FIESTAS EN CHUQUIRIBAMBA
LAS ESCARAMUZAS
Las escaramuzas son unas de las pocas distracciones folclóricas que se mantienen y se dan en la provincia de Loja, y que gracias a la tradición y la fe religiosa, se han popularizado en nuestro pueblo desde 1924.
Las escaramuzas son unas de las pocas distracciones folclóricas que se mantienen y se dan en la provincia de Loja, y que gracias a la tradición y la fe religiosa, se han popularizado en nuestro pueblo desde 1924.
Se trata de un rodeo criollo que con el pasar del tiempo ha ido tomando características tan originales y propias, que la realizan todos los años la última semana del mes de abril, los devotos de “San Vicente Ferrer”, como una “promesa de fe”.
Este singular espectáculo se inicia así: el guía principal de la escaramuza, con anticipación prepara a su gusto escenas y coreografías costumbristas, acontecimientos históricos y acrobacia sobre los caballos. Lo infaltable de todos los años es la formación de las 16 letras que componen el nombre del santo, y que los jinetes se esmeran por hacerlo mejor.
El día domingo luego de terminada la misa, con la gran bulla de cohetes y en una multitudinaria procesión encabezada por las bandas de músicos, entonando cada una canciones alegres, toda la gente del pueblo la traslada a la imagen de San Vicente Ferrer hasta la pampa de Cocheturo, y tras la procesión se enfilan más de un centenar de caballos bien aperados y adornados con atavíos diferentes, así como sus jinetes, de acuerdo a su posibilidad económica.
Los jinetes, bajo la dirección de sus guías se ubican en las cuatro esquinas de la pampa y en forma elegante y caprichosa cada uno demuestra sus destrezas en la presentación que hacen ya en trote, así como en carrera, dando colorido a la coreografía preparada.
Por otro lado están los “disfrazados”: monos, osos y negras, que con una olla de colada de harina de maíz, con la cuchara “mama” les echan o les frotan a todos los curiosos e impertinentes que cometen el desorden y los amontonamientos. Esta es una forma tan original de controlar el orden a fin de proveer el espacio adecuado por donde tienen que correr los jinetes.
Mientras se realizan las carreras que duran aproximadamente dos horas, al finalizar, comienzan los jinetes a sacar de sus alforjas: naranjas, maduros, limones dulces y manzanas que llevan para lanzar al público. Es un espectáculo maravilloso. Los niños y aún los ancianos se forcejean por coger una fruta. En algunas ocasiones lanzan al público hasta aves de corral, y ahí es más llamativo el espectáculo.
Mientras tanto los priostes de la fiesta se ubican con ollas grandes llenas de “aguado de leche” (mezcla de leche con panela y aguardiente) en algunas esquinas de las calles del pueblo y en la pampa de Cocheturo para brindar a todos los concurrentes sin distinción de clase, edad ni sexo.
ORIGEN DE LAS ESCARAMUZAS
No se conoce con precisión desde cuándo se realizan las escaramuzas en Chuquiribamba, pero de lo que se tiene datos concretos es que en 1924, el cura párroco Dr. Carlos Eguiguren R., mandó a tallar la imagen de San Vicente Ferrer, y para la celebración de la fiesta lo nombró como su síndico al señor Abelardo Puchaicela quien ocupó esta función por algunos años.
Junto a la devoción de San Vicente Ferrer en la celebración anual de sus fiestas, se popularizaron “las escaramuzas” o “carrera de caballos”; folclórica y tradicional distracción popular que se conserva hasta la actualidad, y que cada vez va tomando características muy originales. Se dice que esta distracción popular la realizaban en la parroquia de Malacatos hace unos 50 años; en la actual parroquia de Chantaco hace unos 25 años; y en Gualaceo perteneciente a la provincia del Azuay hace unos 9 años pero en todos estos lugares con características diferentes.
