Texto y fotografías: Eduardo Pucha S.
Chuquiribamba vive con emotividad su fiesta
religiosa y de aniversario al cumplir 324 años de parroquia eclesiástica, 186
como parroquia civil y 4 años de su declaratoria como Patrimonio Cultural del
Ecuador.
La riqueza cultural tangible e intangible que posee
es variada. En estas líneas por ahora esbozaremos
una que le ha dado connotación local y nacional. Hablar de Chuquiribamba es referirse a la
tierra de los músicos. Andrea DKV, una ecuatoriana residente en España, a través de su
blogger dice: “Vivo en Valencia, cuna de
músicos españoles. Me lleno de alegría
conocer que Chuquiribamba en la provincia de Loja sea el semillero musical
nuestro”.
En este pueblo, los músicos afloran en estado
natural, prueba de ello es que en la actualidad muchos de ellos integran grupos
musicales, orquestas sinfónicas y bandas populares en diferentes partes del
país y fuera de él.
Esta afición viene por ancestro. En 1677, época colonial, ya se registra el
nombre del indígena Juan Buri como maestro de capilla y posterior a él muchos
más, como: Feliciano
Pucha (1800), Gregorio Pucha (1833), Reinaldo Sinche (1880), Emilio Jaramillo
Escudero (1896), Juan Tene, entre otros.
Sin duda, estos maestros de capilla fueron los suscitadores directos para la formación de las bandas musicales en Chuquiribamba, como la "Dios y Patria" y la "Ecuador", las más antiguas; la "Ecuador" fundada en 1930 y la "Dios y Patria" en 1831 y que sin ayuda de nadie sus integrantes la conservan hasta hoy, 126 años ininterrumpidos; ¡con certeza es la banda de pueblo mas antigua del Ecuador!
Sin duda, estos maestros de capilla fueron los suscitadores directos para la formación de las bandas musicales en Chuquiribamba, como la "Dios y Patria" y la "Ecuador", las más antiguas; la "Ecuador" fundada en 1930 y la "Dios y Patria" en 1831 y que sin ayuda de nadie sus integrantes la conservan hasta hoy, 126 años ininterrumpidos; ¡con certeza es la banda de pueblo mas antigua del Ecuador!
Actualmente
Chuquiribamba registra un considerable número de músicos profesionales y populares,
los segundos sin formación académica leen partituras que las han aprendido en los
grupos y bandas a las que pertenecen.
Vladimir Alexander Buri, en su tesis de grado previo
al título de licenciado, “Sistematización de las composiciones de los músicos empíricos
y populares de la parroquia Chuquiribamba, cantón y provincia de Loja y su
incidencia en el desarrollo cultural”, menciona a nueve músicos
populares que han creado sus canciones en ritmo de sanjuanito, pasacalle y
pasillo y que sus canciones y nombres han permanecido ignorados.
Uno
de los objetivos que plantea en su tesis es: dar a conocer y difundir entre la
población local, nacional e internacional, las creaciones de estos talentosos artistas.
Los
músicos con sus respectivas creaciones a los que cita son: Luis Tene
Valle(1931), con el sanjuanito Agua compadre; Manuel Ignacio Agüinsaca (1935), La
Guagua Aparishca, sanjuanito; Enrique Curipoma (1936), Ensueño, sanjuanito;
Juvenal Sinche (1943), Pueblo querido, pasacalle; Rigoberto Valle (1949,
Contigo siempre, pasillo; Milton Jumbo Salinas (1966), Patricia, pasacalle;
José Agüinsaca Morocho (1970), Risueña, pasacalle; Ángel Medina (1983), Tierra
añorada, pasillo; José Alfredo Cuenca(1991), Fiesta colibrí, pasacalle. Además en su tesis de grado incluye del
nombre del connotado artista chuquiribambense: César Guaya Orozco, quien dejó
para la posteridad más de cien composiciones populares de distinto ritmo, incluido
el pasacalle “Chuquiribamba”; así como más de cien himnos, canciones y rondas
escolares.
Interesante
la investigación que plantea Vladimir Buri, porque abre el camino para que otros
investigadores escudriñen la riqueza musical de estos artistas anónimos que si
los hay y surgen cada día más en estos pueblos con vocación musical.
Qué
bueno sería, que el Gobierno Parroquial, las instituciones educativas y
culturales del sector, difundan este material inédito de nuestros artistas, mediante
la organización de festivales y presentaciones en vivo con la participación de
sus autores en la parroquia y fuera de ella; así como, plasmar una antología en
un CD para divulgar este patrimonio cultural.