martes, 6 de septiembre de 2011

OLLANTAYTAMBO, CAPITAL MUNDIAL DE LA INDIANIDAD

Ollantaytambo, o “Tambo de Ollanta” es un ancestral pueblo ubicado en la provincia de Urubamba; está a 76 km desde el Cusco. Se diría que es la puerta de entrada al santuario de Machu Picchu. En este lugar encontramos los vestigios de un conjunto arquitectónico de piedra labrada que pertenece a la etapa “Inca Imperial”, perteneciente a los reinados de Pachacútec y Huayna Cápac. Aseguran que es el último pueblo inca viviente, actualmente crece en el mismo lugar donde sus constructores diseñaron, poniendo de manifiesto todo su ingenio artístico y científico. Hace décadas, en un Encuentro Mundial de líderes indígenas, la declararon como Capital Mundial de la Indianidad.
Su denominación proviene de “Ollanta”, que es el nombre de un capitán de las huestes del Inca Pachacutec y “Tambo” españolizado de Tanpu o lugar de descanso, es decir se refiere a una ciudad que ofrecía albergue, alimentación y comodidad para los caminantes incas. Las comunidades más cercanas son: Pallata, Huilloc, Patacancha y otras con sus características comunes que le dan aún ese colorido y añoranza incásica, ya por su raza, vestimenta, costumbres y tradición.
Nativa de este lugar es la señora Janneth Sota; cuenta que cada 28 de julio aquí se festeja el Ollantayraymy en honor al Dios Sol, así como también se recuerda el nombre del Inca Ollantay, de quien se deriva el nombre del pueblo.
-Continúa- Se han encontrado 240 restos arqueológicos, uno de ellos es el que se ve en esa lomita del cerro Pinkuylluna. Ahí se encuentra el colegio y la carceleta. Como ve usted es una construcción bien grande de piedra, tiene muchas puertas y ventanas, se cree que fue un centro educativo o un lugar para albergar a prisioneros. En esa misma dirección se observa el Tunupa, roca que tiene la forma de indio, piedra tallada grande.
De aquí a mano izquierda encuentra el Templo del Sol, lugar más visitado por los turistas. En la parte superior que posiblemente era el Altar Principal, descanzan seis piedras rectangulares colocadas de punta una al lado de otra, cuyo peso se calcula en unas noventa toneladas cada una.
En las demás comunidades del distrito de Ollantaytambo existen más vestigios, como por ejemplo el molino de piedra hidráulico de Ñawinpata, que servía para moler el maíz, el trigo, la quinua; las canteras de Polcaracay que son terrazas que utilizaban los aborígenes para el cultivo; también el nevado la Verónica que es el más alto de todo el Valle Sagrado.
Los incas más recordados son: Ollantay, Pachacútec y Piquichaqui, quien era el encargado de llevar los mensajes a los Incas y a las Ñustas, en unas soguitas amarradas con diferentes nudos de tamaño y color llamados quipus. Si quieres llevar de recuerdo un quipu, aquí lo puedes conseguir, puesto que los que venden artesanías, mandan a tejer en las comunidades cercanas.

Loja a 3 de septiembre de 2011

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