura promedio fluctúa entre los 12,5 oC.
Límites
Limita al norte con la parroquia de Gualel, siendo su línea limítrofe, la línea imaginaria que parte desde el este del cerro Aguarongo, hasta el cerro Ramos y por su cumbre hasta la loma Kerosene en que nace la quebrada Guaylo, por esta aguas abajo hasta la desembocadura en la quebrada de las Lajas, tomando por esta aguas abajo, hasta su desembocadura en el río Gualel.
Por el sur, con la parroquia Chantaco y cantón Catamayo, siendo la línea limítrofe desde el este, el nacimiento de la quebrada Sayo, hasta desembocar en el río Chantaco, siguiendo un pequeño trecho hasta la quebrada Taquil o Fátima, por esta aguas arriba hasta su nacimiento en las faldas del cerro Buradañi, por el cual se sigue una línea imaginaria hasta el nacimiento de la quebrada Huacaquín o Uritoguaser, hasta que desemboca en el río Gualel, donde empiezan los límites con la parroquia El Cisne.
Por el este, con la parroquia Santiago y Taquil cuya línea limítrofe empieza al norte en el cerro Aguarongo, continuando por la cordillera Santiago, el cerro Santa Bárbara, hasta el cerro Zopata, desde donde se toma una nueva línea imaginaria hasta encontrar el nacimiento de la quebrada del Oso, de donde se desvía al cerro Sayo y de éste al nacimiento de la quebrada del mismo nombre que desemboca en el río Chantaco, donde se inician los límites por el sur ya descritos.
Por el este, con la parroquia Gualel y El Cisne, partiendo de la desembocadura de la quebrada Las Lajas en el río Gualel y por éste aguas abajo hasta la desembocadura de la quebrada Huacaquín, donde terminan los límites por el sur.
Barrios
Los barrios que componen la parroquia de Chuquiribamba son: Tesalia, Guayllas Grande, Saracápac, Casachir, Huiñacápac Oriental, Huiñacápac Occidental, Zañi, El Carmelo, El Calvario, Pordel, San Vicente, Miraflores, Simón Bolívar, La Dolorosa, Chaquircuña, La Unión, San José, Reina del Cisne y Calucay.
Población[1]
En 1990, Chuquiribamba tenía 2.982 habitantes; y de acuerdo al censo realizado el 25 de noviembre del 2001, tiene 2.218.
¡QUÉ SABEMOS DE CHUQUIRIBAMBA!

"Los chuquis eran Paltas auténticos y rebeldes, guacamayos guerreros que habían defendido su tierra hasta lo imposible contra Incas y Españoles".
P. Oswaldo Celi

Escasa es la bibliografía referente a nuestra parroquia, pero de lo que hemos podido rescatar, en párrafos de textos de diferentes autores, encontramos las referencias del Padre Osvaldo Celi, en su libro "Cosas del Ayer Lojano", publicado en 1976, en su relato "Loja o Nada Carajo", nos describe la existencia del pueblo de Chuquiribamba, haciendo resistencia a los conquistadores españoles en el año de 1546-1547, es decir, antes de la fundación de Loja; luego en una crónica de los Padres Franciscanos, se narra el traslado de la Virgen del Cisne a la parroquia de Chuquiribamba en 1617; así como los datos consignados en la Monografía de la Diócesis de Loja publicada en 1966, señalan que esta parroquia se convierte en doctrina Franciscana de la Santa Provincia de Quito en 1694, es decir en esta fecha nace como parroquia eclesiástica; y en el libro Historia Social del Sur Ecuatoriano, página 291, del profesor Hernán Gallardo Moscoso[2], se precisa que cuando el Ecuador se separó de la Gran Colombia en 1831, Chuquiribamba se inscribe como parroquia civil, de acuerdo a las primeras Leyes de División Territorial.
El grupo étnico de los Chucum-bambas pertenecían a la gran nación de los Paltas antes de la conquista incásica; y, la fundación del pueblo de Chuquiribamba se la supone por esta época; prueba de ello son los estudios realizados por los arqueólogos Paúl Rivet a inicios del siglo anterior y la Dra. Matilde Temme (alemana), que en pocas líneas nos confirman la existencia de vestigios de culturas antiguas en esta zona.
La Dra Temme dice:
"Durante viajes en el norte de la provincia de Loja, y caminatas en la hoya de Loja en los años 1968-69 y ahora desde julio de 1975, averigüé terrazas parecidas y artificiales en los siguientes sectores: (...) Chuquiribamba (Pordel, Huallazhapa).
(...) En la historia documentada de la provincia de Loja está desconocida por completo la cultura de los Paltas, que poblaron esta región; igualmente no se sabe nada definitivo sobre la cultura en el tiempo Incásico, que se desarrolló sobre la cultura Palta. Así no se deja juzgar si las terrazas son de origen preincaico o incásico" [3]
Las terrazas a las que se refiere la Dra. Temme, eran sistemas utilizados para el cultivo y riego de sus tierras, a decir de la investigadora, esta gente tenía un conocimiento avanzado sobre el arte del riego.
Paúl Rivet, afirma que:
"Descubrió sepulcros consistentes en delgadas planchas de piedra con la tapa colocada casi ha flor de tierra, a manera de ataúdes pétreos, en Chuquiribamba, Santiago y San Lucas" [4]

