PENSAMIENTO LITERARIO
Por: Mercedes Carrera R.
Vocero Oficial del Sindicato Provincial de Choferes de
Loja
Edición 42 / mayo 2015
La verdadera liberad de los seres humanos se plasma en las letras. Solo a través de su pluma podemos conocer su sentir. La expresión es tan maravillosa porque abre el camino de los pueblos y se impone airosa entre el colectivo.
La creación literaria presenta una especial
mezcla entre la imaginación, la realidad y la belleza literaria que se conjuga
con la armoniosa conminación de las palabras.
Para el escritor Eduardo Pucha S. la pasión de
escribir despertó desde temprana edad, en la época de la juventud se afianza su
interés. Empezó a escribir con el apoyo
de sus maestros que condujeron ese torrente de emoción y búsqueda del ser que
forja su camino entre la costumbre, la tradición y el amor por su tierra.
Pucha sintió el impulso de escribir sobre la
oculta realidad que se encontraba en la
zona fronteriza sur. Gracias a su
iniciativa, las leyendas y tradiciones que se contaban como un hecho cierto y
que como una fantasía en otros, pronto se presentaba como la majestuosa imagen
de aquellos que se niegan a sepultar en el olvido la costumbre y tradición
impregnada en este rincón fronterizo.
La docencia y la creación literaria fueron los
proyectos que marcaron los días de la vida de Pucha. Llegar con el mensaje a los estudiantes de
leer para amar aquello que se tiene se quedaron en la memoria de quienes
recibieron sus clases.
En la actualidad concluyó con la tarea de dictar la cátedra,
más su presencia literaria continúa.
Tiene más tiempo para investigar y andar por la senda de la difusión de
los florecientes cantares de la tierra.
Con el Cántaro de Eternidad, Naún Briones y
Coplas de mi tierra ésta última hace alusión al sentimiento de la parroquia
Chuquiribamba, patrimonio cultural del Ecuador son parte de la tradición
lojana.
Todas las obras literarias de Pucha se
fundamentan en la investigación, el
testimonio y la inspiración que envuelven de magia el trabajo de un educador
que aporta con prácticas acciones al fortalecimiento cultural de Loja.
Para entrar a un mundo fantástico y vivir las fantasías nunca imaginadas no
hace falta viajar. Para entender los
sentimientos profundos y las tristezas
más hondas no es preciso que nos acontezcan todos los males. En definitiva para sumergirnos en mundos
diferentes y avanzar hacia otras
latitudes no se requiere surcar físicamente los cielos y tomar la ruta de viaje que nos acerque hacia el encuentro
de acontecimientos insospechados.
A quienes les interesa adentrarse en el océano
del masivo pensamiento y de las inolvidables experiencias solo tiene que tener
un libro. Al abrir las páginas de un
texto, al apreciar las letras que conforman palabras y éstas a su vez arman el
conjunto de frases que brotan de la pluma de su autor caminamos por
senderos ilimitados, algunos existentes
en el mundo terrenal y otras que solo quedan
impregnados en el imaginario mundo del autor que sutilmente invita al
lector a involucrarse en el viaje de los anhelos y del sensible paso por los fraternos encuentros.
Gracias a los libros es posible retornar al
pasado adelantarnos al futuro. Solo con los libros el mundo se detiene o acelera por unos instantes. La acción literaria nos compromete a
emprender en nuevas cosas y tolerar las ideas y criterios que podrían resultar
absurdos. Ese es el mundo de los libros
que se debate entre la imaginación, el perenne mensaje, la denuncia social y el cambio de actitud del lector. La lectura convoca a sumergirnos en las
fantásticas aventuras. El lector se enfrenta ante contradictorios
sentimientos: por un lado quiere acabar la lectura para enterarse del desenlace
de la historia que lo tiene atrapado y por otra desea que la escena jamás
termine para continuar en la búsqueda sin fin de aventuras.
Loja, mayo 2015