miércoles, 19 de mayo de 2010

Presentación Libro: EL VALLE DE LAS LUCIÉRNAGAS



La limitada existencia de material bibliográfico referente a la provincia de Zamora Chinchipe y particularmente de sus cantones en sus múltiples aspectos, despertó el interés en preparar este pequeño bosquejo monográfico, con la finalidad de hacer conocer a propios y extraños la historia y la realidad actual de esta parte de nuestra geografía, regazo escondido del antiguo imperio del Yaguarzongo.
Tengo la seguridad que revestirá involuntariamente de muchos vacíos, tanto de forma como de fondo; sin embargo creo que constituirá el inicio para posteriores trabajos similares, no solamente del cantón Yanzatza, sino en los pueblos de la provincia.
Este aporte cultural que pongo a vuestra consideración, es el producto de la recopilación de algunos datos geográficos e históricos, obtenidos mediante la conversación amena con los nativos y colonos de diferentes comunidades del cantón; archivos de algunas instituciones y parte de la escasa bibliografía de nuestra provincia.
Aspiro con ello, retribuir en algo el cariño y hospitalidad que me brinda este generoso pueblo, especialmente a mis compañeros maestros, juventud y niñez yanzatcense.



Yanzatza, 17 de diciembre de 1987

lunes, 17 de mayo de 2010

Presentación Libro: CHUQUIRIBAMBA SEMILLERO DE MÚSICOS Y ARTISTAS



En el contexto de "lojanidad" programa académico que lo a sostenido -desde las dos entregas anteriores- el CITTES de lengua y literatura/UTPL, está la serie de "Loja contemporánea", en donde se ha ofrecido y se sigue ofreciendo la literatura popular, el ensayo, la crónica, la música, etc., nacida, practicada y referida a esta patria. Empero: una es la realidad cuando

nos enjuagamos los labios con la lengua al repetir que "Loja es la cuna de la música", y muy otra y diferente es la de dedicar unas líneas a ella, sea este en un contexto diacrónico o sincrónico. Una cosa es estudiar en la literatura "culta" las apropiaciones y representaciones de lo popular y otra es hablar de literatura popular. Malhadada sea la situación si a lo popular de una cultura se lo mide y representa como "folclorismo", como "lindo", "bonito", "qué elegante", "qué maravillosa es nuestra cultura, expresiones del todo vacías porque quien lo repite no sabe lo uno ni lo otro. Hay mucha tela que cortar, desde la afirmación de que toda literatura es por definición popular (Estévez), hasta esa que distingue tajantemente una de otra. Lo cierto es que con la presentación de la obra de Eduardo Pucha, cuyo análisis se detiene en una de las primarias manifestaciones de la cultura musical de esta patria. Por cierto, con esto, se abre un tema no solo importante, sino teoricamente fasciante.

Las manifestaciones populares emergen de las específicas circunstancias materiales y humanas de una serie de clases sociales/ocupacionales que también son concretas. A este respecto debemos aceptar y tener presente el debate y la tensión que se establece entre formas tradicionales y actuales, así como entre actividades propias de una situación de hegemonía y aquellas otras propias de un estado de subordinación con respecto a la primera.
Cultura y literatura popular son manifestaciones y aproximaciones en textos y en (con) textos nacionales e internacionales que responden a resultados de apasionados observadores culturales y críticos literarios, de escribir y de editar un libro o más de un libro que tratase de dar buena cuenta de distintas manifestaciones culturales y literarias de nuestra sociedad –que por definición, como punto de partida es popular-, que sirviese de voz, expresión y testigo de las mismas. Un ejemplo de lucha cultural concreta por una patria, donde solo el oficialismo literario, tiene ojos y oídos, es la labor de Eduardo Pucha, con la presente entrega crece el número de sus obras que en el ámbito de la autenticidad de la cultura popular él viene trabajando: investigando, procesando los materiales, escribiendo resultados y editándolos.

EduCITTES/UTPL
F. Aguirre
Miembro de Número de la Academia de la Lengua
EDITOR

Presentación Libro: HUELLAS


“Piensa, lee, observa, conversa con los miembros de la comunidad, con la grabadora en punta recoge los materiales, los procesa y tenemos, convertidos en folletos y libros, muestras de la rica cultura popular de los pueblos de esta patria de P. Palacio. Eduardo Pucha ha comprendido a cabalidad el proceso de la transliteración, ese cambio de la oralidad a la escritura, y de ahí a la elaboración electrónica, respetando siempre la fidelidad a la estructura social, económica, política, religiosa y, sobretodo, costumbrística de los pueblos que los toma como ejes de sus atenciones, en tanto de ellos y por ellos construye un discurso de su cultura popular.”

¡Nombres! ¿Qué hay en un nombre? Pág. 89

Dr. Fausto R. Aguirre Tirado

Presentación Libro: CÁNTARO DE ETERNIDAD


Eduardo Pucha Sivisaca nació en Chuquiribamba en 1950. La escuela “González Suárez” de su pueblo natal, le prodigó las primeras letras. La formación secundaria recibió en los colegios “Bernardo Valdivieso” y “Vicente Anda Aguirre” de la ciudad de Loja. Es licenciado en Filosofía y Letras por la UNL.
Sus inquietudes literarias demostró desde joven; confirmando su inclinación los premios obtenidos y las publicaciones realizadas. Hoy nos presenta este maravilloso libro que es la fuerza del espíritu, imbuido de identidad, de autoestima, de libertad y demás vivencias de nuestro yo interior. Desde este flanco pelea Eduardo Pucha con su palabra viva, esplendorosa, luminosa; porque sabe que ella crea la autenticidad del hombre, que ella es la llama que provoca y alborota los sentidos, dándonos vida eterna.
“Cántaro de eternidad” es una trinchera de lucha porque está hecho en caracteres ígneos y en tiempo de perpetuidad. Sus leyendas, tradiciones y cuentos, vivirán guardados en la valija de la memoria de las generaciones de todos los tiempos, porque están creados y recreados con talento y acuciosidad. Eduardo ha convocado a las voces para formar un ejército estructurado de imágenes y hechos del pasado, pero eternos en el recuerdo.
Entregado a la causa, no solo que ha reconstruido la memoria colectiva, sino la sabiduría popular, su idiosincrasia, sus costumbres, su cosmovisión.

Dr. Luis Antonio Quishpe K.
DIRECTOR DEL TALLER DE LITERATURA

DE LA CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA, NÚCLEO DE LOJA

domingo, 16 de mayo de 2010

Presentación Libro:NAÚN BRIONES, leyenda y tradición


“Hoy, viene a nosotros, otro importante rastreo de quien fuera un verdadero adalid marginal de los pueblos del Sur, cuyo inteligente liderazgo unido a su condición de estratega de grandes convicciones sociales, hizo época en las primeras décadas del siglo veinte.
Me refiero a “Naún Briones Leyenda y Tradición”, del escritor lojano Eduardo Pucha S., notable investigación histórica que abarca desde la Fe de bautismo hasta la heroica muerte del legendario luchador.
(…) El texto de Eduardo Pucha, es un libro sabroso, reivindicador, escrito con la pasión de quien, a parte de su lealtad principista, enarbola una leyenda atiborrada de mitos y realidades.”

Stalin Alvear

“Eduardo Pucha Sivisaca, rescata del olvido, el alma de los pueblos y las huellas que dejaron. En sus libros “Cántaro de Eternidad” y “Huellas”, el espíritu está allí, en las palabras, en los recuerdos, para que cual faro de luz, oriente a todos en el presente; y que en el devenir de la existencia humana no se borre el pasado de la memoria colectiva.”


Víctor Jara Nolasco
VICEPRESIDENTE DEL CONSEJO HISPANOAMERICANO
DE ARTES Y LETRAS
Piura - Perú

viernes, 14 de mayo de 2010

LEYENDAS Y TRADICIONES: Ecuador y Perú




DOS VECES ME BOTARON DEL MAGISTERIO
(tradición)

Mario Arenas Rodríguez es un nonagenario que vive en la ciudad de Arequipa, Frontera Sur entre Perú y Chile. Nació en 1917. Nos encontramos en Chiclayo, ciudad ubicada al norte peruano. Dueño de una memoria admirable, cuenta con lujo de detalles algunas facetas de su juventud, a Juan Carlos Arce de Tarapoto, José La Chira de Barranca, José Bustamante Díaz de Cajamarca, y a otros. Me jubilé hace treinta y cinco años dice, y desde ese tiempo escribo. ¡Soy artista! Además he realizado varias exposiciones de pintura y escultura. Mis obras están exhibiéndose en algunas instituciones de Arequipa, Lima y otros lugares del Perú.
Escudriñar el mundo de experiencias de este singular personaje es maravilloso, a sus 93 años es un libro abierto a la vida. Fui maestro, continúa: me botaron del magisterio en 1943, solamente porque intervine como moderador de un debate en la Universidad “San Agustín” entre dos grupos de jóvenes bien identificados: católicos y apristas, este último considerado como comunista y anticatólico; entre ellos discutían muy reñidamente. Luego que terminaron, en las conclusiones manifesté: “¡Qué ganamos hablando que el redentor está por aquí y el redentor está por allá!, cuando el pueblo se debate en la miseria y se muere de hambre; piensen en forma urgente solucionar primero estos problemas”. ¡Con esto me retiré!
Cuando llegué al colegio “San Francisco”, lugar de mi trabajo, enseguida me llamó la atención el señor Director, ¡y me dice!: ¡conocemos que usted ha sido el moderador de un debate en la Universidad “San Agustín” entre católicos y comunistas! ¡Está muy mal!, ¡usted no debía aceptar esto! Por lo tanto, señor Arenas, ¡desde este momento queda separado del cargo!.. ¡Muchas gracias sus servicios! ¡Me botaron!
Como necesitaba trabajar, me ocupé en una fábrica de fideos y caramelos durante tres meses, hasta que reingresé al magisterio con el nombramiento de Director de la escuela de Socaballa. Al año siguiente, en el mes de marzo de 1945, antes de iniciar las labores docentes me solicitaron que sustente una conferencia sobre “Las corrientes pedagógicas contemporáneas”, para tal propósito leí algunos libros sobre el tema, entonces para rematar mi exposición les dije a los profesores: si queremos cambiar la educación en el Perú, tenemos que aplicar tres temas fundamentales. PRIMERO: Que se introduzca en el pensum de estudios para los niños y jóvenes, la cátedra de educación sexual, desde luego con las limitaciones que corresponden a cada edad y a cada sexo. SEGUNDO: Que se implante el sistema coeducativo, es decir que niñas y niños estudien juntos; no es posible que estén separados en planteles exclusivos para cada sexo; si hombres y mujeres viven juntos en las familias y en la sociedad, ¿por qué los separamos en la escuela? TERCERO: Que las instituciones religiosas no participen con su credo en el proceso educativo nacional. La educación debe estar totalmente ajena a las doctrinas religiosas. Eso no quiere decir que las familias no enseñen religión a sus hijos. Pueden hacerlo de acuerdo a su creencia, pero en sus hogares.
Esta conclusión alborotó especialmente a algunos curas y monjas que se encontraban en los asientos de las primeras filas. La censura fue inmediata y la furia de ellos me hacía presumir los deseos que tenían de caerme a golpes. Yo detrás de unas cortinas observaba, y al no resistir el bochorno les hice así (señala con sus manos la forma como se mofó). ¡Peor!, no me dejaban salir, me querían linchar. Entonces recordé la lectura que alguna vez la hice en el periódico “El Comercio de Lima” de unos comics, en que un toro persigue a Eneas y cuando llega al río no hace más que lanzarse al agua y ¡bummm!, pasar al otro lado a nado y el toro se queda en la orilla; entonces me dije, no hay más remedio que abrir la puerta y salir corriendo por medio salón. Así lo hice, pero me llovieron los carterasos de las monjas y profesoras, me insultaban, y me gritaban un montón de groserías. Pero salí; más allá, en el Parque España, muy cansado en una banquita me senté a reflexionar de lo que había hecho; pero a la vez sentía felicidad por haber enfocado un tema que en ese entonces nadie se atrevía a hacerlo. En días posteriores cuando los curas o las monjas me encontraban en la calle, se santiguaban y parece que me echaban agua bendita diciendo: ¡el diablo, el diablo!
El sistema coeducativo recién se lo implanta en el gobierno del Dr. Velasco Alvarado en 1975, cuando yo hablé de esto, hace treinta años.
Continuando, después de un mes, me llegó una resolución del Ministerio de Educación Pública, indicándome que me destituían de la Dirección de la escuela de Socabaya, por dedicarme a actividades ajenas a la enseñanza de los niños; por supuesto que en este caso tuvieron que ser los curas quienes se quejaron.
¡Esto ocurrió en 1945! En 1946, hablé personalmente con el señor Ministro de Educación Pública y le expliqué la razón de mi despido intempestivo, a lo que él ordenó a los subalternos que me restituyan inmediatamente el cargo de profesor en una escuela de la ciudad de Lima. Una vez posesionado realicé un cambio mutuo con una profesora de Arequipa y regresé a mi tierra. Aquí trabajé hasta 1957, año en que las autoridades superiores deciden enviarme a Bucalpa ubicada en la Selva Oriental junto al Río Amazonas. A los dos meses otra disposición para que vaya a Caballococha en la frontera con Brasil y Colombia, frente a Leticia, a fundar un internado. ¡En menos de dos meses estuvo listo! Allí en cambio me amenazaron con quemarlo, supongo porque iba a funcionar en un antiguo depósito de caucho regentado por los gringos, ¡no sé! Pregunté a la policía, ¿por qué quieren quemarlo? No sabemos me dijeron, pero hemos venido a ayudarle a sacar las cosas y la gasolina que tienen en el local. Doce bidones de gasolina y otros enseres llevamos a la comisaría para ponerlos en buen recaudo.
A través de la radio esta novedad la hice conocer inmediatamente al Ministro de Educación Pública, además le indicaba que el internado estaba listo para inaugurarlo, por lo que les solicitaba la presencia de un funcionario de Educación en esta zona.
Unos días antes envié las invitaciones a todas las autoridades de Caballococha, y como el cura no se encontraba en el lugar, estaba en Leticia, y según rumores de los ciudadanos había dejado encendiendo la mecha en el pueblo contra mí; sin embargo le dejé la invitación al sacristán para que se la entregue cuando regresara. En la invitación con palabras comedidas le decía: “Señor cura párroco, de la orden Franco Canadiense. Queda cordialmente invitado a la inauguración del internado y nos honraría mucho en que usted sea quien realice la bendición del mismo”. El día de la inauguración fue el primero que llegó. Teníamos todo preparado para los chicos: alimentación, camas, libros, útiles de aseo personal para cada uno y más. Yo con mi guitarra les enseñé canciones escolares para que entonen ese día. ¡Estupendo!, me dijeron las autoridades, quisiéramos siempre hombres como usted, era un voto general de todo el Cabildo de Caballococha. En eso el cura, se cambió los ornamentos, llenó una fuente de agua bendita y con el hisopo lanzó por donde pudo; hablaba despacio, no se le entendía lo que decía, ¡no sé si a lo mejor me estaba maldiciendo!, yo lo escuchaba no más.
Bueno, después de servirnos una comidita, agradecí a las autoridades y al reverendo párroco, y me dispuse a regresar a mi habitación. Entonces el cura muy atento se ofrece en acompañarme y cuando estamos en medio camino dice, ¡creí que usted no me iba a invitar!, ¡pero por qué no le voy a invitar!, si usted es el párroco del pueblo!, le digo. ¡Es que usted nunca los lleva a los niños a la misa!, continúa, ¡si, es verdad que no los llevo, ni los llevaré, porque yo no soy sacristán! ¡Yo soy educador! ¡Y como educador, educo para la libertad! ¿Qué saben ellos de libertad?, responde enojado; entonces alzando la voz le digo: ¡Si no saben, entonces que aprendan!
Termina manifestando el profesor Arenas, ¿y saben por qué los chicos del internado no iban a la misa? Porque los domingos les decía: los que quieran ir a misa o a comulgar vayan; le indican al cocinero para que les guarde el desayuno; y los que quieran irse a pescar, se van conmigo. Entonces junto a los pescadores todos subían a las lanchas y zarpábamos al río. ¡Nadie se iba a misa! ¡Qué culpa tenía yo! ¡Verdad!