Confirmamos esta aseveración, ya que muy cerca de las "terrazas" de Pordel, la señora Evangelina Medina cuenta que hace más de cincuenta años, cuando construían su casa, encontraron una tumba con un esqueleto humano sobre unas piedras planchas grandes y a su alrededor pedazos de objetos de barro cocido. Muy cerca de esta zona no es raro encontrar los denominados “vishos de gentil”.

CACIQUES DE CHUQUIRIBAMBA EN TIEMPO DE LA COLONIA

"El cacique fue un gobernante criollo en estas parcialidades. El cacicazgo era como las dinastías reales, así, hereditarias, de primogenitura, de privilegio y de castas especiales. Los españoles aprovecharon de estas autoridades para sus fines de lucro personal y para el siempre exhausto tesoro de su Majestad" [5]

Estos son los nombres de algunos caciques que se sucedieron hasta 1756, desconociéndose nombres de caciques posteriores. De lo que se tiene referencia es que hasta 1890 aproximadamente e inicios del siglo XX, aún se conservaba esta forma de gobierno indígena, y que ellos colaboraron decididamente en obras comunales y en la construcción de la antigua iglesia. Entre ellos se mencionan a Melchor Valle y Abel Medina.
Caciques:
1649 Cristobal Lanche; 1676 Gaspar Carguay, Miguel Lema y Francisco Navarro; 1682 Alonzo Lanche; 1705 Andrés Ogoño, Francisco Ogoño y Francisco Carguay; 1754 Tomás Carguay; y 1756 Juan Bautista Carguay. [6]

LITIGIO DE LAS TIERRAS DE CHANTACO
CON EL PRESBÍTERO LOPE DE LA TORRE

El cacique Cristóbal Lanche, en razón de que su comunidad no tiene tierras suficientes para el cultivo, en junio de 1649, en representación de los indígenas, pide al Gobernador y Justicia Mayor de Loja, Don Diego Castro, en venta y posesión de las tierras de Chantaco. Éste le encargó al presbítero don Lope de la Torre y Guzmán para que proceda a vender; más, curiosamente Lope de la Torre, se las adjudicó él mismo dichas tierras por el valor de cien pesos, perjudicándoles a los indígenas de Chuquiribamba.
Frente a esta usurpación ilegal y de mala fe, así como del continuo maltrato de que eran objeto todos los indígenas, Cristóbal Lanche se queja ante el Virrey Ecmo. Marqués de Mancera y se inicia un juicio que se convierte en un litigio que duró más de 50 años, a lo que posteriormente y a su turno les tocó proseguir a los caciques: Gaspar Carguay, Miguel Lema y Francisco Navarro, quienes así mismo dirigen sus reclamos a la Real Audiencia de Quito.
Dícese que Gaspar Carguay, para suplir los gastos que este juicio demandaba, empeñó donde el señor cura párroco de ese entonces, tres mulares de su propiedad por la cantidad de 100 pesos.
"Este Juicio se prolongó por largos años hasta que en el mes de febrero de 1705, el corregidor de Loja Don José de Saavedra Bustamante mandó citar al Bachiller Lope de Torres y Guzmán con la sentencia.
El 2 de octubre de 1705, el Capitán Don Manuel de Benavides, Alguacil Mayor de Loja, dio la posesión de las tierras de Chantaco a los indios de Chuquiribamba, representados por sus caciques Andrés Ogoño y Francisco Carguay, sin perjuicio de tercero, en nombre de su Majestad. Tal fue el fin de un juicio tan ruidoso que duró más de cincuenta años”[7].

De acuerdo al censo de los indios de Chuquiribamba que demandaban las tierras de Chantaco, en 1676 eran 411 hombres.

