miércoles, 24 de noviembre de 2010

SAN PEDRO DE VILCABAMBA: El Señor de la Caída

EL SEÑOR DE LA CAÍDA, ÚNICO EN EL ECUADOR

 

(Tomado del Libro Huellas, de la autoría de Eduardo Pucha)


Por el año de 1938, don Raúl Toledo había colocado una cruz a la orilla del camino, muy cerca de la población de San Pedro de Vilcabamba. Esta cruz permaneció por algún tiempo, hasta que por la acción de la intemperie se había destruido el brazo y que al final se cayó. Entonces la cruz ya no era cruz, era solamente un puntal, al que era una irreverencia rendirle culto. Dice don Segundo Erazo.
Al mirar esto, creí que en este lugar debía permanecer algo mejor. Entonces, en un viaje que realicé a la ciudad de Quito por el año de 1960, cuando pasaba por la “Veinticuatro” (Barrio Veinticuatro de Mayo) lugar en donde acostumbraban a presentar exposiciones, encontré una estampa de regular tamaño, cuya imagen representaba a Cristo caído.
La estampa me gustó y la compré para traerla a mi pueblo. Aquí le hicimos una urna para recaudar limosnas, con la finalidad de posteriormente hacer tallar su imagen.
No pasó mucho tiempo, con lo que recaudamos, nos fuimos a la ciudad de Loja donde un escultor llamado Ramón Febres (creo que aún vive) y convenimos en el precio. Nos cobró un sucre por cada centímetro tallado. ¡Como la imagen tenía 70 centímetros, entonces nos costó setenta sucres! Esto fue por el año de 1965.
Luego le construimos una capilla similar a la actual, en el mismo lugar en donde estuvo la cruz sin el brazo. Esta capilla era bien llamativa, tenía techo de teja y ventanas con vidrio catedral. Los romeriantes que pasaban a Yangana a la fiesta del “Señor de la Agonía” se quedaban a dormir ahí, para al siguiente día madrugar. Posteriormente, el I. Municipio de Loja construyó la actual.
La imagen que la veneramos en la capilla actual se llama “Señor de la Caída”, en recordación a la cruz que se le cayó el brazo y se quedó como un poste común y corriente.
Esta imagen con la que se identifica nuestro pueblo, llegó a tener mucha trascendencia por los milagros concedidos a sus devotos. Desde ese tiempo venían desde Santo Domingo de los Colorados y otros lugares del país, a pasarle la fiesta. De lo que conozco, El “Señor de la Caída” es venerado solamente en San Pedro de Vilcabamba, no hay otra imagen similar en todo el Ecuador.

jueves, 18 de noviembre de 2010

SAN PEDRO DE VILCABAMBA: Su iglesia tiene más de cien años

IGLESIA EN PIE MÁS DE CIEN AÑOS 

(Tomado del Libro Huellas, de la autoría de Eduardo Pucha)


Pocas referencias tenemos sobre la construcción de la iglesia de la parroquia de San Pedro de Vilcabamba, perteneciente al cantón Loja; sin embargo, de la conversación con personas de algunos años de edad, nos cuentan que a ellos también les contaron sus abuelos, que en un inicio construyeron una pequeña iglesia de bareque con techo de paja. Al transcurrir el tiempo ésta se destruyó y construyeron otra de similares características pero con techo de teja, ¡hace dos o tres siglos!, suponemos. Sus pobladores no satisfechos con ésta, sintieron la necesidad de construir otra en el mismo lugar, con más capacidad y de otros materiales, esto es: paredes de tapia y techo de teja, la misma que se mantiene en pie hasta ahora.
Cuentan que hubo discusión para la construcción de la iglesia; unos querían que fuera en el barrio El Panecillo; en tanto que otros alegaban para que se la construya en donde está hoy, en razón de que la edificación quedaría frente a frente sus puertas con la iglesia de Vilcabamba.
No recuerdan cuando, pero en ceremonia especial colocaron la primera piedra, cuya comisión estuvo integrada por la señorita Margarita Ojeda, Adriano Ojeda y el Dr. Julio Ojeda. La piedra, objeto de la ceremonia, la trajeron de los terrenos de don Teófilo Toledo en una yunta que la proporcionó don Segundo Guamán. Dicen que está colocada en el lado derecho donde se encuentra el altar mayor.
Una vez iniciada la obra, hombres, mujeres y niños en continuas mingas transportaban el material. La piedra acarrearon en yuntas desde el río Uchima; la madera desde los sitios, El Dudal y Cucharillos; y la tierra para los tapiales desde una loma que había en donde ahora vive don Máximo Lanche.
Así mismo recuerdan que la teja la transportaban desde el barrio El Chaupi; luego construyeron un horno propio para elaborarla ellos mismos, este lo ubicaron en donde actualmente es el convento parroquial.
Don Tiberio Ordóñez construyó la iglesia de Vilcabamba, y a este mismo albañil lo contrataron para que inicie los trabajos aquí. No sabemos cuando concluyeron la obra; pero sí se conoce que don Claudio González la terminó.
Se supone que comenzó su construcción a inicios del siglo XIX; fue remodelada en 1988, con la ayuda económica de don Julián Guamán, Segundo Erazo, Segundo Guamán, Luis Ochoa, entre otros, y la colaboración de los moradores del pueblo.
El día 23 de junio de 2006, con don Emilio León subimos a la torre de la iglesia. Ahí pudimos observar que de una viga cuelgan tres campanas y en la del centro existe una inscripción fechada con el año de 1890.