Loja, 5 de diciembre de 2009

Eduardo Pucha S.
ECUATORIANO


SOLEDAD EN RÍO NEGRO

Los pueblos, así como los seres vivos, cumplen su ciclo vital. Por la emigración muchos lugares del mundo desde épocas bíblicas se han quedado abandonados y convertidos en pueblos fantasmas. Ese es el caso de Río Negro ubicado en Manú, cantón Saraguro en la provincia de Loja, que si alguna vez fue hermoso y acogedor caserío, hoy está deshabitado, quedan en pie como testigos mudos, cinco casas abandonadas, una capilla sin techo, escombros de una casa comunal y la escuela destruyéndose por sí sola.
Don Baudilio Macas, con mucha tristeza cuenta que él nació y creció aquí. Era hermoso, dice, pero que de un momento a otro se fueron todos; ¡no sé adónde!, ¡pero se fueron! Hoy sabemos que están en la Madre Patria, otros en Italia e Inglaterra. ¡Cada semana desocupaban el caserío y en caravana se marchaban!
¡Ahora no vive nadie aquí!, es desolado y triste, más aún cuando en la tarde se cierra la neblina y cubre la planicie y el pajonal. Los que vivimos en Manú, volvemos cada semana a realizar nuestras faenas agrícolas y a pastorear el ganado, ¡nada más!
En este lugar vivíamos más de 12 familias, y se educaban alrededor de cuarenta niños. A los profesores que llegaron aquí los recuerdo, como ayer: Ángel Cofre, Rosario Valdivieso, Elvia Chimbo, Fanny Macas, entre otros y “la señorita” María Guayanay, que fue la última que trabajó en este lugar. ¡Ya no habían niños!, ¡como tampoco había alegría!

Aquí vivió don Segundo Macas, era el líder, un hombre dinámico y servicial; todos los vecinos lo querían y respetaban, falleció a los noventa años; también recuerdo a algunos abuelitos: Isaac Macas, Néstor Macas, Desiderio Tocto, José Rosas, José Labanda, Honorato Sigcho, Salomón Macas, Flora Macas, y otros.
Cuando queríamos realizar una obra, nadie cobraba, el trabajo era “gratuito” al “vuelto” o a través de las “mingas”. La escuelita así la hicimos, con adobe y teja en los terrenos que donó mi padre. Luego la otra aula la construyó la municipalidad de Saraguro; de igual manera construimos la capilla y casa comunal. ¡Hace 10 años que nadie entra en ellas!
Cuando llegaba el mes de diciembre, con mucha pompa y devoción celebrábamos la Navidad, aquí se hacía la “Fiesta del Niño”, con banda de músicos, vaca loca, cohetes y globos. Los curitas: Servilio Córdova, Víctor Betancourt, Manuel Yanangómez, Manuel Cabrera, Guillermo Torres, Luís Díaz, Evaristo Soto y otros junto a los priostes organizaban estas bonitas fiestas, que hoy son el recuerdo.
Contaban los mayores que hace más de cien años llegaron nuestros abuelos a poblar Río Negro; se llama así, porque las aguas y las piedras de la quebrada que cruza el lugar son negras. Está ubicado a una altura de 3.600 msnm. Para llegar a este lugar desde Manú antes en acémila hacíamos 3 horas, ahora hay una carretera que pasa a Zaruma en la provincia de El Oro, y en carro hacemos media hora.Comienza a caer la tarde y regresamos con don Baudilio, posiblemente pensando en lo mismo; qué extraño silencio sin el bullicio de los niños en la escuela; qué callada la explanada de Río Negro sin el repiqueteo de campanas; qué desolado el lugar, sin el ir y venir de la gente a la misa de fiesta. ¡Qué silencio! ¡Qué soledad!

martes, 11 de mayo de 2010

CHUQUIRIBAMBA SEMILLERO MUSICAL: Autores y compositores

Tomado del libro: Chuquiribamba semillero de músicos y artistas. Págs 43 - 74
Autor: Eduardo Pucha Sivisaca.
Fotografías: Eduardo Pucha Sivisaca.

Los pobladores de Chuquiribamba, parece que la llevan a música y la poesía en las venas. Prueba de ello es que en este pequeño pueblo enclavado en la cordillera andina, y con una población que no pasa de los 2.300 habitantes, cuenta con 4 bandas populares y una orquesta de música bailable.
No hay banda de músicos, orquesta sinfónica o grupos musicales en algunas partes del país, en donde no esté presente por lo menos un músico de este pueblo.
Si en cualesquier parte del mundo le preguntaran a usted ¿Cuál es la capital musical del Ecuador?, sin duda que respondería Loja. Y si en nuestra provincia le preguntaran ¿Cuál es el semillero musical de Loja? Sin pensarlo dirá inmediatamente ¡Chuquiribamba!
Y, no creo equivocarme, porque Chuquiribamba desde tiempos remotos trae consigo una tradición musical muy relevante. Eliseo Gordón Cabrera, en un reportaje periodístico local refiriéndose a este tema dice:
“Desde la colonia cuando las sequías agobiaban a Loja, los moradores de Chuquiribamba llevaron la Imagen de la Virgen del Cisne, con alegres cánticos y sones instrumentales.
Desde esos tiempos ya germinó la pasión de los “Chuquis” por la música (…)”
Si retrocedemos al tiempo, de lo que tenemos referencia a través de la tradición oral y de la conversación con algunos pobladores y familiares de los involucrados, conocemos que en 1677 el indígena Juan Buri, era maestro de capilla; de igual manera lo fueron posteriormente Feliciano Pucha en 1800, Gregorio Pucha en 1833, Reinaldo Sinche en 1880, Emilio Jaramillo Escudero en 1896, Juan Tene, Justo Loarte, entre otros.
En 1891, José María Pucha funda la actual banda de músicos “DIOS Y PATRIA” y posteriormente le siguen una generación de representantes, ya como músicos, autores, compositores y directores.

MÚSICOS
Con el riesgo de omitir involuntariamente nombres de algunos músicos de ayer y hoy, que dirigieron unos, e integraron otros, las bandas populares en nuestro pueblo y otras, desde 1860 hasta 1930 aproximadamente, son los siguientes:
Ignacio Agüinzaca, Amelio Agüinzaca, José María Pucha, Miguel Palazo, Mariano Saca, José María Cuenca, Agustín Cuenca, Juan María Guachizaca, Amadeo Pucha, Ángel María Pucha, Rosauro Tene, Reinaldo Sinche, Reimundo Loarte, Apolinario Sinche y otros.
Desde 1930 hasta 1965, Saxofonistas: Reginaldo Tene, Luis Tene Valle, Juan de la Cruz Tene, Polibio Tene, Virgilio Sinche; Clarinetistas: Porfirio Tene, Ladislao Tene, Luis Curipoma, Vicente Cuenca, Manuel Ignacio Agüinzaca, José Puchaicela, Sixto Tene y Monfilio Tene Trompetistas; Juan Cuenca, Alberto Tene, Antonio Puchaicela. Cornetín: Manuel Sinche, Antonio Tene, Pompilio Sinche. Barítono: Apolinario Sinche, Lauro Agüinzaca. Bombardino: Simón Tene. Bombardón: Segundo Tene Valle. Bajo: Roberto Granda, Juan María Guachizaca, Polibio Sinche, Raúl Guachizaca, Jacinto Sinche. Zarzo: Cornelio Sinche, Angel Agüinzaca. Bombo: Segundo Lima, Ignacio Valle, Walter Silva. Tambor: Victor Granda, Ángel Tene Agüinzaca. Platillos: Teófilo Granda, Manuel Valle, Porfirio Michay y otros.
Algunos músicos de los que se han mencionado, posteriormente integraron la "Banda de la Zona Militar" y las bandas populares de Loja y de otros lugares del país.
Desde 1965 hasta 1995, surge una nueva generación, los mismos que citamos a: Raúl Sinche Palazo, Polibio Caraguay, Gilberto Sinche Caraguay, Juvenal Sinche Gutiérrez, Gilberto Sinche Gutiérrez, Edilberto Gutiérrez Tene, Víctor Tene, Froilán Tene Valle, Luis Tene Aguinzaca, Luis Gutiérrez Curipoma, Luis Curipoma, Ángel Palazo, César Caraguay Aguinzaca.
En convenio tripartito entre el pueblo de Chuquiribamba, la Universidad Nacional de Loja y el I. Municipio de Loja, en 1995 se crea la Escuela de Música en Chuquiribamba, con una duración de tres años de estudios, otorgándoles el título de Técnicos en música.
Dicho convenio duró muy poco, salieron de él solamente dos promociones. Otros en cambio se prepararon en el Conservatorio Nacional de Música, “Salvador Bustamante Celi”. De entre ellos mencionamos a algunos que en la actualidad se han destacado en agrupaciones musicales de Loja y otras ciudades del país.
Floro Huaca Buri, Germán Huaca Buri, Ángel Huaca Buri, Miguel Pucha Medina, César Pucha Medina, Luis Antonio Pucha Medina, Ausencio Tene, Fernando Tene, Miguel Buri Puchaicela, Víctor Buri Puchaicela, Miguel Buri Tene, Fredy Pucha Huaca, Luis Tene y otros.