CACIQUE DE CHUQUIRIBAMBA DENUNCIA A FRAILE EN 1756

Los curas, no todos por cierto, en algunas ocasiones abusaron de los indígenas; y, este es el caso que se presenta en el año 1756, cuando Fray Francisco Vélez, en calidad de beneficiario de San Juan de Chuquiribamba, de la providencia de Ambocas", los extorsionaba, a los indígenas, exigiéndoles los tributos y contribuciones para la iglesia. Se dice que era capaz de cobrar hasta por las manchas que dejaban el humo de las ceras de la liturgia; así como los excesivos agravios en su dignidad, tomándose a cargo de todas las indígenas jóvenes, con el pretexto de que eran huérfanas, para educarlas en la doctrina cristiana, así como para prepararlas en la iniciación de la vida conyugal.
Esto molestó mucho a los nativos; entonces el cacique Juan Bautista Carguay en representación de su comunidad presentó su airado reclamo a la Real Audiencia de Quito. Una vez conocida la denuncia en las instancias superiores, el obispo Nieto Polo en vez de hacer justicia, se parcializa a Fray Francisco Vélez, y atendiendo al pedido hecho por éste, ordena la expulsión de Carguay de su cacicazgo.
Este litigio dura algún tiempo y pese a las influencias y maquinaciones que se realizan, la Real Audiencia de Quito ordenó "La restitución de todo lo cobrado indebidamente a todos lo indios y la devolución de todas las indiecitas huérfanas, bajo la pena de mil pesos" [8] ; así como la restitución del cacicazgo a Juan Bautista Carguay

LA MASACRE DEL SEIS DE ABRIL EN 1946

El Gobierno Nacional en 1940 decreta la Ley de la "Conscripción Vial", que consistía en una importante contribución ciudadana a través de los conscriptos viales en la construcción de las carreteras en la provincia.
La población de Chuquiribamba no era ajena a esta ley, como tampoco rehuía al cumplimiento de este deber cívico. Lo que no estuvieron de acuerdo es que las autoridades le hayan dado uso indebido a la misma y abusen de ellos. Dicen que les enviaban a trabajar en las carreteras más días de lo estipulado en la ley, corriendo con todos los gastos de alimentación; en tanto que los familiares y amigos de las autoridades no lo hacían.
Así mismo, llegaron al extremo de prohibirles a los habitantes de los barrios de la parroquia, caminar libremente por las calles de su pueblo pasado el medio día, y en caso de hacerlo eran encarcelados, maltratados y multados.
El abuso era tan exagerado, que el ciudadano que por desgracia era apresado, en la noche, luego de ser maltratado físicamente lo conducían a la quebrada de Cocheturo en donde le obligaban a bañarse en esas heladas aguas.
Esto molestó mucho a los pobladores de los barrios, y el día 6 de abril de 1946, la paciencia había colmado. Todo el pueblo con sus respectivos barrios, encabezados por el de Pordel, se enfrentan a las autoridades y a los carabineros, y estos les responden con bala a los manifestantes. El resultado: 32 heridos y 4 muertos. Fallecieron en la contienda: Raúl Sinche, Víctor Pucha, Manuel Reinoso y Julia Medina, héroes anónimos que ofrendaron sus vidas para eliminar la Conscripción Vial y el abuso de sus autoridades.
Los cabecillas posteriormente tuvieron que enfrentar juicios penales en la ciudad de Loja. Ellos fueron: los hermanos Agustín y Lauro Pucha Medina, los hermanos Polibio y Francisco Pucha Gutiérrez, Vicente Sivisaca, y otros.

SACERDOTES DE LA PARROQUIA SAN JUAN DE CHUQUIRIBAMBA

El 29 de junio de 1695 se hizo cargo de esta comarca, el primer doctrinero franciscano, Fr. José Valarezo, regentado por la provincia de Quito; el 16 de septiembre de 1775 llega el primer párroco, Dr. Juan de Torres Hinojosa, perteneciente al Obispado de Cuenca; y el 13 de septiembre de 1871 el párroco Fray José María Aguirre, perteneciente a la Diócesis de Loja. Así tenemos una lista grande de sacerdotes que se sucedieron, sumándose hasta ahora más de cien. Actualmente se encuentra al frente de la parroquia el P. Francisco Ochoa. Anterior a él estuvo el P.Guillermo Torres.

LOS CISNEÑOS SE NIEGAN A ENTREGAR
A LA VIRGEN PARA LA PEREGRINACIÓN A CHUQUIRIBAMBA

Refiriéndonos a la Santísima Virgen del Cisne, ella desde el tiempo de la colonia era conducida por los peregrinos, desde su Santuario hasta Chuquiribamba, el 20 de noviembre de cada año, para retornar el primero de diciembre.
La señora Dolores María Jaramillo de Aguilar, con lujo de detalles, hace una referencia que nos traslada a la década de los años veinte aproximadamente y en una reseña sobre la portentosa Imagen en una de sus partes dice:
"Y ya están los peregrinos a sus plantas: sudorosos, de labios secos por el sol caen a sus plantas. Y le dicen Dios te salve María".
El Dr. Luis Aguirre y el párroco del Cisne arreglan la Santa Imagen para que no haya ningún peligro en el camino escabroso. Ya le ponen el vestidito de viaje, luego el sombrerito. ¡Que linda está! como la envidian las estrellas... En la plaza hay centenares de Chuquiribambas y de Cisnes, unos para traerla, los otros para encaminarla. Canastos de chagrillo, pétalos en flor para poner a su paso. [9]