El síndico de la fiesta de San Vicente Ferrer, nombra un “alcalde de escaramuzas” (dignidad honorífica muy solicitada), el mismo que se encarga de la organización del evento que se realiza el último domingo del mes de abril de cada año; éste nombra a los “guías principales” y éstos con algunas semanas de anticipación comienzan a preparar el espectáculo consistente en coreografías costumbristas e históricas, para representarlas en público en la pampa de Cocheturo. El día de la presentación se suman jinetes hombres y mujeres, con sus respectivos caballos, de todas las parroquias aledañas como una “promesa de fe y devoción”. Muchos de ellos lo hacen por un determinado número de años, en tanto que otros por toda la vida.
El día de las “escaramuzas”, desde la iglesia matriz del pueblo, millares de feligreses en procesión conducen a la imagen de San Vicente Ferrer hasta la tradicional pampa de Cocheturo. Encabezan la procesión las bandas populares de músicos del lugar entonando ritmos alegres, y tras la procesión se enfilan centenares de jinetes con sus respectivos caballos para participar en las esperadas “escaramuzas”.
El evento dura de 90 a 120 minutos, y mientras se desarrolla el espectáculo, los organizadores reparten “aguado de leche” a todo el público, las bandas de músicos entonan constantemente melodías alegres, y los pirotécnicos revientan cohetes y lanzan globos al espacio, mientras que por otro lado las negras disfrazadas y los payasitos entretienen a los niños. Unos 15 minutos antes de finalizar el espectáculo, todos los jinetes mientras cabalgan sus caballos, de sus alforjas lanzan al público: naranjas, limones dulces, mandarinas y manzanas, en cantidades considerables.
Desde 1924 hasta la presente fecha se han desempeñado los siguientes “alcaldes de escaramuzas”: Luis Bautista, Rosa Agüinsaca, Aniceto Guachanamá, Martín Buri y David Tambo; y como “guías principales”: Víctor Pucha, Segundo Tene Valle, José Guachanamá, Pío Puchaicela, Manuel Puchaicela, Lauro Guachanamá, David Tambo, entre otros.
ESCARAMUZAS LEVANTAN POLVAREDA
Estoy muy contenta observando este maravilloso espectáculo que aquí llaman “las escaramuzas”. Es hermosísimo. Esto no se ve en otros lugares. Pienso que es único. Veo también gente que está repartiendo leche en vasos grandes a todas las personas que están en la fiesta. Es maravilloso en cuanto a conservar la tradición y las costumbres del lugar” –manifestó- una de las turistas que visitaban Chuquiribamba en las fiestas del 30 de abril.
¿Qué son las escaramuzas?
Es un rodeo criollo a caballo que con sus jinetes bien ataviados, con disfraces llamativos, corren cerca de dos horas en la extensa pampa de Cocheturo representando coreografías costumbristas en honor a “San Vicente Ferrer” todos los años.
Este singular acontecimiento que se ha constituido como único en la provincia de Loja, lo hacen sus devotos como una “promesa de fe” y participan espontáneamente vecinos de las parroquias: Santiago, Taquil, Chantaco, Gualel, y los pobladores de los barrios de Chuquiribamba.
Se congregan cerca de unos doscientos jinetes entre hombres y mujeres, con sus respectivos caballos, a los que también los lucen de acuerdo a sus posibilidades económicas.
Preparativos:
Don José David Tambo Morocho, “alcalde de escaramuzas”, nos cuenta que para la realización de este evento en el presente año tiene listo 1500 litros de leche, 500 panelas, 2 libras de canela, 4 latas de aguardiente (64 litros), 90 sacos de naranjas, limones dulces, y manzanas, (en tres camionetas), una gruesa de cohetes (140 unidades), dos docenas de globos y comida suficiente para brindar a todos los participantes y allegados.
El acontecimiento
Una vez que han ingresado a la pampa, los jinetes que van adelante desenrollan una pancarta de tela de unos 10 metros de largo, con la inscripción en letras bien grandes que dice: “VIVA SAN VICENTE FERRER”. Luego de entonar el Himno Nacional inician las carreras representando diversas coreografías, hasta que en un momento forman curiosamente las 16 letras que dicen SAN VICENTE FERRER.
Aguado de leche
Desde las primeras horas de la mañana, toda la gente de la parroquia hace llegar la leche correspondiente a la ordeña de ese día, para que el “alcalde de escaramuzas” prepare el “aguado de leche” para convidar a todos los turistas y moradores del pueblo.