GUITARRISTAS

En Chuquiribamba, no solamente se formaron bandas populares, sino también algunos se destacaron en la ejecución de la guitarra, la bandola y el violín; desde las décadas de los años de 1930, 1940, 1950 y 1960, rescatamos los siguientes nombres:
En Chuquiribamba: César Gutiérrez, Alipio Gutiérrez, Pompilio Reinoso, Manuel Reinoso, Bolívar Bermeo, Arturo Cuenca, Julio Granda, Polibio Curipoma, Ángel Ortega, entre otros.
En los barrios:
Pordel: Luis Díaz Loarte, Luis Pauta Pauta (Alambre), Julio Márquez, Isauro Sinche, los hermanos: Polibio, Luis y Marco Agüinzaca Guaya (Los capellanes).
Carmelo: Manuel Reinoso
Cumbe: Benito Pauta (bandola), Baudilio Pauta
Chantaco: Pancho Juela, Humberto Muñoz, Juan Salinas y Claudio Romero.
Estudiantina
Destacada participación tuvo la “Estudiantina Chuquiribambense”, integrada por los señores: Porfirio Tene, César Gutiérrez, Manuel Gómez, Ignacio Jaramillo y José R. Córdova, quienes ejecutaban magistralmente la guitarra, la bandola y la flauta, en la década de los años cuarenta.













CANTANTES
Intérpretes de la música popular fueron: el "Dúo de los esposos Bolívar Bermeo y Gricelda Tambo; el "Dúo de los hermanos Ortega", integrado por Vicente y Colón; el dúo integrado por Martha Gutiérrez y Beatriz Valle; y los solistas: Edgar Caraguay, Antonio Remache y Gloria Díaz; y en la actualidad se destaca el dúo "Serenata" integrado por Rigoberto Valle y Milton Jumbo.

BANDAS POPULARESNo descartamos que antes de 1891, ya existieran otras bandas populares. Lamentablemente esos datos no se han registrado; pero a partir de esta fecha por el lapso de un siglo se han mantenido dos bandas, y últimamente contamos con 4, y una orquesta de música bailable.

BANDA "DIOS Y PATRIA"

De lo que se tiene datos concretos, es que en 1891, José María Pucha fundó y dirigió la banda "Dios y Patria" por el lapso de tres décadas, y atravesando por diferentes etapas, esta banda en presente año (2006) cumplió 115 años.
La banda “Dios y Patria” en la década de 1930 entró en un receso, situación que provoca que en el año 1941 tome la posta el entusiasta sacerdote Dr. Víctor Manuel Reyes y Azanza, quien la reestructuró y reforzó con los siguientes integrantes: Víctor Granda, Teófilo Granda, Juan de la Cruz Tene, Sixto Tene, Porfirio Tene, Ladislao Tene, Reginaldo Tene, Antonio Tene, Pompilio Sinche, Manuel I. Sinche, Isaias Bautista Tene, Apolinario Sinche, José María Guachisaca y Roberto Granda. Posteriormente se suscitan algunos directores de la banda como: Emilio Jaramillo Escudero, Manuel Sinche (1941), Reginaldo Tene, Luis Cuenca Gutiérrez (1951), Luis Tene Sinche (1955), y desde 1965 hasta hoy, el señor Virgilio Sinche.

BANDA "ECUADOR"
Esta banda nació con el nombre de "Santa Cecilia". Se funda en 1930. Muchos la recuerdan entonando alegres melodías, el día 7 de agosto de 1939, en la primera minga organizada por el comité de vialidad para iniciar la construcción de la carretera Chuquiribamba – Catamayo.
Entre sus directores se mencionan: Ignacio Agüinzaca y Agustín Cuenca. Posteriormente esta misma banda toma la denominación de "Unión y Progreso", cuyos directores en su orden son: Miguel Cuenca y Reginaldo Tene. Por situaciones que se desconoce, posteriormente toma la denominación de banda "Ecuador", manteniéndose hasta la actualidad, siendo sus directores: desde 1955 hasta 1960, Luis Cuenca Gutiérrez y Miguel Cuenca, y desde esta fecha hasta la actualidad, el distinguido maestro Luis Tene Valle.

BANDA DE LOS SATUCHOS
Curiosamente en la década de los años 50, bajo la iniciativa y dirección de don Agustín María Cuenca, nace la banda denominada de los “Satuchos” que lastimosamente tuvo muy poca duración, pero que sin embargo fue muy popular en Chuquiribamba y otros lugares de la provincia.

BANDA DE LA ESCUELA DE MÚSICA
Esta banda estuvo integrada por los estudiantes de la Escuela de Música de Chuquiribamba. Se creó en 1995 y duró mientras existía la escuela de música (tres años). Su director fue el Lic. Ángel Huiracocha Ganán,

BANDAS POPULARES EN LA ACTUALIDAD
Chuquiribamba en la actualidad cuenta con cuatro bandas populares: la banda "DIOS Y PATRIA", (creada en 1891); la banda "ECUADOR" (creada en 1930); la banda "SAN VICENTE" dirigida por el señor Abdón Pugo (creada 1993); la banda SAN JUAN BAUTISTA, dirigida por el señor Jorge Jiménez Cuenca (creada en el 2001).
Además la Orquesta “Tropical Sound”, cuyos integrantes en su mayoría son egresados de la Escuela de Música de su mismo pueblo.

MÚSICOS QUE SE ENCUENTRAN DENTRO Y FUERA DEL PAÍS
En la actualidad, músicos nativos de Chuquiribamba se encuentran dispersos en algunos lugares de nuestra patria, integrando bandas como la: "Banda de Infantería de El Oro" (Machala); "Banda del Cuerpo de Ingenieros de Quito"; "Banda de la Brigada del Ejército en Patuca"; "Banda de la Brigada de Pichincha" (Quito), entre otras; y en la ciudad de Loja las siguientes: "Orquesta Sinfónica de Loja"; "Orquesta Sinfónica Municipal"; "Banda de la Zona Militar"; "Banda Municipal de la Policía Metropolitana"; "Banda Santa Cecilia" (militares retirados); "Banda de la Sociedad Obreros de Loja".
Actualmente el violinista Jorge Saca Morocho, reside en Berlín (Alemania).
Julio Germán Granda Puchaicela, ejecuta el piano acordeón, el saxofón y la guitarra, fue Maestro de capilla en la parroquia de Balsas y profesor de música en la ciudad de Piñas (Prov. de El Oro); además cofundador de la orquesta “Los Tauros”.

MÚSICOS, AUTORES Y COMPOSITORES
JOSÉ MARÍA PUCHA PALAZO,
PEDAGOGO MUSICAL


De entre los músicos, intérpretes y compositores, que han prestigiado nuestra patria chica, lo citamos a José María Pucha Palazo, artista que nace en Chuquiribamba en 1860 y muere en 1950. Sus padres fueron: Gregorio Pucha e Isabel Palazo. Se casó con la señora Juana Agüinsaca, de cuya unión matrimonial tuvo 3 hijos: Enrique, Leonilda y Rosa, quien falleció en febrero del 2002, a la edad de 110 años.
José María Pucha es uno de los máximos exponentes de la música que Chuquiribamba registra en el siglo XIX. Fue un excelente clarinetista y requintista, además un gran pedagogo musical. Él estableció una escuela de música a su manera, convirtiendo su casa en un centro de estudios musicales para impartir clases de solfeo y toda la simbología musical de los diferentes instrumentos de viento que ejecutaba. Acudió hasta este lugar la juventud de Chuquiribamba y parroquias aledañas como Taquil, Santiago, Gualel y El Cisne. Además venía gente desde Saraguro y Tenta, los mismos que después de cumplir sus ciclos de estudios, regresaban a sus pueblos para formar sus bandas propias.
Estudios
Los estudios primarios los realiza en su tierra natal con profesores pagados por los padres de familia; y, en el campo musical influyeron mucho su padre Gregorio y su abuelo Feliciano, ya que tanto el uno como el otro fueron también músicos y maestros de capilla.
Con la finalidad de que se perfeccione en el campo musical, sus padres le enviaron a la ciudad de Cuenca donde un destacado artista de apellido Insúa para que lo perfeccione en la ejecución del clarinete y el requinto. Posteriormente se conoce que en la ciudad de Loja completa sus conocimientos musicales con el maestro Cano. Junto a él también aprendieron a ejecutar los instrumentos musicales sus hermanos: Amadeo y Ángel María.
Fundó su propia banda
En 1891 fundó la banda “Dios y Patria”, la misma que continúa hasta la fecha.
Posteriormente enseñó a los jóvenes de las parroquias vecinas y los asesoró para que formen sus bandas propias.
Don José Guamán, ex-militar y músico de la parroquia Taquil dice: “Yo si lo conocí a don José María Pucha. Tenía 7 años de edad cuando mi papá lo mandó a estudiar música a mi hermano en Chuquiribamba. Ahí pasó más de tres meses junto con José Evaristo Guamán, Claudio Ganashapa, Luis Ordóñez y otros que iban a integrar la banda.
Después de ese tiempo de preparación a los jóvenes, José María Pucha vino personalmente a Taquil para entregar al pueblo la banda que había preparado con esa juventud. Recuerdo que en el pretil de la iglesia, tocaron el pasacalle “Chola cuencana”, el fox incaico “El llanto de la india” y otros temas. Luego de que se terminó la presentación, los moradores le gratificaron con algo.
Wilman Jaramillo Escudero, prestigioso músico Chuquiribambense, en una de las tantas conversaciones que tuve, me contó: “Cuando tenía unos seis años de edad, lo conocí a don José María Pucha. Vivía en una casita cerca al cementerio. Había sido uno de los primeros músicos que enseñó el arte a los integrantes de las bandas populares. Desde ese tiempo parece que se comenzó a formar un verdadero semillero de músicos de generación en generación en nuestra tierra. Él fue uno de los primeros músicos que les enseñó a ejecutar los instrumentos a las bandas de El Cisne, Santiago, Taquil, Gualel y otros lugares.
Me contaban que lo llevaban contratado a otros pueblos para que les enseñe; y cuando estaba en Chuquiribamba, su casa siempre pasaba con alumnos tocando el clarinete, la trompeta y distintos instrumentos para la banda. De los músicos antiguos que conozco, creo que les enseñó a los Sinche (los pollos), los Tene y otros. Desde ahí viene esta vena de músicos.
Como dato adicional, le cuento que también era un buen artesano, tejía ponchos de lana. Él mismo había construido un telar. Mi mamá me mandó a tejer un poncho, porque sabía tejerlos tan bien que era imitación idéntica a los ponchos norteños. " Yo salí de Chuquiribamba en 1960"
Presentaciones
Desde 1891 la banda “Dios y Patria” de Chuquiribamba ha logrado renombre en toda la región. Es por eso que en cualesquier lugar de la provincia cuando se refieren a las bandas de músicos, siempre recomiendan a la "Banda de los Chuquis". Según sus integrantes dicen que siempre han sido contratados para tocar en las fiestas que se realizaban en: La Feria de Loja, El Cisne, Gualel, Taquil, Vilcabamba, San Pedro de la Bendita, así como también a la provincia del Oro: en Portovelo, Zaruma, Chilla; y en la del Azuay: en Cuenca, Cumbe, Alausí, y otras partes.
Siempre viajaban invitados por los priostes de la Virgen del Consuelo, en Portovelo, a tocar en las fiestas del 5 de julio; así como para las fiestas de la Virgen del Carmen en Zaruma el 16 de julio. La banda de Chuquiribamba amenizó estas fiestas hasta que Zaruma conformó su propia banda.
Anécdota
Invitado a Zaruma, junto con su compañero don Ignacio Agüinzaca, fueron a tocar la novena de las fiestas de la Virgen del Carmen, y también para reforzar la Banda popular que ya se había formado.
Por la importancia que mantenía este centro minero en la década de los años treinta, cuentan que los gringos organizaron un concierto de prestigiosos clarinetistas norteamericanos para presentarlos y solemnizar estas fiestas.
Cuando se enteró José María de este concierto, solicitó que le hagan participar. Los organizadores incrédulos y sorprendidos en primera instancia se negaron, pero frente a la insistencia aceptaron.
Se presentó en el escenario y luego de su actuación los asistentes y músicos invitados, se quedaron sorprendidos por la calidad y preparación musical que tenía este singular personaje. No concebían que un modesto músico de un pueblo que se encontraba tan refundido y marginado de todo, les de un mano a mano a los norteamericanos.
El éxito de su concierto decía que se lo debe a la caña de su clarinete, porque la confeccionaba con el carrizo de su mismo pueblo.
Metodología de su enseñanza
Fue un autodidacto a su manera. Su casa era el centro de enseñanza para toda la juventud que tenia aptitudes para la música. Don Víctor Loarte, nieto de José María, dice: "mi abuelo para enseñarles la música a sus discípulos, lo hacía de acuerdo al instrumento que vaya a ejecutar el interesado. Primeramente en un carrizo largo hacía los orificios de acuerdo al instrumento de viento que vaya a ejecutar, luego él mismo les colocaba los dedos en los orificios del carrizo, haciéndoles tapar y levantar de acuerdo a la melodía que tarareaba.
Sus alumnos, primero repasaban en el carrizo y cuando ya se habían familiarizado en el movimiento de los dedos podían manipular el instrumento.
Descendientes
Fue músico, su hijo Enrique, su sobrina la Hna Laura; y en la actualidad sus sobrinos por línea paterna: Aníbal y Alberto Pucha, también su tataranieto Edgar Augusto Caraguay, su nieto sobrino, Fredy Pucha Huaca, y Stalin Eduardo Pucha Tene, violinista, quien en la actualidad tiene 20 años de edad y es integrante de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador, en Quito.