En 1933 por un mal entendido de los pobladores del Cisne, estos se niegan a entregarla a la portentosa Imagen para que los peregrinos la trasladen a Chuquiribamba como de costumbre, y la señora Dolores María Jaramillo, en otra parte de su relato refiriéndose a este acontecimiento manifiesta:
"El día 20 de noviembre de 1933 cientos de peregrinos madrugaban a la vecina parroquia del Cisne con un corazón lleno de devoción para lo que era su reina.
Arreglaban en el centro del pueblo. Se hacen los preparativos para la recepción, mejor que ningún año. (...) ¡Y que sorpresa! ... Un emisario enviado desde el Cisne, por los de Chuquiribamba anunciaba la noticia de que no venía la Reina, que los pobladores del Cisne las habían escondido, que las puertas del templo se encontraban con llave, y que en el atrio solo se veía piedra amontonada.
Ante tal situación los peregrinos suplicaban con lágrimas que fuera entregada la Santa Imagen sin conseguir respuesta favorable”[10].

MIDEROS PINTÓ EL CUADRO DE LA VIRGEN DEL CISNE
PARA CHUQUIRIBAMBA

Dada la situación conflictiva entre los pueblos del Cisne y Chuquiribamba al no permitírseles de que se realicen las peregrinaciones acostumbradas todos los años, el Dr. Florentino Muñoz, párroco de Chuquiribamba, ideó una solución salomónica al problema. Le solicitó a su sobrino el Dr. Gilberto Muñoz, quien trabajaba en Quito, para que le contrate al mejor pintor de ese entonces y le pinte un cuadro de la Virgen, pero que no sea una réplica de la escultura existente en el Cisne, "sino algo que de alguna manera la reemplazara, sin quitarle nada absolutamente de su atractivo". Y así fue, el Dr. Gilberto Muñoz, en compañía de don Nicolás Guaya y Segundo Cuenca acudieron donde el señor Víctor Mideros, uno de los mejores exponentes de las pintura ecuatoriana y lo contrató. El artista se comprometió a cobrar solamente el valor de los materiales: y después de algunos meses la obra estaba concluida. Cuando la transportaban desde Quito a Chuquiribamba, mucha gente acudió a recibirla en Saraguro, allí estuvieron Diego Remache, Segundo Remache, Reinaldo Cuenca, Venancio Loarte y otros. El cuadro mide dos metros de altura y costó setecientos veinte sucres. La bendición del referido cuadro se realizó el día 10 de agosto de 1935, y dícese que en la construcción de la iglesia anterior que en ese entonces estaba por terminarse, se escogió un lugar preferente para que sus hijos la veneren por siempre.

DONAN UN INCENSARIO Y UN PEDESTAL
PARA LA VIRGEN DEL CISNE, EN 1930

Como se puede apreciar, la devoción de nuestro pueblo hacia la Santísima Virgen del Cisne, data desde 1617. Han transcurrido más de tres siglos y esa fe viva continúa.
Merece puntualizar un acontecimiento muy importante realizado en la solemne ceremonia de la Coronación de la Portentosa Imagen en la ciudad de Loja, en el año 1930.
"En esta parroquia, perteneciente al cantón Loja, se formó un comité de hombres, constituido así: Presidente, el Sr. Doctor D. Luis Antonio Aguirre, cura párroco; Vicepresidente, el Señor Teniente Político; Secretario, el Señor Preceptor de la Escuela de niños; Tesorero, Sr. Modesto Valarezo; Vocales: Srs. Emilio Galarza, Emilio Jaramillo E., Reinaldo Sinche, José M. Pucha, Virgilio Cobus, Clementino Fernández y Nicolás Guaya.
El pueblo de Chuquiribamba mandó a trabajar con el notable orfebre Sr. Francisco San Martín un incensario de plata, según diseño del Rvdo. P. Lazarista Pedro Brüning, y lo obsequió a la Santísima Virgen del Cisne, para las fiestas de Coronación. Le obsequió así mismo un bellísimo pedestal de madera. Forman los extremos superiores del pedestal dos ángeles postrados de rodillas, arrobados y ofrendando claveles y azucenas a la Virgen; ocupan la parte inferior tres querubines que emergen de las nubes, a los pies de la Reina Celestial. Colocada allí la Sagrada Efigie, resulta de un efecto estético admirable. El artista cuencano que trabajó este pedestal es el Sr. David Filóromo Quizhpe" [11]