EMILIO JARAMILLO ESCUDERO,
DESTACADO MAESTRO DE CAPILLA


Emilio Arturo Jaramillo Escudero, nació en Chuquiribamba, el 24 de Junio de 1896. Fue hijo de Emilio Jaramillo Quirola y doña Luzmila Escudero Loayza.
A los 22 años de edad contrajo matrimonio con la señorita Florinda Victoria Escudero, de cuya unión matrimonial nacieron 12 hijos, de los cuales en la actualidad viven 3. Se inclinaron por el mismo camino de su padre: Luis Arturo, Wilman Filiberto y Violeta Marcela. Falleció en la ciudad de Loja, el 11 de marzo de 1980.
Estudios
Realizó sus estudios primarios en la escuela de su pueblo, en ese entonces con profesores contratados por los padres de familia. Su vocación por la música despierta desde su infancia. Don Reinaldo Sinche, maestro de capilla en Chuquiribamba, es quien le inició en el conocimiento de las notas musicales y la música religiosa.
En 1908, cuando aún tenía 12 años de edad, se trasladó a la ciudad de Loja a estudiar el teclado y el violín con el maestro Salvador Bustamante Celi, distinguido músico lojano que en ese entonces había regresado de Lima para radicarse en su ciudad.
Cargos
Una vez concluidos sus estudios, se desempeñó como organista en la iglesia de Chuquiribamba, reemplazando a su primer maestro, el señor Reinaldo Sinche.
Posteriormente se trasladó como maestro de capilla a la parroquia de El Cisne, luego a los cantones: Celica, Sozoranga, Calvas, Saraguro y otros, en donde alimentado de una gran experiencia como músico e instrumentista, es contratado por las autoridades municipales de estos cantones para que dirija las bandas de estos pueblos.
En la ciudad de Loja, se desempeñó como maestro de capilla de la parroquia San Sebastián, además fue profesor de canto de la escuela de los Hermanos Cristianos. En sus últimos años, se desempeñó como organista titular de la iglesia Catedral de Loja, en reemplazo del maestro Miguel Cano Madrid, cargo que lo cumplió hasta su muerte.
Estímulos
De entre los múltiples estímulos que le otorgaron algunas instituciones a este insigne artista, se conservaba en poder de su hijo Wilman la Presea al Mérito como primer director de la banda de músicos del cantón Calvas en el año de 1936.
Discípulos
En el ámbito musical, quienes se formaron bajo las sabias enseñanzas del maestro Emilio Jaramillo son: en El Cisne: Cirilo Cuenca y José Guamán (Pepe Gudman) que posteriormente se desempeñó como maestro de capilla en la ciudad de Portovelo; en Taquil: Visitación Morocho, y en Chuquiribamba: Luis Cuenca Gutiérrez, César Guaya Orozco, Luis Curipoma, César Gutiérrez y otros.
Creaciones musicales
A más de la música sacra que fueron sus temas favoritos, tiene a su haber algunas composiciones, entre ellas: Himno a Chuquiribamba, compuesto en 1936; los pasillos: Tus ojos, Amargamente, A semejanza del sol, Eres mi ensueño, Horas de dolor, los pasacalles: Maltratado corazón, Humilde violeta, Cuando te acuerdes de mí; los valses: Blanca avecilla, Tierra donde nací; y, Ternura y amistad, dedicado al padre Florentino Muñoz, cura párroco de Chuquiribamba en 1936; además algunos sanjuanitos.
Anécdotas
Como en su pueblo no había otra persona con quien pudiera tocar el violín, le vendió uno a su compadre el profesor Deifilio Sinche y le enseñó a ejecutar. Con él luego de un tiempo formó un hermoso dúo de violines, único en el medio.
Así mismo cuando su hijo Wilman quería aprender a tocar la guitarra, y le pedía que le comprara una, don Emilio le manifestaba que no vale de que aprendiera muy pronto, porque se hacen serenateros. Wilman secretamente con la complicidad de un amigo suyo aprendió a ejecutar, sin que en ningún momento se diera cuenta su padre.
En una ocasión, don Emilio tenía que tocar con su grupo musical en la velada artística que se desarrollaba en Chantaco. El grupo había entrenado por algún tiempo: Luis Cuenca en el saxofón, César Gutiérrez y Segundo Granda en las guitarras, y él en el armonio. El día de la presentación no llegó a tocar la guitarra don Segundo Granda, entonces su hijo Wilman se ofertó a reemplazarlo. Don Emilio muy sorprendido, ese día se enteraba que su hijo sin su consentimiento ya había aprendido a tocar la guitarra con la complicidad de don César Gutiérrez, quien le enseñó a escondidas.
Tan halagado en ese momento por la hazaña de su hijo aún pequeño, no le quedó más que al siguiente día viajar a la ciudad de Loja para comprarle una guitarra.

LUIS CUENCA GUTIÉRREZ,
MÚSICO AUTODIDACTO


En el hogar formado por Luis Cuenca Dávila y Regina Gutiérrez, nació Luis Benjamín Cuenca Gutiérrez, el 21 de julio de 1929.
De su primer matrimonio con la señora Libia Córdoba tiene 3 hijos; y de su segundo matrimonio con la señora Graciela Ordóñez, seis; de los cuales tres siguen la misma huella de su padre y hoy son destacados músicos, el uno residente en los Estados Unidos, el otro en Quito.
La mayor parte de su tiempo vivió en Loja ejerciendo la profesión de músico y Director de bandas populares.
Su instrumento favorito fue el saxofón, además ejecutaba el piano, la flauta y la guitarra
Falleció en Loja el 25 de octubre de 1997, aún ejerciendo las funciones de Director de la "Banda de la Zona Militar" de Loja.
Estudios
Sus estudios primarios los realizó en la escuela "La Salle" de Loja; y los secundarios hasta el tercer curso, en el colegio “Bernardo Valdivieso”.
En el campo musical, Luis Cuenca Gutiérrez es un verdadero autodidacto, ya que sus estudios formales comprenden solamente un año en el conservatorio; luego es don Emilio Jaramillo Escudero quien completa sus enseñanzas, convirtiéndolo en un excelente ejecutor del saxofón.
Posteriormente, es la dedicación personal que le lleva a profundizar sus conocimientos, que más tarde lo destacan como director de las bandas populares de su pueblo, luego las del ejército y otras del país.
Cargos
Como músico ha tenido una relevante presencia en las bandas populares. Es director de las bandas “Dios y Patria” en 1951 y en la “Ecuador” en 1955, en la parroquia Chuquiribamba. Luego en 1975 se desempeña como director de la banda de la Brigada de Infantería Nro. 1 de El Oro (Máchala); en 1988, director de la banda de la “Zona Militar 7Bl” Loja, cargo que lo desempeñó hasta su muerte. Además, como integrante de otras bandas trabajó en las ciudades de Cuenca y Quito.
En su tierra natal, sus cualidades de músico las combinó con la función pública, desempeñándose como Teniente Político y Jefe de Área del Registro Civil.
Creaciones musicales
Como autodidacto llegó a perfeccionarse en el conocimiento de la armonía, contrapunto, orquestación y dirección. Resultado de estos amplios conocimientos, hizo de él un gran compositor y arreglista de música popular. Se conoce que durante toda su vida realizó más de un millar de arreglos orquestales y cerca de una centena de canciones populares, entre marchas e himnos inéditos. De entre ellas citaremos los pasillos: Hermosa siempre te sueño, Eterna ausencia, Madrecita humilde, Triste vivo sufriendo; los pasacalles: Juguemos toreando, Pampitas del Panecillo, Los olivaritos; las cumbias: Soy lavandera, Vivo en la orilla del mar, Corre al malecón, y Pañuelo morado (danzante), Tu partida (vals), Carnavalito (tonada), Linda longuita (albazo), El dengoso (mambo), y las marchas militares: 24 de Mayo, Héroes del 41, Unión y Progreso, entre otras.
Premios
Durante su trayectoria artística, se hizo acreedor al primer premio en el concurso de música para el Himno a la Brigada de Apoyo Logístico Nro. 25 de Quito.
En 1989, en el concurso de bandas militares a nivel nacional realizado en Azoguez, se hace acreedor al primer premio con su participación como Director de la Banda de la Zona Militar 7Bl - Loja.

CESAR GUAYA OROZCO,
ARREGLISTA Y COMPOSITOR NATO

César Monfilio Guaya Orozco, artista lojano de reconocida tra­yectoria nacional, nació en el caserío Chantaco (hoy parroquia), perteneciente a Chuquiribamba, el 4 de febrero de 1932. Es hijo de don Esteban Guaya y doña Mercedes Oroz­co.
Es casado con la señora Perla Esperanza Páez Bravo, de cuya unión matrimonial tiene 4 hijos.
Se radicó en la ciudad de Guayaquil desde 1964; pero no olvida su suelo natal, retornando a él cada año con motivo de sus festivida­des parroquiales.
Los instrumentos de su predilección en el campo artístico musical son el piano, el órgano y el acordeón.
Estudios
Sus estudios primarios los realizó en la escuela Benjamín Franklin, de su lugar natal, y los secundarios en el colegio Seis de Marzo de Guayaquil.
Desde niño sintió su vocación por la música, siendo sus primeros profesores, en el piano, Emilio Jaramillo; posteriormente en Loja, Miguel Cano Madrid.
En 1949 ingresó al Conservatorio de Música en Loja, en donde aprobó el 4to año de piano, 3ro de violín, y 2do de saxofón. Posteriormente paralelo a su función de maestro, en Guayaquil reanudó sus estudios en el Conservatorio Antonio Neumane, graduándose como profe­sor de Música y Canto, el 18 de octubre de 1967; en 1978 ob­tiene el título a nivel superior en armonía, dictado, análisis fra­seológico, instrumentación y composición.
Los músicos que influyeron en su carrera artística son: Lucho Silva, en Guayaquil; José Antonio Jara (El Chazo), en Zaruma; y en Loja, Edgar Palacios y Medardo Luzuriaga.
Cargos
César Guaya prestó sus servicios en las provincias de Loja, El Oro y el Guayas, en diferentes instituciones educativas, grupos musicales y casas disqueras.
En 1955 se inició como maestro de educación musical, en el centro escolar Guillermo Maldonado Valencia, de Zaruma; en 1959, es profesor de la escuela Alonso de Mercadillo, de Loja; en 1961, profesor de educación musical del Colegio Nueve de Octubre, de Machala; y, en 1964, profesor de educación musi­cal de las escuelas fiscales de Guayaquil.
Posteriormente es profesor del conservatorio de esta misma ciudad; Supervisor provincial de Educación Musical del Guayas; director de la Ban­da Metropolitana del Municipio de Guayaquil; director de la Ca­sa Grabadora de discos Fénix, y actualmente se desempeña como director de la banda de la comisión de Tránsito del Gua­yas, e integrante de la Orquesta Sinfónica del Magisterio de Guayaquil.
Ha realizado arreglos musicales para la Orquesta Falconí Jr., por el lapso de 12 años; para la grabadora de discos Fénix, 8 años, y para distintos conjuntos de grabaciones.
Creaciones musicales
Es autor de más de 100 composiciones populares de distinto ritmo, las mismas que han enriquecido nuestro pentagrama nacional; así como más de cien himnos, canciones y rondas escola­res para diferentes escuelas, colegios e instituciones educati­vas de las provincias de Loja, El Oro y el Guayas.
Sin olvidar de su tierra natal, ha compuesto los pasacalles: Chuquiribamba (grabado en 1955 con el conjunto del Chazo Jara), Chantaco, Fátima mi tierra amada, el pasillo: ¡Oh! Gran Chuquiribamba; y los himnos: al colegio San Vicente Ferrer, a la escuela Federico González Suárez, a la parroquia de Chantaco, al colegio Eduardo Mora Moreno y a la Asociación de Chuquiribambenses residentes en Loja.
Entre las composiciones de música popular que ha grabado figuran: Cumbia Centinela del Sur, Cumbia sobre el Mar, Cumbia del Caribe, La casita blanca, Las paisanitas, El cabañal, No me llores ni te lloro, La carcelera, El poncho, Senti­miento del Indio, Solo recuerdos, Recuerdos inolvidables, entre otras.
Reconocimientos
En 1973, El Centro social Loja y el Programa radial "La voz de Loja" en Guayaquil, lo declara como el "Mejor Maestro" lojano residente en Guayaquil, y destacado artista, cultor de la música nacional.
En 1993, el Ministerio de Educación y Cultura, la Dirección provin­cial de Educación del Guayas y la Asociación de supervisores le con­decoraron con medalla de oro y pergaminos, por haberse acogido a la jubilación.
En 1999, La Asociación de Chuquiribambenses residentes en Loja, también le entregan una presea en reconocimiento a su labor artística mu­sical.
Giras artísticas
Con su propio grupo orquestal "César y los Supremos", y luego con el conjunto FOLKOSTA, recorrió la mayor parte del Ecuador y algunas ciudades de los Estados Unidos como: New York, Manjatan, Bruklin, Chicago, New Yersey, etc., dejando en alto el nombre del Ecuador y particularmente de Loja, y la tierra que lo vio nacer.
Anécdota
Cuenta que con el grupo FOLKOSTA (Folklor Costeño), cuando realizaba su gira artística a los Estados Unidos, en la oficina de Migración de Miami, los funcio­narios de ésta, para identificarlos que eran artistas, los hicieron ejecutar sus instrumentos y cantar. Una vez que verificaron escuchando algunas canciones del folklor ecuatoriano, los dejaron pasar a New York.
Luego cuando se embarcaron en el bus que realizaba el recorrido Miami-New York, durante dos noches y un día, tuvieron que tocar música de todo género, de acuerdo a la nacionalidad de cada uno de los pasajeros que viajaban. Desde luego, esta experiencia les significó la ganancia de algunos dólares.

LUIS TENE VALLE,
DIRECTOR DE LA BANDA “ECUADOR”


El maestro Luis Tene Valle nació en la parroquia de Chuquiribamba el 10 de agosto de 1935. Es hijo de Rosauro Tene y Balbina Valle. Curiosamente –dice- somos seis hermanos y todos músicos: Juan, Froilán y Polibio tocan el saxofón; Simón, el bajo y Segundo, el contrabajo. Mi padre fue músico.
Me inicié en este hermoso arte desde la edad de 14 años, tocando el tambor; luego aprendí el clarinete y terminé inclinándome por el saxofón.
Con el maestro José María Pucha aprendí a tocar el clarinete. Recuerdo, él en ese entonces haya tenido unos 80 años de edad, vinieron desde la parroquia de Taquil unos 15 jóvenes para aprender a tocar y formar la banda de su pueblo, en ese grupo me incluí yo. Pagábamos dos reales por lección. .
Luego me perfeccioné con el maestro Miguel Cuenca. Él era integrante de la banda “Unión y Progreso” y, como la música no era un oficio que se ganaba para poder vivir, algunos de esos músicos eran albañiles y constantemente viajaban a realizar sus trabajos por el sector de Chaguarpamba, entonces yo pase unos cinco años con ellos, trabajando durante el día en la albañilería y en las horas de descanso repasando mi clarinete y saxofón.
Después de estas andanzas regresé a mi pueblo e ingresé a la “Banda Unión y Progreso” y, con el maestro Luis Cuenca Gutiérrez continué puliéndome en la ejecución del saxofón.
Director de la banda “Ecuador”
La banda “Unión y Progreso” posteriormente cambió su denominación a banda “Ecuador” y, desde que el maestro Luis Cuenca Gutiérrez dejó la dirección, le tome la posta. Soy su director desde 1960 aproximadamente.
Los integrantes de esta banda en ese entonces eran: Ángel Palazo y Alberto Tene, tocaban la trompeta; Sixto Tene y José Pío Puchaicela, el clarinete; Ignacio Valle, el bombo; Manuel Ignacio Aguinsaca y yo el saxofón. Algunos ya fallecieron y otros ingresaron al ejército en calidad de soldados.
Con nuestra banda de músicos, hemos recorrido a diferentes lugares de las provincias del Azuay, El Oro, Zamora Chinchipe y Loja. A los cantones que más hemos visitado son los de Espíndola, Cariamanga y Gonzanamá.
Anécdota.
Para cumplir con nuestros compromisos, acostumbrábamos a repasar todos los sábados en la tarde. En una ocasión después de ensayar, Ángel Palazo, Ignacio Aguinsaca, Alberto Tene y yo, salimos a pegarnos unas copitas en una cantina del pueblo; pero resulta que el cantinero ya no nos quiso vender más y nos sacó del lugar en donde estábamos tomando. Ya picaditos, compramos dos botellas de aguardiente y nos quedamos sentados en una acera de la calle, conversando. Tragos van, tragos vienen, en eso ya nos chumamos y nos hemos dormido. Al día siguiente cuando despertamos, nos damos cuenta que se nos han perdido los instrumentos. Muy asustados preguntábamos al uno, al otro, pero nadie nos daba razón. Nos faltaba ocho días para cumplir un contrato y no sabíamos qué hacer. Alberto resolvió comprar un nuevo instrumento. En eso alguien nos comentó que don Guillermo Michay los tenía, allá en el barrio Carmelo. Este secreto lo había confiado a un amigo suyo. Acudimos donde Guillermo, pero nos negaba. Manuel Ignacio más ocurrido dijo, vamos a darle un sereno, llevémosle trago y un regalito y verán. Así lo hicimos. Después que tocamos, tomamos y bailamos, le rogamos que nos devuelva los instrumentos, él muy divertido por la broma, nos dijo: muchachos, solamente por que tienen que cumplir con el compromiso de tocar, les devuelvo, pero prométanme que nunca más van a tomar tanto, hasta quedarse dormidos en la calle. Diciendo esto, sacó los instrumentos y nos entregó. ¡Qué alivio!
WILMAN JARAMILLO ESCUDERO,
CON LA MÚSICA EN LAS VENAS

Wilman Filiberto Jaramillo Escudero, maestro, músico y compositor lojano, nació en la parroquia Chuquiribamba, el 18 de septiembre de 1937. Fueron sus padres don Emilio Jaramillo y doña Florinda Victoria Escudero. Falleció el 22 de abril del año 2002 en la ciudad de Loja, a la edad de 65 años.
Pertenece a una familia de tradición musical. Desde niño junto a su padre, incursiona en la música. Ejecuta el piano, el acordeón y la guitarra.
Contrae matrimonio en 1961 con la señorita María Noemí Costa, de cuya unión nacen: Martha Alicia y Violeta Nehemí, las que también siguen las huellas de su padre.
Estudios
Realizó sus estudios primarios en la escuela González Suárez, de su lugar natal; los secundarios en el Seminario San José, hasta el segundo año.
En el campo musical, el primer maestro fue su padre, a quien acompañaba siempre cantando música sacra y ejecutando el armonio de la iglesia de Chuquiribamba. Luego profundizó sus conocimientos en el piano, la armonía y la música religiosa con el P. Jorge Bailach.
Posteriormente estudió en el Conservatorio de Música de Loja, en donde fue alumno de los maestros: Segundo Cueva Celi, Víctor Mo­reno Iñiguez, Martha Piedad Castillo, César Alberto Ortega, Blanca Cano Palacios y otros.
Por sus conocimientos musicales, su labor artística y experiencia, el Ministerio de Educación y Cultura, en 1975 le confiere el título a nivel medio de Educación Musical; y en 1982 el titulo a nivel supe­rior en música.
Obras
Escribió los pasacalles: Yo canto a mi madre y Recordando a Chuquiribamba; los valses: Martha, dedicado a su esposa y Canción de amor filial, a su padre; Los pasillos: Pequeña princesita y Ano­checer en el alma; además el himno al colegio San Francisco de Asís, de Loja; Padre nuestro y algunos temas de música sacra.
Cargos
A los 18 años de edad prestó sus servicios como profesor de mú­sica en la provincia de El Oro. En 1962 ingresa al magisterio en calidad de profesor de música de las escuelas de la ciudad de Loja, así como también colaboró en los colegios: La Inmaculada, Semina­rio Menor San José, Nocturno Loja, Santa Mariana de Jesús, Escue­la La Salle, y Pensionado San Luis. En 1975 ingresó a trabajar en el colegio Nacional “Bernardo Valdivieso”, en donde laboró por el lapso de 22 años.
Luego de haber permanecido en el magisterio 35 años, se jubiló en 1996.
Reconocimientos
Por su labor especialmente en el campo musical, algunas instituciones le entregaron pergaminos de reconocimiento y medallas de honor, entre ellas: la SAYCE, Nuevo Rumbo Cultural y el colegio “Bernardo Val­divieso”.
Discípulos
Como profesor del colegio “Bernardo Valdivieso” educó a muchas generaciones, y entre sus discípulos en campo musical los recuerda a: Wilman Rene Palacios Jaramillo, Francisco Jara, Walter Rodriguez y otros.
Participaciones
Tuvo destacada participación ejecutando el piano en la desaparecida “Radio Ondas del Zamora”, en el programa “La Voz de Loja en Guayaquil”, la “Voz de los Andes” de la ciudad de Quito, y en todos los festivales de “La Lira y la Pluma Lojanas”.
En 1962 formó parte de algunos grupos musicales como acordeo­nista, junto a Adalberto Narváez, Juan García, Juan Gordón, Carlos Alvarado, Los Hnos. Cueva, Galo Terán, Hugo Izquierdo y otros.
Sus giras las realizó hacia algunas ciudades del país y toda la provincia de Loja.
Relatista
Combinando sus actividades de músico, también se dio tiempo para escribir. Dejó preparadas dos obras inéditas de relatos: "Capítulos íntimos" y "Memorias de un caminante" primera y segun­da partes, en la que con un estilo sencillo, pero cargado de muchas sensaciones y recuerdos, plasma más de veinte relatos, en los que en ningún momento olvida su tierra que lo vio nacer, y en algunas líneas siempre recuerda a Chuquiribamba como su "bello rinconcito". Es un libro de memorias de su niñez y juventud, que recuerda siempre su banquito de reuniones, las calles, la iglesia y los profesores de su pueblo.
Anécdota
En una ocasión, con sus compañeros Adalberto Narváez, Juan Gar­cía y Carlos Alvarado, fueron a tocar en un baile cerca del puente Bolívar. Como los taxis en ese entonces eran escasos, a la madru­gada se encontraba con la dificultad para transportar el acordeón que era bastante pesado (120 bajos), y sin saber qué hacer, tomó arbitrariamente una carreta halada por caballos que la encontró en la calle y sin perder tiempo lo subió al acordeón y también se trepó él. Muy tranquilo arreó al caballo y tomó la calle Bolívar con dirección a San Sebastián. Cuando estaba cerca de llegar a su casa, se da cuenta que los dueños de la carreta le han estado siguiendo y ya mismo le alcanzaban. Él muy confundido, brincó a la calle, cargó su acordeón y corrió a esconderse en la primera puerta que encon­tró abierta. Desde ahí dice que vio pasar muy enojados a los carreteros recuperando su caballo, que lo tenían por perdido, porque pensaban que se lo robaron.