Estas ofrendas de devoción que las hizo el pueblo de Chuquiribamba, se realizó en la cuidad de Loja el día 5 de septiembre de 1930, y los preparativos y acontecimientos se dieron así:
"Preparados los habitantes de Chuquiribamba y de sus barrios y anexos, mediante ejercicios espirituales, dados desde los últimos días de agosto por nueve sacerdotes, salieron del pueblo, el 4 de septiembre, a las 10 a.m. en piadosa peregrinación dirigida por varios sacerdotes. El 5, a las 12m., llegaron al carretero Norte, cerca de la cuidad, dos mil quinientos peregrinos. A las doce y media comenzó el desfile. Rompía la marcha la banda – Obreros de Loja; Seguía una artística y moderna estatua de San Juan Bautista, Patrono de Chuquiribamba, bajo una frondosa palma. Continuaban los hombres en hileras de a seis, llevando palmas y dando vivas a la Virgen, a la Iglesia a la Patria y a Loja; después de ellos venía la escultura de un ángel; trayendo un artístico incensario de plata; muchos niños con sus braserillos de incienso cerraban el enorme grupo de hombres. Bandas indígenas de flautistas daban al desfile algún tinte eglógico, El desfile de mujeres comenzaba por la Congregación de Hijas de María y de la adoración Perpetua, con sus estandartes y cintas distintivas. En medio de ellas traían el hermoso pedestal de madera que obsequiaba el pueblo a la Santísima Virgen. Después de las congregaciones seguía un numerosísimo grupo de mujeres que llevaban ramos y flores; y cerraba el desfile la banda de músicos de Chuquiribamba.” [12]

VIALIDAD

Carretea Chuquiribamba – Catamayo
"La carretera Loja-Saraguro se empezó a construir en el año 1931 con el concurso exclusivo de peones y herramientas de mano, cosa admirable que demuestra el increíble esfuerzo que representó su construcción” [13]

En la década de los años treinta, Loja comienza la construcción de sus carreteras para unirse con las ciudades de la Sierra y la Costa. Se conoce que la carretera de Loja a Saraguro se la inició en 1931, a través de la contratación de personas y herramientas de mano.
Chuquiribamba, liderado por su cura párroco, el P. Manuel Ignacio Romero, en el mes de abril de 1939 forman el “Comité de Vialidad”, dirigidas por las señoras: Rosa E. Jaramillo de Galarza, en calidad de Presidenta; Natividad Reinoso de Bastidas, Vicepresidenta; Dolores Jaramillo E., Secretaria
El primer paso que dieron las integrantes de este comité, fue el dirigirse al Dr. Aurelio Mosquera Narváez, Presidente Constitucional de la República y al señor Ministro de Obras Públicas, para conseguir se realicen los estudios de la carretera Chuquiribamba – Catamayo. Se dice que movieron todo resorte político que estuvo a su alcance, hasta que lo consiguieron.
El día 7 de agosto de 1939, en gran algarabía, más de un millar de personas, desde las primeras horas de la mañana estaban presentes en la gran minga para dar inicio a la construcción de la carretera, que marca una nueva etapa en el destino de este pueblo. Luego de esta minga se realizaron muchas más, pero lamentablemente este sueño no se pudo cristalizar pronto. La construcción de esta carretera duró 18 años.
El primer carro que llega a Chuquiribamba utilizando esta vía es en el año de 1957.

Carretera Chuquiribamba – Loja

A partir de la década de los años 60, Chuquiribamba se une a la ciudad de Loja con una carretera que pasa por los sitios: Chantaco, Gonzabal, Taquil, Salapa, Motupe.
Como se trataba de una carretera angosta y de difícil acceso desde el sector de Cachipamba a Salapa y Motupe, el H. Consejo Provincial de Loja, a través de su titular el Dr. Salvador Valdivieso Burneo, rediseña la vía desde Loja a Taquil y construyen otra que entra desviando la carretera principal que une Loja con Catamayo, por el sitio La Aguangora, Cera y Taquil. Esta obra es concluida en el año de 1979.
Han pasado 28 años, y los pueblos del sector nororiental: Taquil, Chantaco, Chuquiribamba, Gualel y El Cisne, a través de sus autoridades y fuerzas vivas, han presionado a los organismos de desarrollo para que se realice el asfaltado de esta vía hasta la parroquia El Cisne. Hay una ligera esperanza, quizá se materialice algún día. Diario La Hora, en la página A2 del 11 de julio de 2007, trae la siguiente nota de prensa: “Inician trabajos en vía Villonaco – Cera. (…) El Municipio de Loja asignó 150 mil dólares para el asfaltado de la vía, con los cuales la institución ha iniciado los primeros trabajos, afirmó Jorge Benavides, jefe municipal de Obras Públicas. Añade que se aspira que el Consejo Provincial, Ministerio de Obras Públicas y la Subcomisión Ecuatoriana PREDESUR, se pronuncien sobre el proyecto, ya que estos organismos se comprometieron a través de la firma de un convenio de cooperación interinstitucional a apoyar la obra. (…) El municipio de Loja ha designado a Jorge Guerrero, para que sea el responsable de coordinar acciones con las instituciones participantes; en caso de no existir respuesta positiva por parte de las entidades involucradas, la municipalidad ejecutará los trabajos hasta donde alcancen los recursos existentes en el presupuesto, destacó Luis Sarmiento, director municipal de Gestión Territorial”.

Diario “Centinela”, en el EDITORIAL del día domingo 15 de abril de 2012, dice lo siguiente:
“FIESTAS SIN VÍA”

Las parroquias del cantón Loja, Chuquiribamba y el Cisne, iniciaron las actividades para festejar su aniversario de vida política, las autoridades hacen todos los esfuerzos para que el mayor número de turistas asistan a la programación y así reactivar la economía local.
Sin embargo se topan con un gran problema que frena toda posibilidad de conseguir sus objetivos: la vialidad, situación que empeora con la presente temporada invernal que ha desnudado los graves inconvenientes viales de la provincia de Loja.
La vía que une a las parroquias noroccidentales: Taquil, Chantaco, Chuquiribamba, Gualel, El Cisne, se encuentra en pésimo estado, no ahora, esto ha sido siempre.
Las gestiones de los presidentes de las juntas parroquiales hasta el momento no han dado resultado positivo; a eso se suman las falsas promesas de las autoridades que cada vez que visitan estas zonas productivas ofrecen concretar el asfaltado, pero nada.
Incluso, hace algunos años, se llegó a firma un convenio interinstitucional para asfaltar el tramo hasta el barrio Cera, sin embargo no siquiera el papel, resistió la falsedad de la palabra.
La que más sufre las consecuencias es la parroquia Chuquiribamba, porque en el caso de El Cisne tiene la vía principal de acceso, por San Pedro de la Bendita (Catamayo) recientemente asfaltada.
El potencial turístico de Chuquiribamba mejorará con la pronta declaratoria de patrimonio cultural del Ecuador, pero sin el principal medio de comunicación no servirá de nada.
Esperamos que los estudios contratados por el Gobierno Provincial de Loja no se queden solo en el papel”.
Carretera Chuquiribamba – Gualel

El H. Consejo Provincial de Loja, en la prefectura del Dr. José María Vivar Castro, inicia la construcción de la carretera Chuquiribamba Gualel, el 29 de agosto de 1989. Lamentablemente estos trabajos no se concluyeron de acuerdo a los cronogramas de trabajo planificados, y se abandonó por el lapso de 11 años.
En 1998, el Concejo Cantonal de Loja, presidido por el Dr. José Bolívar Castillo Vivanco, en su calidad de Alcalde, reinicia dichos trabajos, y en el mes de octubre de 1999 se concluye y se inaugura.
En una nota de prensa del día 13 de octubre de 1999, bajo el título “Chuquiribamba y Gualel se interconectan” dice: “El domingo 10 del mes y año en curso pasará a la historia de las parroquias y poblados del sector occidental de nuestro cantón, como Chuquiribamba, Zañe, San francisco y Gualel, porque por primera vez en su ya larga vida de existencia una gran cantidad de automotores recorrerían sus bellos y nostálgicos parajes”.

APORTE DE CHUQUIRIBAMBA AL DESARROLLO DE LOJA Y EL PAÍS
Chuquiribamba, como otros pueblos de la provincia ha estado siempre presente en las diferentes manifestaciones culturales, políticas y religiosas; así como en la administración pública de Loja y el país con talentosos hombres que han prestigiado el nombre de nuestra patria chica. Es una cantera de músicos, maestros y otras ramas profesionales y técnicas que se encuentran prestando sus valiosos servicios en la provincia de Loja, Zamora Chinchipe y otras.
Corriendo el riesgo de involuntariamente omitir algunos nombres, citaremos los siguientes: Dr. Orlando Ortega, Diputado Nacional alterno 1998 – 2003; Lic. Flavio Fernández, Director Provincial de Educación en Loja; Lic. Humberto Fernández, Director Provincial de Educación de Loja, luego Supervisor Nacional de Educación; Lic. Nelson Peñarreta Álvarez, rector del colegio “27 de Febrero” Director Nacional de Educación (1980) luego y Supervisor Nacional; Lic. Vicente Bastidas Reinoso, Decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de La Educación de La Universidad Nacional de Loja en 1974; Econ. Víctor Hugo Pucha Sivisaca, Decano de la Facultad de Economía de la Universidad Técnica Particular de Loja; Coronel Leovigildo Pauta Tene, asesor jurídico de las Fuerzas Armadas en Loja, El Oro y Quito; Prof. Julia Veintimilla, Jefa del Dpto. de Educación Permanente; Dr. Floresmilo Tene, Asesor Jurídico del Banco Nacional de Fomento en Quito; Ing. Norberto Pauta Tene, Jefe de Construcciones del Ministerio de Agricultura y Ganadería; Ing. Vicente Tene, Decano de la Facultad de Industrias Agropecuarias de la Universidad Técnica particular de Loja; Dr. Juan Abrahán Agüinsaca, Jefe de Planeamiento Académico de la Dirección de Planeamiento Integral Universitario de la UNL y rector del colegio “Manuel Cabrera Lozano”; Dr. Gonzalo Pucha Alasiche, Jefe de la Agencia de Servicios Agropecuarios en Chuquiribamba; Ing. Numan Cuenca Loarte, Director de INEFAN en el Carchi y actualmente profesor de la Universidad Estatal de Cuenca, entre otros.