ALBERTO PUCHA SIVISACA,
ARTISTA Y DOCENTE

EL Lic. Jacinto Tabango Andrade, en la primera entrega de "Estampas lojanas" difundidas por el programa radial “Círculo Domi­nical”, refiriéndose a Chuquiribamba, manifiesta, que este pueblo es un "emporio de arte, música y poesía". Apreciación bien acertada, considerando que son varios los representantes en cada una de estas manifestaciones culturales; así, en las artes plásticas, en el teatro, en las letras, y en la música.
En este ambiente matizado de música, arte y poesía, nace Alberto Pucha, músico de vocación, quien desde su infancia siente afición y gusto por el arte musical.
En sus primeros años de estudiante secundario, se integra a la Banda de Música del colegio “Bernardo Valdivieso”, per­maneciendo en ella desde 1956 hasta 1962, desempeñándose en los dos últimos años como su instructor.
Posteriormente en su vida profesional, es director de los conjuntos folclóricos: Los “Tayos de Yanatronco” y “Los Zarzas”. También dirigió las es­tudiantinas de los colegios: Catamayo, Beatriz Cueva de Ayora, La Dolorosa, Bernardo Valdivieso, y otras.
Cargos
Ingresa al magisterio nacional en 1962, teniendo que cumplir su tarea docente en el barrio Guásimo, perteneciente al cantón Zapoti­llo; posteriormente, ha trabajado en algunas escuelas y colegios de los diferentes cantones de la provincia de Loja. Actualmente es profesor del colegio Experimental “Bernardo Valdivieso”.
Durante toda su vida, más se ha dedicado a la actividad musical, dictando permanentemente cursos de música popular. Actualmente realiza trabajos de música computarizada, levantamiento de partituras, transporte y composición.
Composiciones
Tiene algunas composiciones inéditas, entre ellas: Cuan­do estoy contigo (balada), Katalia (balada), A Yanzatza (pasacalle), Cumbia Bernardina, Himno a la UNE y más de 15 canciones escolares.
Giras
Dirigiendo el conjunto folclórico “Los Zarzas” y haciendo el fondo mu­sical al conjunto de danza de la Universidad Nacional de Loja, ha recorrido toda la provincia de Loja y la mayoría de las provincias del Ecua­dor (1981).
Datos personales
Nace en Chuquiribamba el 6 de abril de 1943. Es hijo de Agustín Pucha Medina y de Ignacia Sivisaca Valdivieso. Sus estudios pri­marios los concluyó en la escuela Miguel Riofrío de Loja, los secun­darios en el colegio “Bernardo Valdivieso”; y los superiores en la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, hasta el tercer año.
En 1957 ingresa a la Escuela Superior de Música, anexa a la Universidad Nacional de Loja, especializándose en la ejecución del clari­nete y saxo; y en 1995 obtiene el título de profesor de Música, en el Conservatorio Salvador Bustamante Celi, en un convenio de profesionalización con el Minis­terio de Educación y Cultura.
Anécdota
En 1981, regresaban de una presentación artística en la ciudad de Ambato todos los in­tegrantes del grupo “Los Zarzas”; más ocurre que inesperadamente, a las primeras horas de la madrugada, se quedan atrapados por un deslave en Alausí, a causa de la pertinaz lluvia. El frío era tre­mendo, lo que les producía comprarse unos cigarrillos y un "traguito". Intentaron comprar pero no fue posible, porque no había ninguna tienda abierta, a lo que él y sus compañeros decidie­ron sacar los instrumentos y se pusieron a entonar algunas melodí­as sentados al filo de una vereda. Dice que después de pocos minutos es­taban rodeados de muchos espectadores y cada uno quería quedar mejor que el otro, brindándoles trago y cigarrillos.

JOSÉ ANÍBAL PUCHA S,
MÚSICO QUE HACE CAMINO AL ANDAR


El maestro José Aníbal Pucha, nació en la parroquia Chuquiribamba, el 10 de septiembre de 1964. Por razones de trabajo se radicó en Quito durante 5 años, retornan­do luego a Loja en donde actualmente es profesor del Conservatorio de Música “Salvador Bustamante Celi” e integrante de la Orquesta Sinfónica de Loja.
Estudios
Sus estudios primarios los realizó en la escuela “Antonio Jiménez de Monte” del barrio Pordel; los secundarios en el colegio “Adolfo Valarezo” de la ciudad de Loja.
En 1985, obtiene el título de Bachiller en música, especialidad: flauta traversa, en el Conservatorio “Salvador Bustamante Celi”, y en 1980, egresa de la Escuela Superior de Música de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Loja, en la especialidad de Pe­dagogía Musical.
Los maestros que influyeron en su formación como flautista son: José Amadeo Morocho y Carlos Ortega Salinas en Loja; en Quito las maes­tras norteamericanas: Sheryl Cohén y Angeleita Floyd, y el maestro Suizo, Félix Renggli.
Durante su permanencia en Quito estudió dirección de Orquesta y Coro, con el maestro cubano José Ángel Pérez y el ruso Andrei Vasi Levsky.
A asistido a algunos cursos de perfeccionamiento en la especialidad, realizados en diferentes ciudades del país y el extranjero.
El instrumento de su especialidad es la flauta traversa, y los instrumentos secundarios, la guitarra y el piano.
Su vocación musical nace desde su infancia, luego es orientada por su hermano Alberto, quien le encamina con más firmeza en este hermoso mundo de la música. Actualmente se destaca como músico, arreglista, compositor y director.
Cargos
En su trayectoria profesional se ha desempeñado como profesor del Conservatorio Nacional de Música “Salvador Bustamante Celi” en Loja, profesor del Conservatorio Nacional de Quito, profesor de escuela del Ejército “Abdón Calderón” de Quito, catedrático de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Loja, director encargado de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio “Salvador Bustamante Celi”, director de la orquesta del Conservatorio Nacional Quito, director Encargado de la Banda Sinfónica del Distrito Metropolitano de Quito, director de la Orquesta Sinfónica del Municipio de Loja, director del Coro de Cámara de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Loja, y actualmente es integrante de la Orquesta Sinfónica de Loja (flauta principal).
Composiciones musicales
De entre las composiciones musicales de su autoría sobresalen baladas "Eternamente mujer" y "Pero odio la violencia", la primera obtuvo el tercer premio en 1991, y la segunda fue finalista 1987, en los festivales de Música Lojana organizada por el CEDIC (Centro de Difusión Cultural de la Asociación de Lojanos residentes en Quito): "Señora del Cisne" (vals-pasacalle) ganadora del primer premio en el concurso de música organizado por la Diócesis de Loja en 1987: el vals "Violeta Trigo". "Sal de inmediato a buscarme", “Zamora Linda” (Albazo), ganadora del cuarto premio en el Concurso de música inédita organizada por el I. Municipio de Zamora en el 2003, “Diamantes para la Reina”, ganadora del segundo premio en el Primer Festival de la canción inédita Mariana, 2005, “A Masanamaca” (pasacalle) y algunas canciones infantiles, himnos y otras.
Giras artísticas y participaciones
Como integrante de las Orquestas Sinfónicas en donde ha trabajado, ha recorrido todas las provincias del Ecuador, y como Director del coro de la Facultad de Artes, participó en el IV Festival Internacional de coros realizado en Piura (Perú) en 1999.
Ha participado integrando la coral de flautas, en los festivales inter­nacionales "Mitad del Mundo" y últimamente en Loja como solista en la flauta junto al guitarrista cubano-norteamericano, José Manuel Lescano.
Representaciones
Actualmente es el Presidente del Foro Latinoamericano de Educación Musical, Sección Nacional Ecuador (FLADEM - ECUADOR). Ha puesto muy en alto el nombre de Loja con su participación en los seminarios internacionales realizados en Costa Rica, Colombia y otros lugares.
Anécdota
Cuando era aún estudiante del conservatorio “Salvador Bustamante Celi”, por ini­ciativa propia forma el grupo de Cuerdas Juveniles, en el mismo que constan violines, guitarras, flautas y piano. Integran el grupo sus compañeros: Blonder Mendieta, Julio Mendoza, Edwin Jumbo, Jorge Serrano y Jaime Coronel.
Luego de algunas presentaciones el grupo llegó a tener bastante acogida, por lo que el rector del colegio de la parroquia de Nambacola les invitó para que actúen en la coronación de la reina del colegio con motivo de sus Fiestas Patronales.
Todo fue normal, los anfitriones se portaron muy bien. Después que se terminó el programa de la coronación, el rector pasado ya en unas "copitas" muy gentil, emocionado y generoso, les invita a su casa a sabo­rear un caldo de pollo "runa". Como ya era la madrugada, todos estaban cansados y deseaban dormir, nadie quería, todos se negaban; pero tanta fue la insistencia que al final aceptaron
Luego de haberse servido el aguado de pollo, los músicos con sus instrumentos al hombro se disponían a despedirse. Viendo esto, al rector se dis­gustó, porque la intención de él había sido, que luego de comer, le dediquen algunas canciones hasta el amanecer.
Como esto no ocurrió, les despidió de su casa y les correteó por todo el parque de Nambacola, reclamándoles a gritos el pollo que había pelado para ellos y que no le habían correspondido ni siquiera con un tonito.
Todos los músicos tratando de evitar el altercado, dice que corrían por la calle y cuando el rector, ya no les avanzó a seguir, desde lejos les gritaba: "Grupo minúsculo, gru­po minúsculo, vengan a tocar o devuélvanme el pollo que se comieron”.
Comentan, que el grupo sí hubiera tocado, pero el asunto era que Blonder Mendieta ya lo guardó al violín, y él una vez que lo guardaba, no le gustaba nuevamente sacarlo.

FREDY VICENTE PUCHA HUACA,
ORGULLO DE CHUQUIRIBAMBA


Del hogar formado por don Vicente Pucha Alasiche y doña Graciela Huaca Valdivieso, nació Fredy Vicente Pucha Huaca, el 20 de di­ciembre de 1977.
Sus estudios primarios los realizó en la escuela “González Suárez” de su mismo pueblo y los secundarios en las Unidades educativas "San Francisco" y "Bernardo Valdivieso" de la ciudad de Loja, obte­niendo el título de bachiller en 1997.
Paralelo a sus estudios secundarios estudió música, en el Conserva­torio Nacional "Salvador Bustamante Celi", graduándose de Tecnólogo, en la especialidad de violín, en 1999.
Posteriormente asiste como estudiante particular del Maestro Leonid Greco (Ruso), director del Área de Cuerdas del Conservatorio Franz Liszt en la ciudad de Quito.
Por ancestro pertenece a una familia de tradición musical, razón por la que desde muy niño se inclina por la música, descubriéndose como tal desde la escuela. A los 8 años de edad, comenzó tocan­do la melódica.
Maestros
Su primer maestro de música en la escuela “González Suárez” de la parroquia de Chuquiribamba, fue el profesor Luis Tene Valle, y en Conservatorio de la ciudad de Loja: el flautista José Aníbal Pucha, y los violinistas: José Ruque, Raúl Mora y Rodrigo Ortega.


Giras
Pese a su corta edad, como integrante del Grupo Folclórico "Jahuañán" de la Universidad Técnica Particular de Loja, realizó presentaciones en: Quito, Cuenca, Guayaquil y otras ciudades del país; también ha estado en las repúblicas de Chile y Perú; así como en Suecia representando al Ecuador, junto a músicos de 60 países del mundo compitiendo con su proyecto musical FALUN FOLKMUSIK, organizado por la UNESCO, en el mes de mayo del 2002, logrando que el suyo sea clasificado entre los 10 mejores proyectos musicales.
Este triunfo hizo que posteriormente sea invitado al "Encuentro de los Carnavales de Vene­cia" (Italia), representando a las ju­ventudes musicales del Ecuador, en el febrero del 2003; para posteriormente participar en el "Bicentenario del Festival Multicultural de Música" en la ciudad de Renán (Suiza), en el mes junio 2003.
Premios y preseas
Primer premio el concurso de Villancicos organizado por el I. Muni­cipio de Loja en 1998.
Primer premio en el Concurso Nacional de Juventudes Musicales "Franz Liszt" organizado por la UNESCO el 6 de mayo del 2002 en la ciudad de Quito. (Viaje a Falun "Campamento ETHNO-SUECIA, en representación del Ecuador)
Finalista de los 10 proyectos musicales en el mundo y dirección del concierto mundial FALUN FOLKMUSIK realizado en Suecia el 10 julio de 2002 y su clasificación.
Condecoración al Mérito Musical “Salvador Bustamante Celi”, otorgada por el I. Municipio de Loja, el 18 de noviembre del 2003.
Condecoración como el “Joven del Año”, por la fundación CAJE, en el año 2004.
Premio “Nóbel Ecuatoriano al Mérito Cultural”, condecoración recibida en la ciudad de Guayaquil el 16 de diciembre de 2005.
Creaciones musicales
Mis hermanas (sanjuanito), Llanura Vicentina (pasacalle), Loja mi tierra querida (albazo), Variación andina (fusión de sanjuanito, huaino y gitano), Nocturno I (Balada clásica).
Últimamente en el Teatro Universitario Bolívar, hizo la presentación de los CDs: Fusión de cuerdas, Polifonía Ecológica y Acordes mágicos.
Inéditas: Las horas de mi escuela (canción infantil), Canción a la madre, Hola América y algunas más.
Actividades desempeñadas
Integrante del CEDIC
Integrante del Grupo de Música Folclórica "Jahuañán", de la Universidad Técnica Particular de Loja.
Profesor de música y Danza de la Unidad Educativa Mons. "Jorge Guillermo Armijos"
Profesor del colegio "Manuel José Rodríguez" de Malacatos
Profesor de violín de la Unidad Educativa "Quitumbe" del Distrito Metropolitano de Quito.

viernes, 7 de mayo de 2010

PERSONAJES DE CHUQUIRIBAMBA


LA Hna. LAURA,
SIRVE A DIOS Y LOS NECESITADOS

Muchos se preguntarán ¿Quién es la Hna Laura? Pocos o casi na­die la conoce. Ella es una mujer modesta y amable que toda su vida la ha entregado al apostolado religioso y al cuidado de los ancianos y niños en los asilos de la ciudad de Loja y el país.
Tiene de 85 años de edad, y ha permanecido toda su vida en la Comunidad de las Hnas. Dominicanas.
Nos cuenta que durante este largo tiempo ha pasado en las comunidades religiosas de Quito, Cuenca, Catacocha y la mayor parte en la ciudad de Loja.
Ahora la encontra­mos en el Asilo de Ancianos Daniel Álvarez Sánchez junto a un dis­tinguido grupo de religiosas dominicanas, aún entregada con amor y ternura al cuidado de los ancianos que por una u otra razón han llegado a esta casa asistencial, como la morada en donde sus últimos días encuentran comprensión, amor y cariño.
La Hna. Laura, con esa amabilidad y sencillez que le caracteriza, manifiesta cuidar con paciencia y amor a los ancianos que viven en el asilo.
Con una lucidez increíble, recuerda con lujo de detalles el viaje que hizo por los caminos de herradura hace más de 65 años desde Chuquiribamba hasta Cuenca, para ingresar a la Comunidad de las Dominicanas. Allí hice mi noviciado -dice-, duró 2 años, luego la profesión de votos temporales 3 años, y finalmente la profesión de votos perpetuos que du­ran hasta la muerte.
Lo más hermoso que nos puede ocurrir, es prepararse para servir a Dios
Fuimos 35 novicias que ingresamos al convento de Cuenca. De Loja estuvimos tres: la Madre Magdalena Tello León, ahora es superiora en el Convento Sta. Catalina de Quito; la Madre Cecilia García que actualmente se encuentra en Catamayo, y yo. Igual hicimos con ella: el noviciado, los votos temporales y la toma de hábitos. Todas aún continuamos vivas.
Recuerda que el Asilo de Ancianos Daniel Álvarez Sánchez, en la década de los años 40, funcionaba en la esquina de la calle Sucre y Azuay, posteriormente se pasó a la calle Bolívar y Catacocha, en donde actualmente funciona el colegio Pío Jaramillo Alvarado, y ahora nos encontramos en Jipiro.
A más de la oración, entre las aficiones de la Hna Laura cuentan la música y el volante. Dice haber aprendido las notas musicales de un músico colombiano llamado Alfonso Delgado, esto en 1948 aproximadamente. Con él aprendí a ejecutar el melodio y con esta habilidad por muchos años he acompañado a tocar en las iglesias: canciones religiosas, bendiciones, pases de niño, al Santísimo, a la Virgen y muchas otras más.
Sus nombres completos son Hna. María Laura Pucha Izquierdo, na­cida en la parroquia Chuquiribamba, en el barrio El Carmelo, el 23 de septiembre de 1921. Sus padres fueron: Ángel María Pucha y Zoila Aurora Izquierdo

CARLOS JARAMILLO ARMIJOS,
PIONERO DE LA VIALIDAD EN CHUQUIRIBAMBA


Nació en Chuquiribamba el día 4 de noviembre de 1878. Fueron sus padres, don Antonio Jaramillo y doña Eulalia Armijos. Falleció en su misma parroquia el 9 de julio de 1940. Contrajo matrimonio con la señorita Francisca Escudero de cuya unión nacen: Ofelia y Leoncio.
Realizó sus estudios primarios en Chuquiribamba, en ese entonces en una escuela pagada por los padres de familia, siendo uno de sus profesores el maestro Miguel Suescoum.
Se desempeñó como Teniente Político de su pueblo por dos ocasio­nes, la primera en 1912 y la segunda en 1934.
Fue mentalizador e impulsor de la vialidad en Chuquiribamba; con él nace la idea de iniciar la construcción de la carretera Chuquiri­bamba - Loja, y Chuquiribamba - Catamayo.
En 1930, junto con el Padre Luis Antonio Aguirre, el padre Florentino Muñoz y Rosita Jaramillo, realizaron la delineación y construcción del actual camino que une Chuquiribamba con el barrio Tesalia pasando por la Chorrera, toda vez que el anterior era casi intransitable.
También se conoce que en 1895 con el cura Ignacio Escudero y un grupo de jóvenes del lugar, ascendieron al cerro Santa Bárbara para colocar una cruz grande en su cima, como símbolo de fe y cristianismo del pueblo de Chuquiribamba.
Entre otras de sus actividades particulares se destaca como un próspero comerciante. Pese a no existir carreteras en ese entonces, recorre en acémila algunos cantones de nuestra provincia ne­gociando semovientes en los principales polos de comercio entre las poblaciones de nuestro país y el norte del Perú, como: Cariamanga, Celica, Catacocha y otras.
En recordación a este valioso hombre de nuestro pueblo, el Ministe­rio de Educación y Cultura, en 1996 denomina con el nombre de "Carlos Jaramillo" al Jardín de Infantes de la actual Unidad Educati­va “Isabel de Aragón”.

DOLORES JARAMILLO,
CON LA POESÍA EN SUS LABIOS

Dolores María Jaramillo Escudero de Aguilar, nació en la parroquia Chuquiribamba, el 9 de mayo de 1909. Fue hija de don Emilio Jara­millo Quirola y doña Luzmila Escudero Loayza. En 1956 contrae matrimonio con el señor José Miguel Aguilar Román, y al poco tiem­po enviuda para quedarse nuevamente sola.
La morada de su niñez, adolescencia, juventud y madurez, es su tierra natal. Por razones de salud, sale a vivir en la ciudad de Loja en sus últimos años de existencia.
Falleció el 1 de mayo de 1988, a los 79 años de edad.
Vocación para la poesía
Los estudios primarios los realizó en la escuelita de su pueblo, ingresando al primer grado en el año de 1916, concluyendo los mismos en 1922. Sus profesoras fueron las señoras: Carmen Bastidas de Jiménez, Carmen Villalta, Rosa Matilde Alvear y Marina Neira, siendo esta última la que descubre en la niña Dolores María, el talento y vocación de poeta, y sin egoísmo ni mezquindad infunde cariño a las letras y cultiva generosamente en ese corazón de niña el amor a la poesía.
Juegan un papel protagónico las profesoras antes indicadas, ya que inculcan en sus alumnas el hábito a la lectura y la selección de textos literarios adecuados, que más tarde darán el fruto de la semilla sembrada en esas mentes inocentes.
Esta es toda la preparación formal que tiene esta singular mujer: poeta y dramaturga, que hasta ahora ha permanecido su nombre ignorado; pero que con gran modestia ha dejado impregnado en sus manuscritos una maravillosa literatura, la misma que es el producto de su constante auto preparación mediante la lectura permanente de muchos escritores románticos y clásicos.
Se conoce que son cientos de poesías escritas durante toda su vida, las mismas que se encuentran plasmadas en once cuadernos manuscritos con los siguientes títulos: “Cenizas del corazón”, “Paginas Íntimas”, “Pétalos marchitos”, “Espigas”, “Inspiración”, “Madre”, “Primer amor”, “Mis poemas”, “Laura”, “Culpa y pecado”, “Mis memorias”, y la “Historia de Chuquiribamba”, un trabajo de carácter investigativo de donde se guardan muchos datos inéditos.
Además de hacer poesía también escribió obras dramáticas, algunas de ellas puestas en escena de acuerdo a la ocasión. Entre las más conocidas citamos: El hijo pródigo (1962), Maestra de aldea (1966), Sendas distintas, Agonía de una madre, Hermana Lucía (1968) y el sainete El brujo Martín.
Cuando terminaba de escribir un cuaderno, con su puño y letra solía despedirlo con frases muy elocuentes. En las últimas páginas de uno de ellos encontramos siguiente inscripción:
"Como las campanas anuncian la partida, como el tiempo indica destrucción, así miro acabarse este amiguito en el cual dejo mi mismo corazón”.
“Para ti mi librito compañero, pronto encontraré un leal reemplazo en la tienda más cercana, más a mano, a que pases a ser mi sol de ocaso".
Así mismo, en el manuscrito "Inspiración" encontramos estos ver­sos que por si solos hablan de su estado de ánimo:
"Me voy por aquella senda
incógnita y sombría de lo eterno
cincuenta y más años, camina que camina
cansada de luchar por todo lo terreno"

Y en la introducción al drama "Maestra de aldea"
"Para vosotros maestros de mi patria os ofrezco este drama...
Sabed que no quiero se publique en pergaminos de blancura vir­gen, solo deseo que llegue hasta el Maestro para que él complete el bagaje de libros de su estante. Si llega a vuestra mesa de trabajo, y al pasar una a una las páginas escritas, será Maestra de Aldea (...)"

En una parte de la dedicatoria dice:
“Mi escuela no se hizo ni siquiera en un colegio... No, no, la mía fue la del dolor, de la gratitud y la experiencia”.

LEONCIO JARAMILLO ESCUDERO,
UN DOCENTE DE TALLA

Nació en Chuquiribamba el día 13 de enero de 1908 y falleció el 13 de noviembre de 1974. Fue hijo de Carlos Jaramillo y Francisca Escudero.
Contrae matrimonio con la señorita Vicenta Abarca de cuyo enlace matrimonial nace Haydee Jaramillo, quien actualmente reside en ciudad de Quito desempeñándose como una prestigiosa galena.
Realizó sus estudios primarios en la escuela de Los Hermanos Cristianos de la ciudad de Loja y los secundarios en el Seminario. Mediante un curso especial de capacitación organizado por el Ministerio de Educación en la ciudad de Loja, obtuvo el título de profesor.
En 1931 inició su carrera docente en la escuela “González Suárez” de la parroquia Chuquiribamba; y en 1957 aproximadamente pasa a prestar sus servicios en la escuela “José Ángel Palacio” de la ciu­dad de Loja, hasta su jubilación.
En la escuela González Suárez educó a algunas generaciones de niños y jóvenes. Como maestro de vocación, incentivó y orientó a la juventud, el amor a abrazar la carrera docente, recomen­dándoles a sus alumnos acudir a continuar sus estudios en el Normal "Eloy Alfaro" de la ciudad de Cariamanga.
En 1940, junto con el profesor Segundo Loján fue el mentalizador de la construcción de la escuela "González Suárez" la misma que posteriormente se materializó, y que hoy es una Joya arquitectónica, digna de restaurarla y conservarla como patrimonio cultural.
En recordación a su valía como maestro, el Ministerio de Ecuación y Cultura perennizó su nombre denominando "Leoncio Jaramillo Es­cudero" a la escuela del barrio Zañe.
Al profesor Jaramillo gustaba mucho la ecología, razón por la que junto con sus alumnos había ascendido a la cima del cerro Santa Bárbara por algunas ocasiones.