Maestros en la década los años 30

En el campo de la docencia, desde las décadas de los años 30, 40, y 50, aún se recuerdan con afecto, los nombres de los profesores Leoncio Jaramillo Escudero, Pompilio Reinoso y Deifilio Sinche, maestros que vieron la luz en esta tierra y que hicieron historia, formando muchas generaciones de niños, que con el ejemplo de sus sabias enseñanzas han aportado a la cultura, el arte y el desarrollo del país.
Merece también recordar el nombre de José María Pucha Palazo que si bien es cierto no hizo labor docente en las aulas; pero fue un excelente clarinetista y un gran pedagogo musical en nuestra parroquia desde antes de 1891, enseñando el solfeo, la simbología musical y diferentes instrumentos de viento, a la juventud de Chuquiribamba, y de las parroquias vecinas como: Taquil, Santiago, Gualel, El Cisne, en donde preparó a los músicos que posteriormente integraban las bandas populares de sus pueblos; creó a su manera una nueva corriente pedagógica musical.

Maestros – comunicadores sociales

A más de desempeñarse como docentes en diferentes establecimientos educativos de la ciudad y la provincia, combinan su trabajo con la comunicación social, ya en la radio o en la prensa escrita de la ciudad de Loja, los siguientes: Lic. Fernando Jaramillo, Dr. Juan Ogoño Bautista, Lic. Manuel Yauri, Lic. Wilman Loarte, Dr. Bolívar Loarte, Lic. Ángel Augusto Caraguay, Lic. Herminio Guaya y otros.

Legión de religiosos desde 1920 hasta nuestros días

La religión que profesa nuestra parroquia es la católica y hasta la presente fecha no se han introducido otras sectas. La vocación religiosa especialmente en el sexo femenino ha hecho que muchas de ellas hayan ingresado a los conventos en las diferentes comunidades religiosas existentes en nuestro país desde 1920 aproximadamente; y muchas de ellas hayan ocupado altas dignidades en las mismas, así por ejemplo, en la actualidad se encuentran en calidad de Superiora de la Comunidad de las Dominicanas de la Inmaculada Concepción en Puebla (México), Sor Lidia Yolanda Caraguay Pinta; la Hna. Lidia Carmita Tene Agüinsaca, Superiora de la Comunidad de las Lauritas en La Paz (Bolivia), y la Hna. Rosa Esterfilia Jaura G. en la Comunidad de las Franciscanas, como maestra de las novicias, cargo de gran responsabilidad y alta relevancia.
Tratando ligeramente de inventariar la nómina de las hijas de Chuquiribamba que se han entregado a la vida religiosa, citaremos las siguientes:
De 1920 a 1950
María Rosario Pucha Izquierdo, María Alejandrina Pucha Izquierdo, María Laura Pucha Izquierdo, Lastenia Saca Villacís, Estela Magdalena Saca Villacís, Mafalda Michay, Carmen Sinche.
Posterior a 1950
Luzmila Caraguay, Verenice Saca Pucha, Deysy Saca Pucha, Floricelda Vanegas, Ana María del Cisne Banegas, Clemencia Díaz, Rosa Alegría Sivisapa Medina, Grimaneza Caraguay, Gonzalina Caraguay, Deysi Caraguay, Luzmila Valle, Piedad Sinche, Carmen Pucha Cuenca, Elsa Valdivieso Pauta, Carmita Díaz Guachizaca, Rosa Elina Loarte Valle, María Remache Vásquez, Rosa Morocho, Inés Yolanda Díaz Pucha, religiosa de la Comunidad de las hermanas Agustinas Recoletas, entre otras.
Sacerdotes
Luis Fidel Pauta Medina, Guillermo Tambo Villamagua, Artemio Sinche, Luis Remache Vázquez.


[1] Información tomada del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC)

[2] La Asamblea Constituyente de 1830, al pronunciar la autonomía de la nueva República, pone el nombre de Ecuador a nuestro país, nombre oficial que se conserva hasta nuestros días.
En 1831, separado el Estado de Quito de Colombia, se dicta una nueva Ley, en la que el Art. 8, dice: “La Provincia de Loja consta de los cantones de Loja, Paltas, Calvas, Zaruma y Jambelí”.
“1ro.- El cantón Loja se compone de las parroquias Matriz, El Valle, San Sebastián, Chuquiribamba, San Pedro, Santiago, Saraguro, Gonzanamá, Malacatos, Vilcabamba, Chito, Zumba y las tribus y terrenos comprendidos en el gobierno de Jaén, del antiguo Reino de Quito”.