WILMAN LOARTE GUAYA,
ENAMORADO DE LA RADIODIFUSIÓN


Hace unos pocos años, todos los domingos en el pasaje municipal, a las 09h00, lo encontrábamos a Wilman Loarte Guaya, preparando el equipo de transmi­sión, para locutar a través de radio “Luz y Vida”, el programa semanal del Domingo Cívico, en el que, por medio de las participaciones de autoridades y conferencistas invitados, hacía conocer a todos los radio-oyentes de Loja y la provincia la conmemoración de fechas cívicas, patrióticas e históricas de nuestra Patria.
Manifiesta que se sentía muy halagado de transmitir este programa semanal, ya que le dio la oportunidad de conocer a mucha gente, especial­mente autoridades civiles y militares del cantón y la provincia; así como estrechar la mano a sus compañeros comunicadores sociales de los diferentes medios informativos de Loja.
Actividades en la radio
Wilman Loarte combina su trabajo de docente con la de locutor y comunicador social. De lunes a viernes dedica su tiempo a la do­cencia; y desde el viernes, en la tarde hasta el domingo, tiene su tiempo ocupado en la radio “Luz y Vida” con las programaciones: Audi­ción de gala del pasillo ecuatoriano, Folclor latinoamericano, J.J, Julio Jaramillo, La parranda del ayer, Música instrumental ecuatoriana e hispanoa­mericana, entre otras.
Vocación
Manifiesta que siempre le gustó la locución y la comunicación so­cial, razón por la cual, desde los lugares en donde le tocó prestar sus servicios como docente, colaboró siempre a los medios de comunicación en calidad de corresponsal. Muy emocionado señala que en 1988 fue la Hna. Anita Maza Reyes, ge­rente de “Luz y Vida”, quien le abrió las puertas en la estación radial para que cumpla su anhelado sueño.
Así mismo guarda un gran reconocimiento al maestro Pedro Collaguazo, al licenciado Guido Vicente Carrión y al señor René Jaramillo, quienes sin egoísmo, le orientaron para lograr la experiencia y do­minio en el micrófono y las programaciones radiales.
Su vida
Nace en la parroquia Chuquiribamba el 25 de septiembre de 1955, del hogar formado por don Ángel Alfredo Loarte y doña Evangelina Guaya. Sus estudios prima­rios los realiza en la escuela “González Suárez” de su mismo pueblo, los secundarios en el colegio “Bernardo Valdivieso” y los superiores en la Universidad Nacional de Loja, graduándose de licenciado en Ciencias de la Educación, especialidad Docencia Primaria.
Inicia su actividad docente en el barrio Naranjal de la parroquia Vicentino del cantón Puyango en 1978; posteriormente obtiene el pase a la escuela “Álvarez Sánchez" de la parroquia Gualel, en don­de actualmente es su director.

JOSÉ VICENTE SIVISACA,
CULTOR DE LA PLÁSTICA ECUATORIANA

José Vicente Sivisaca es un cultor de la plástica ecuatoriana des­de hace 35 años. Algunas de sus obras pictóricas se encuentran en México, Perú, Cuba, Moscú y algunos paí­ses de la antigua Unión Soviética.
En 1983 hizo una exposición de sus obras en el Museo de los Pue­blos, en la ciudad de Bacú (Continente Asiático).
Previa a la presentación de la exposición de sus obras en la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Loja, el día vier­nes 6 de octubre del 2000, pudimos lograr la siguiente entrevista:
¿Cuántos cuadros va a exponer en esta temporada?
En esta ocasión voy a exponer veinte cuadros que recogen expe­riencias vividas en diferentes fechas, teniendo como punto de parti­da el lienzo denominado "Masacre", en la que represento un hecho que sucedió en la parroquia de Chuquiribamba el 6 de abril de 1946,
¿Cuáles son los cuadros de mayor importancia?
Desde el primer cuadro que consta en el catálogo; "Masacre", reco­ge un acontecimiento histórico; "Lágrimas y sangre", es una alegoría al sufrimiento, de un hecho que sucedió en el sector de la Urna, el 20 de agosto de 1996 cuando un trailer arrasó con todas las chin­ganas y mató 32 humildes ciudadanos; "El Patíbulo" alegoría que interpreta cómo tratamos la ley, lo político y lo social en nuestro sis­tema jurídico; y "El Shiriculapu", cima del sacrificio, donde muchos romances encontraron su destino final.
¿Cuantos cuadros ha pintado?
Bueno el número de cua­dros quizá no tengo anotado, pasarían unos cien. En la pre­sente época tengo unos cien estudios que están concretándose.
¿En dónde estudió bellas artes?
En Quito, en 1950 y 1951, y en 1960, en la escuela “Lázaro Cárdenas” de Cuba.
¿Cuáles fueron sus profesores?
Los profesores más destacados que influyeron en mi carrera fueron; Leonardo Tejada, Eduardo Viteri, Tarquino Córdoba, entre otros.
¿Que le motivó a ser pintor?
Fue una emoción constante que la tuve desde niño, siempre me gustó dibujar, pintar emociones que hoy creo que las vamos a conservar.
¿Tiene discípulos en este arte?
Si, unos tres muchachos que ahora están en Alemania, y otros dos que se encuentran parece que en México y el Perú. Ellos recibieron brevemente clases y experiencias de mi trabajo.
¿A más de la pintura, a qué otras actividades se dedica?
Bueno, a más de pintor he sido: soldado, agricultor, ebanista, tipógrafo y dirigente laboral.
En el año 2000, así manifestó nuestro entrevistado, cuando contaba con setenta y un años de edad y una basta experiencia especialmente en la pintura

GAMALIEL SATAMA,
MÉDICO E INVESTIGADOR

Gamaliel Satama Orozco, es un joven profesional en la Medicina Humana, que durante veinte años fue recorriendo de pueblo en pueblo, todo el Ecuador, con un solo propósito: preguntar el nombre vulgar de cada planta medicinal que encontraba en los mercados, en los huertos y en los campos, para escribir su libro denominado “Hierbas que curan”.
A más de este libro que sin duda tendrá una gran acogida por todo el público lojano y de manera especial a la población del medio rural porque la materia prima la tienen a su alcance, ha escrito dos libros más, que al momento son inéditos: “Tratamientos con plantas medicinales” y “Cómo alimentarse para vivir sano”.
En el libro “Hierbas que curan”, según su autor, dice que constan más de doscientas cuarenta plantas medicinales, con los nombres vulgares, comunes y populares, fáciles de identificarlos, evitando de esta manera la confusión con los nombres científicos y extranjeros; además tiene la descripción botánica de cada planta, el principio activo, indicaciones para las diferentes enfermedades, cómo prepararlas y lo más importante, las precauciones que debe tenerse al prepararlas.
Cuando le preguntamos, ¿qué le motivó a escribir estos libros? él nos dice: “Primero: El medio geográfico y el lugar en donde nací, porque en mi tierra curarse con plantas medicinales era lo más común. Segundo: En los años que cursé mis estudios, en la Universidad había mucha investigación en el campo de la etnobotánica, y a través de esta rama se trataba descubrir tratamientos para curar el cáncer y el sida. Existe una teoría, que en alguna planta medicinal del universo, tiene que estar la cura para estas dos enfermedades mortales; y. Tercero: Por su bajo costo médico.”
“Durante toda mi carrera profesional he tratado a los pacientes con plantas medicinales en: terapia neural, dietoterapia, terapia ortomolecular y relajamiento mental y físico. Estas son las técnicas terapéuticas que he aplicado diariamente a los pacientes con resultados exitosos.
Datos personales
Nació en la parroquia de Chuquiribamba en 1951. Es hijo de Manuel Agustín Satama y Rosario de Jesús Orozco.
Sus estudios primarios los realizó los primeros años en la escuela Benjamín Franklin, del barrio Chantaco (hoy parroquia); y los últimos en la escuela González Suárez de Chuquiribamba. Los estudios secundarios en el colegio “Bernardo Valdivieso” de la ciudad de Loja, y los superiores en la Universidad Central del Ecuador, obteniendo el título de Médico Cirujano, en 1981.
Es casado con la licenciada Carmen Caraguay. Tiene tres hijas.
Funciones
Recién graduado, durante dos años se desempeñó como Médico de la Jefatura Provincial del Carchi, y desde 1983 se dedica al ejercicio de la profesión en su propio consultorio y a la investigación en medicina natural.
Paralelo a su trabajo, en su tierra natal siempre ha estado prestando su contingente, ya como médico, así como gestor en el desarrollo comunitario. Junto a prestantes hombres de su pueblo fue el mentalizador de la parroquialización de Chantaco, la creación del colegio Nacional Eduardo Mora Moreno, entre otras.


AUGUSTO PUCHA PAUTA
TITIRITERO QUE SE HA GANADO EL CORAZÓN DE LOS NIÑOS QUITEÑOS.


Desde las primeras horas de los días domingos, en el parque “La Carolina” de la ciudad de Quito, lo encontramos a Augusto Pucha Pauta, Director de la compañía de Títeres “Piolín”, haciéndoles divertir a los niños y niñas quiteñas, presentando el teatro de títeres de la calle, con temas y propuestas orientadas a educar y recrear, a través de un enfoque socio-cultural, económico y político del Ecuador.
Realiza hasta cuatro funciones cada domingo, para unos 700 espectadores contados entre niños y adultos.
Fundó la compañía de Títeres “Piolín de Quito” en 1983 y desde entonces ha realizado una extensa actividad artística por todos los rincones de la patria y fuera de ella, esto es en escuelas, jardines, guarderías, hospitales, orfelinatos, campamentos vacacionales, parques, calles y plazas; además ha sido invitado a realizar talleres didácticos para maestros de Ecuador, Cuba, Colombia, Panamá, Costa Rica, Bolivia y Perú. Es que el mágico arte de los títeres –dice- logra en los niños mejores resultados que en la educación formal. La presentación de su trabajo en los países que ha visitado, ha sido muy motivador, porque estos muñecos en manos de un titiritero lo conducen al espectador por un mundo de ternura, alegría, fantasía y diversión.
El titiritero para desenvolverse en el escenario necesita: su voz, el cuerpo, los muñecos, el guión y el público. Sin estos elementos no hay teatro de títeres en escena.
Guiones teatrales
Hasta ahora ha hecho el montaje de más de 20 obras teatrales, unas de su propia autoría y otras de creación colectiva, entre ellas citamos las siguientes: Aventuras de Piolín, La hormiga presumida, Cantuña, Panorama del folclor ecuatoriano, Caperucita Roja, el Girasol, La revolución de los títeres, Campaña de alfabetización, Siempre hay tiempo para aprender, Historias del pavo cantor, Todos contra el cólera, Por los derechos del niño, Todos contra la basura, Mundo verde, Carapacho, Guiñor Guiñor, Historias de don Juancho el poeta, entre otras.
Presentaciones y reconocimientos
Manifiesta que ha realizado por lo menos unas 5.000 presentaciones desde que se creó la compañía de títeres “Piolín de Quito”; así como algunos reconocimientos, entre ellas: de la Embajada de Cuba, UNICEF, Carnaval del Oruro (Bolivia), OSP, (Organización Panamericana de la Salud), Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Educación, y otras instituciones públicas y privadas.
Para Augusto Pucha Pauta el manipuleo de los títeres es una profesión, como cualquier otra. Para ser titiritero se necesita solamente tres ingredientes: conocimiento, alegría y perseverancia.
Datos personales
Nació en el barrio Pordel de la parroquia de Chuquiribamba. Es hijo de Lauro Pucha Medina y Juana de Jesús Pauta. Casado con la Dra. María Soledad Vargas; tiene 46 años de edad y 2 hijos.
Sus estudios primarios los realizó en la escuela de su lugar natal, los secundarios en el colegio “Odilo Aguilar” de la ciudad de Quito, los superiores en la “Universidad de Tolima” (ciudad de Ibaguet, Colombia), graduándose de Licenciado en Educación Estética, especialidad Teatro de Títeres.