[3] REVISTA MEDIODIA, Casa de la Cultura Ecuatoriana. Loja, Nro 30, Junio de 1976 , Pags. 111-112
[4] BARRIGA López Franklín, Etnología Ecuatoriana, Vol. 5, Saraguros, Pág. 18
[5] GALLARDO Moscoso Hernán, Historia del Sur Ecuatoriano. 1991. Pág.177

[6] Obr. Cit. Pags. 178, 179, 182, 183.
[7] ANDA Aguirre Alfonso, Indios y negros bajo el dominio español en Loja, 1993 Pag. 81

[8] GALLARDO Moscoso Hernán, Historia del Sur ecuatoriano, 1991 Pag. 187
[9] SUPLEMENTO de "Crónica de la Tarde", 20 de agosto de 1995. Pag. 4C

[10] Ob. Cit. Pag. 5C

[11] RODRIGUEZ Máximo Agustín, La Coronación Canónica de la Santísima Virgen del Cisne, 1934. Pág. 140.
[12] RODRIGUEZ Máximo Agustín, La Coronación Canónica de la Santísima Virgen del Cisne, 1934. Pág. 171.

[13] F.A.V. Revista de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, UNL. Volúmen 4. Julio-Diciembre. Nro. 2. 1972.Pág. 24.

miércoles, 14 de marzo de 2012

LA LAGUNA DE CHINCHILLA

Leyendas y tradiciones andinas Loja / Ecuador

La laguna de Chinchilla está ubicada en la parte más alta de la parroquia Celén, perteneciente al cantón Saraguro, dice don Ángel Armijos Tituana, octogenario, vecino de este lugar. Es un sitio maravilloso, visitado permanentemente por gente de este y otros lados. Se calcula que tiene unas 12 hectáreas de superficie, con pequeñas islas que le dan un atractivo especial.
Esta historia contó mi papá, y él dijo que le contó el suyo, como si se tratara de un hecho real –continúa don Ángel. Una vez, los pobladores de Selva Alegre para amenizar sus fiestas contrataron a la banda de músicos de Guanazán; éstos con la finalidad de cumplir el compromiso, echaron sus instrumentos al hombro y emprendieron la caminata porque para llegar a este pueblo había un largo tramo que recorrer por el camino de herradura a pie. Para abreviar el viaje escogieron el recorrido más corto y lógicamente tenían que pasar por la orilla de la laguna y cuando estaban muy cerca, les encontró una señora atractiva, guapa y joven, quien les pide que se quedaran tocando en este lugar para la fiesta de la Virgen del Carmen y que del pago no se preocupen si es que se ponían de acuerdo.
Como la oferta fue halagadora, no les pareció mal. Aceptaron. Entonces ella los condujo hasta una iglesia en donde estaba la virgencita, y en ese momento se dan cuenta que estaban en una ciudad hermosa y grande. Turbados de la emoción no saben qué hacer. Recorren algunas calles y observan que la algarabía de la fiesta es grande. Como pólvora se había regado la noticia de la presencia de la “Banda de Guanazán”.
Tocaron el albazo, el medio día y la misa de fiesta. Muy preocupados por llegar a cumplir el compromiso en Selva Alegre, deciden continuar su viaje, a lo que la señora que les contrató les dice: no se inquieten, porque la presencia de ustedes aquí, también la ven allá, igual que aquí, ustedes están tocando en la fiesta de Selva Alegre; así como la gente baila aquí, lo hacen allá. ¡La presencia de ustedes es simultánea!
Se pasaron tres días enfiestados. Una vez terminada, reciben su pago de acuerdo a lo convenido, y además les gratifica en sus alforjas unas mazorcas grandes de maíz blanco y otras de maíz amarillo. Luego les dice que para regresar a su tierra, lo hagan por el mismo camino por donde vinieron; pero sin regresar la mirada hacia atrás; compromiso que debían cumplir, y si lo hacen, ella los amenazó con hechizarlos.
Pero como no falta un desobediente y curioso, dos músicos hicieron caso omiso y regresaron la mirada hacia atrás, y entonces la laguna se enfureció y el agua se desbordó y en grandes cantidades, les siguió hasta alcanzarlos y llevarlos en su corriente.
Como los demás sí cumplieron las instrucciones dadas por la señora, no les pasó nada. Pronto llegaron a Guanazán contentos con su buena paga y maravillados que en sus alforjas, en vez de mazorcas de maíz, encontraron mazorcas de oro y plata. De los dos compañeros que se los llevó la crecentada, no supieron más.


Leyenda publicada en la Revista del Gobierno Descentralizado del Cantón Saraguro / Año 8 / Nro 8 /marzo de 2012